jueves, 30 de noviembre de 2006

24 noviembre al 30 de noviembre de 2006.




1) -30/11/06. EE.UU.: presencia planetaria de la fuerza armada
EDITORIAL
La República

En estos días, noticias procedentes del ámbito internacional ponen evidencia la magnitud de la presencia norteamericana en el mundo. Al mismo tiempo, la decisión de una jueza en los Estados Unidos, oponiéndose a decisiones adoptadas por la Casa Blanca, ayuda a comprender la magnitud del poder que ha concentrado en sus manos el actual presidente de la República, George W. Bush.

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    La información hasta ahora circulaba bajo el formato de material periodístico. En estos días es desde una comisión investigadora del Parlamento europeo que se confirma no solo la existencia de vuelo y secuestros perpetrados en territorio europeo sino que, en la mayoría de ellos, las autoridades locales conocían el accionar de los aviones norteamericanos.
    Un vocero de la Comisión, Claudio Fava declaró ayer “La mayoría de los países de la Unión Europea conocía la política de traslados y detenciones secretas de presuntos terroristas realizada por la CIA fuera de Estados Unidos, y ocultaron estas informaciones a la comisión de investigación del Parlamento europeo.”
    La misma fuente informó que “un total de 1.245 escalas en el continente europeo realizaron los vuelos del servicio secreto estadounidense tras los atentados del 11 de setiembre de 2001.

    “Numerosos gobiernos cooperaron pasivamente o activamente. Lo sabían”, declaró Fava al presentar su proyecto de informe final ante la comisión parlamentaria sobre el presunto uso de países europeos por parte de la CIA para transportar y detener ilegalmente a prisioneros.

    El eurodiputado Claudio Fava también denunció “la gran reticencia de la casi totalidad de los Estados miembros (a excepción de España y Alemania) a cooperar” con la comisión de investigación.
    El informe del Parlamento europeo también indicó que al menos la CIA procedió a 10 detenciones ilegales en Europa.
    Fava condenó la práctica de la “rendición extraordinaria”, es decir, del rapto de un sospechoso de terrorismo, y su traslado a un centro fuera de Estados Unidos donde es sometido a un interrogatorio que “en la mayoría de los casos, incluye incomunicación y tortura”.
    Para la eurodiputada de socialista española Elena Valenciano, miembro de la comisión, el informe de Fava demuestra “la necesidad de volver a sentar las bases de la cooperación en la lucha contra el terrorismo, de forma coherente con el derecho internacional”. “El consenso internacional sobre las reglas de juego ha sido roto por la administración Bush”, concluyó la eurodiputada Valenciano.
    Al mismo tiempo, noticias procedentes de los EE.UU. muestran los cambios profundos que viene experimentando la estructura política y judicial de ese país bajo la administración Bush. Fuentes de organizaciones de Derechos Humanos han hecho saber que “una jueza federal rechazó por considerarla inconstitucionalmente vaga la competencia del Gobierno de Estados Unidos de designar a ciertos grupos como organizaciones terroristas.
    La decisión, emitida en Los Ángeles (California), respondió a una demanda del grupo 'Humanitarian Law Project', que cuestionó las facultades del presidente George W. Bush de bloquear los activos de grupos o individuos "especialmente designados como terroristas mundiales" tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
    "Esta ley daba al presidente autoridad ilimitada de crear listas negras. Era una reminiscencia de la era McCarthy", señaló David Cole, abogado del Centro de Derechos Constitucionales que representó a 'Humanitarian Law Project' ante la jueza.
    "Ni siquiera en la lucha contra el terrorismo el presidente puede tener una autoridad sin controles para poner en la lista negra a cualquiera que considere mala persona o mal grupo” (…) .
    La decisión adoptada por el magistrado de Los Ángeles remite el caso de dos organizaciones. De todos modos, la norma sigue en pie y los poderes discrecionales del Presidente Bush siguen formando parte del derecho positivo que regula la vida de los ciudadanos norteamericanos y de aquellos que no lo son pero que han caído bajo la sospecha de pertenecer a algún grupo definido por la Casa Blanca como terrorista.





2).- 29/11/06. Ecuador: otra neta victoria electoral de la izquierda. EDITORIAL
La República

El triunfo del Frente Alianza País y su candidato Rafael Correa parece ahondar en una línea que se extiende de manera incontenible en toda América Latina. La rotonda derrota de Noboa, candidato de las derechas que había resultado vencedor en la primera ronda, marca la declinación, también en Ecuador, de las propuestas económicas continuistas, de orientación neoliberal y apuntadas a fortalecer la subordinación de las economías de los países a los dictados de las autoridades de los EE.UU.

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    El triunfo electoral de Rafael Correa marca el rechazo del pueblo ecuatoriano a las propuestas de Noboa. Al mismo tiempo tanto los vínculos internacionales del candidato triunfador como sus primeras señales hacia fuera pronostican un fortalecimiento de las orientaciones que defienden el Presidente Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia y demás gobierno progresistas de la región con sus distintas formulaciones y perfiles locales.

    Correa había anunciado, y ahora lo confirmó, su decisión de no firmar un tratado de Libre Comercio con los EE.UU., tal como las derechas ecuatorianas venían preparando.
    El asunto había suscitado una amplia movilización popular de rechazo a la firma de dicho tratado.

    El presidente electo, por lo demás, es un hombre allegado al presidente Hugo Chávez y los vínculos entre los dos dirigentes corre paralelo a un creciente entrelazamiento de intereses económicos, especialmente en la cuestión del petróleo del que Ecuador es un exportador importante.
    En una nota publicada por el la revista digital Rebelión, el periodista uruguayo Kintto Lucas realiza una seria de afirmaciones sumamente interesantes: “El analista político Alejandro Moreano entiende que este domingo "es un día histórico, porque abre la posibilidad de iniciar un nuevo camino hacia un rescate de la soberanía y hacia la integración de América del Sur".

    El propio presidente electo resaltó este domingo su intención de que, "con dolarización o sin ella, América Latina y particularmente América del Sur debe ir a un bloque geopolítico, comercial e incluso monetario, estilo la Unión Europea, para poder enfrentar y prevalecer en el mundo globalizado de siglo XXI".

    Además, se deben "revisar los contratos petroleros con las firmas transnacionales, para que este recurso dé más dividendos, que se puedan invertir en salud, educación y desarrollo social", detalló Correa, de 43 años y que muestra como antecedente haber sido ministro de Economía al inicio del gobierno de Alfredo Palacio, quien en abril de 2005 sucedió al derrocado Lucio Gutiérrez.

    "A diferencia de Bolivia, que había desnacionalizado el petróleo, en Ecuador siempre ha sido propiedad del Estado, pero las mafias de siempre se las han arreglado para privatizar su comercialización", advirtió.

    Las anotaciones del periodista uruguayo muestran la fluidez de la situación política ecuatoriana. Vale la pena recordar que el candidato de izquierda no postuló candidatos para cargos parlamentarios, lo que deja un situación singular en el panorama de gobierno.

    La búsqueda de apoyos parlamentarios será uno de los problemas más inmediatos que deberá enfrentar el candidato de izquierda. Agrega Lucas en su nota “Para (el analista) Moreano, será necesaria la movilización de la población para sostener los cambios que se propone el gobierno electo y para la Asamblea Constituyente que se convocará y podría instalarse en unos seis o siete meses.

    En ese sentido, Correa volvió a asegurar tras ser elegido que convocará a la ciudadanía para que se pueda aprobar un nuevo ordenamiento político, jurídico y económico de Ecuador. Es consciente, además, que no cuenta con mayoría propia en el Congreso legislativo unicameral, con el cual dijo que mantendrá una política de "mutuo respeto".

    Un cuadro, como se ve, complejo pero lleno de posibilidades democratizadoras y de realización nacional. De un pueblo que la merece pues la ha logrado con el sacrificio y la lucha.





3).- 27/11/06. Una ley injusta, heredada de un pasado siniestro. La República


Al interpretar la ley de Caducidad en términos tales que habilitan el juzgamiento de oficiales militares y policiales y sus cómplices civiles, el Poder Ejecutivo actual ha dado pasos de siete leguas en la tarea de avanzar en el camino de la verdad y la justicia. Avances notoriamente más netos y resueltos que lo que pronosticaban algunos locuaces comentaristas que, sobre el punto, se han venido llamando a silencio.

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    Los avances

    1- El encauzamiento de Gavazzo y demás policías y militares presos desde el mes de setiembre y ahora el de Bordaberry y Juan Carlos Blanco tienen un contenido simbólico de enorme significación.

    Al abrir camino para que fueran investigadas y resueltas por el Poder Judicial las violaciones a los Derechos Humanos en que estos ex jerarcas están involucrados, el gobierno ha dado pasos sustantivos en el proceso democratizador. Es un logro republicano de más significación que el atiborramiento cotidiano de ataques, presuntamente legalistas, que al estilo de la oposición venezolana, hipan y en el mejor de los casos gruñen los dirigentes de los partidos conservadores defensores de la impunidad.

    Reitero, estos últimos episodios han golpeado simbólicamente algunos santuarios distinguidos de la impunidad. Pero la ley y todas sus determinaciones siguen en pie. La mayoría de las violaciones más graves siguen al amparo de la ley que declara caduca la pretensión punitiva del Estado.

    La Comisión creada recientemente por un núcleo importante de organizaciones sociales y políticas, que se propone lograr la anulación de la ley, sin desconocer los avances aludidos más arriba, apunta justamente a la existencia misma de la norma poniendo de manifiesto los efectos deletéreos que produce en el conjunto de la sociedad uruguaya.

    Demasiado humano

    2- A través de estas líneas me propongo argumentar a favor de los objetivos que se propone la Comisión por la Anulación de la Ley de Caducidad.

    ¿Qué tipo de delitos son los que la Comisión pretende que sean juzgados por tribunales ordinarios?
    Más de una vez oímos o leemos argumentos dónde se exponen los delitos cometidos durante la dictadura como si lo que estuviera en juego comprendiera, exclusivamente, una dimensión humana. O fuera el resultado doloroso de una circunstancia específica que deparó los padecimientos de la tortura o la pérdida de tal o cual vida humana. El hecho visto como peripecia intensa, conmovedora pero estrictamente personal.

    Este desfasaje abre camino a otro que consiste en comparar distintos tipos de actos violentos. Los actos de los funcionarios de la represión por un lado. Los actos de la insurgencia armada por otro. Y esta comparación, de la maldad de un lado y la del otro, es insostenible. Es un truco mediático. Un abuso que se intenta imponer sobre la sensibilidad de personas inadvertidas.

    Los hechos, reducidos a (dolorosas) vivencias personales (hasta los verdugos más implacables resultan finalmente “seres humanos”) terminan perdiendo su carácter esencial y su carácter esencial es que unos crímenes fueron cometidos por el Estado, por funcionarios uniformados, pertenecientes a la plantilla del Estado, amparados por las normas, las cartas orgánicas de los brazos armados del Estado, controlados moralmente los tribunales de honor y los códigos de conducta militar y policial del Estado. De estos crímenes se trata. Ejecutados bajo el amparo de las leyes y de los legisladores advenedizos de la época.

    El Estado terrorista

    3- Crímenes del Estado, disposiciones homicidas llevadas del brazo por edecanes y embajadores, viajando en las valijas diplomáticas lacradas con el escudo del Estado uruguayo.

    La impunidad que ha protegido hasta ahora a Gavazzo, a Bordaberry y a Blanco es, ante todo, la impunidad de las instituciones del Estado terrorista uruguayo. La ley de caducidad que la protege, salvaguarda el pasado criminal del poder público uruguayo. O sea del poder público construido por encima y a expensas del conjunto de la sociedad uruguaya.

    Esa sociedad es de todos. Ese poder público, con sus antecedentes criminales, ese Estado uruguayo nos concierne a todos. A las víctimas, a sus familias, pero no solo. Nos concierne a todos.

    Alegar acerca de las laceraciones que ese Estado terrorista marcó en la sociedad uruguaya, según se mire, podría parecer una denuncia demasiado genérica, una impugnación hasta algo abstracta. Hasta podría darse el caso que esa huella en el tejido social tuviera poca elocuencia para enfrentarse a la impactante expresión de quienes exculpan a los verdugos después de haber padecido en carne propia los traumatismos y excoriaciones de la represión.

    Con toda su respetable significación humana y de vida, esos alegatos no invalidan nuestra impugnación a la ley. Las desgarraduras y mortificaciones de que se trata en este debate y en esta campaña contra la ley son asuntos del Estado, de su sórdida y sucia historia, de los purulentos antecedentes legales del poder público. De lo que la administración como violencia implacable organizada desde arriba hizo sobre y contra la sociedad. Una cuestión ante todo de orden público e institucional.
    Siendo así ¿queremos seguir con ese pasado a cuestas?




    4- ¿De qué Estado hablamos, de qué poder público?

    El Estado, se ha dicho, condensa en normas legales las relaciones de fuerza entre las clases. El Estado terrorista de la dictadura no es el Estado abstracto de los textos constitucionales. Es el Estado que se construyó para aplicar políticas de represión social y cultural. Políticas a favor de unas clases y de despojo de otras.

    No se trata de un poder público cuya existencia se sitúe en el espacio sideral. Es el poder público armado con las leyes nacidas en un momento histórico preciso: el de creciente autoritarismo de la burguesía, el de las leyes de seguridad del Estado y de suspensión de las garantías individuales de 1972, la ley de educación de 1973, las leyes que liquidaron los consejos de salarios e instalaron la COPRIN de 1969, las leyes orgánicas militares que hicieron de la doctrina de la seguridad nacional un catecismo siniestro para los oficiales y clases que tuvieron a su cargo la destrucción de las organizaciones sindicales y políticas de la izquierda. Las leyes que posibilitaron las militarizaciones de trabajadores de la actividad privada cuando para reprimir sus huelgas fueron sometidos al Código Penal Militar por decreto de la presidencia de la República.

    Ese Estado y esas normas, y esos intereses detrás de las normas, dieron la carnadura institucional a la represión, organizaron y le dieron letra y doctrina al brazo criminal de los oficiales que actuaron. La responsabilidad personal de los verdugos se expresa y se conjuga también en la responsabilidad de las instituciones legales que primero legitimaron y luego, ya en democracia, otorgaron impunidad a sus crímenes. En ese territorio está situado el debate contra la ley de impunidad, hecha por el Estado para ocultar sus propios crímenes. Es el territorio donde se define en qué tipo de república queremos vivir.

    Todo cambia

    5- El país ha cambiado, ¿seguiremos viviendo bajo las condiciones impuestas cuando el poder lo detentaban los militares?
    El mundo ha cambiado. Hace apenas unos días el Parlamento, por unanimidad, ha dicho lo mismo que nosotros: los crímenes contra la humanidad no prescriben, no se extinguen, no son amnistiables. ¿Seguiremos dándole la espalda a los tratados que suscribimos? ¿Seguiremos sosteniendo, como se dijo cuando Garzón ordenó la primera detención de Pinochet, que el desarrollo de un Tribunal Penal Internacional ponía en riesgo nuestra soberanía?

    ¿Queremos que el conjunto de la sociedad uruguaya desarrolle su existencia, de ahora y a perpetuidad, cargando con legado sangriento de las instituciones de la impunidad construidas para mortificar y expoliar al pueblo? ¿Qué futuro le depara al país esta impunidad?





4).- 25/11/06. La muerte en Bagdad
. EDITORIAL
La República

Una vez más la ciudad mártir de Irak ha conocido el horror de los atentados.
La batalla de Bagdad, que las autoridades norteamericanas dieron por concluida hace más de tres años, sigue vigente. No ha concluido. Por el contrario, una creciente radicalización del enfrentamiento entre distintas corrientes religiosas tiende a darle al conjunto de la situación un dramatismo humano extremo y un componente religioso cuya temperatura y belicosidad aumenta día a día.

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    De acuerdo a las informaciones de fuentes confiables que difunde la revista digital Rebelión, según la policía iraquí, tres coches bombas conducidos por suicidas y dos episodios de ataques con mortero golpearon el barrio marginal chií de Ciudad Sadr en la capital, matando al menos a 150 personas e hiriendo a 238. El ataque, llevado a cabo por supuestos militantes árabes sunníes, ha sido el más mortífero del sectario enfrentamiento que desangra Iraq desde el pasado invierno.


    Los chiíes respondieron casi de inmediato, disparando 10 ráfagas de morteros contra el santuario más sagrado de Bagdad, la mezquita Abu Hanifa, en la barriada de Azamiya, matando a una persona e hiriendo a 14.


    También se encendieron los combates en otra zona de Bagdad cuando 30 insurgentes sunníes, armados con metralletas y morteros, atacaron el ministerio de sanidad, controlado por chiíes. Los atacantes fueron repelidos tras una batalla de tres horas, en la que intervinieron soldados iraquíes y helicópteros militares estadounidenses.

    A partir de las 15,10 horas [del jueves], tres suicidas con coches bombas hicieron estallar sus vehículos uno tras otro con intervalos de quince minutos en Sadr City, impactando en el mercado Yamila, en el mercado al-Hay y en la plaza de al-Shahidein. Alrededor de la misma hora, dos secuencias de morteros explotaron en las plazas de al-Shahidein y Mudhaffar.

    Vale la pena recordar que la invasión a Irak y la famosa batalla de Bagdad se emprendió en vistas al combate el terrorismo internacional.
    Y al mismo tiempo preguntarse cuáles han sido los resultados hasta el momento con relación a crear mejores condiciones para combatir el llamado flagelo de terrorismo islámico.

    En un texto reciente El Irak de Bush en 21 preguntas, el experto Ton Engelhardt señala al respecto:Tal como ha escrito Karen De Young en el Washington Post: "Los analistas del servicio de inteligencia estadounidense han llegado a la conclusión de que la guerra de Irak se ha convertido en el centro principal de reclutamiento de islamistas violentos y extremistas, y ha motivado a una nueva generación de potenciales terroristas en todo el mundo, cuyo número puede incrementarse vertiginosamente hasta desbordar la capacidad de Estados Unidos y de sus aliados para reducir la amenaza." Merece traer a colación lo que dijo el teniente general en la reserva, William Odom, ex director de la Agencia Nacional de Seguridad, esta semana, a un grupo de congresistas demócratas: que el reclutamiento de efectivos por parte de Al-Qaeda de hecho descendió en 2002, para repuntar de nuevo tras la invasión de Irak.
    Como las tres tremendas explosiones del jueves llenaron el noroeste de Bagdad de inmensas columnas de humo negro y dejaron las calles cubiertas de sangre y cuerpos carbonizados, indignados vecinos y milicianos armados chiíes inundaron las calles, maldiciendo a los musulmanes sunníes y disparando sus armas al aire. Ciudad Sadr es el hogar del ejército Mahdi, la milicia leal al clérigo radical chií anti-estadounidense Muqtada al-Sadr.

    El coordinado ataque ha sido el asalto más mortífero desencadenado en una única zona iraquí desde que la guerra dirigida por EEUU diera comienzo en marzo de 2003. El peor ataque precedente se produjo tras la explosión de una bomba al sur de la ciudad de Hillah en febrero de 2004, que eligió como blanco a los reclutas de la Guardia Nacional y de la policía, en su mayoría chiíes, matando a 125 e hiriendo a más de 140.



5).- 24/11/06. A diez días de las elecciones en Venezuela
EDITORIAL
La República

A nadie se le escapa la enorme importancia política que reviste la próxima instancia electoral en Venezuela.

El gobierno encabezado por Hugo Chávez ha desplegado una iniciativa inusual tanto en el terreno de las decisiones políticas domésticas como las que remiten a las relaciones internacionales, especialmente con los países de la región sudamericana y el Caribe.

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    Si su política interior ha desatado, desde hace ya muchos años, una oposición frenética y estridente, especialmente protagonizada por sectores de las capas medias y del privilegio, la política internacional de chavismo ha conmovido no solo dentro de su patria sino en todo el continente. De ahí el interés y la expectativa que las elecciones del próximo 3 de abril vienen despertando en todas partes.

    En estos días se ha difundido un documentado artículo de la ensayista chilena Marta Harnecker, de vasta y conocida obra sobre los procesos de cambio en nuestra América Latina.

    El escrito revela la agudeza y la brevedad de quien conoce a fondo los temas que trata. Su experiencia latinoamericana y su formación teórica permiten a la autora presentar una serie de afirmaciones nítidas que resumen los aspectos principales de la situación política, económica y social que se vive en aquel país.

    Para la autora, “La idea fuerza más importante del presidente Chávez: la pobreza no podrá ser eliminada si no se entrega poder al pueblo” permite entender las iniciativas impulsadas especialmente en los últimos dos años, decisivos después de los episodios del 2002: “El fracaso del golpe militar de abril del 2002 (más del 80% de los generales con mando operacional se mantiene fiel a Chávez y a la constitución) constituye la primera gran derrota de la oposición y un verdadero regalo para Chávez. Estas circunstancias permitieron que los actores se desenmascararan y el pueblo adquiriese un mucho mayor nivel político (dentro de las filas militares y dentro de los cuadros civiles ya se sabe con quién se cuenta y con quién no). Crearon el terreno propicio para avanzar en la depuración de la institución militar. Dividieron a la oposición. Hicieron recapacitar a sectores cada vez más numerosos de las capas medias, que antes estaban en contra del proceso, al ver la anarquía a la que podría conducir la marginación de Chávez.

    Un segundo factor, para Harnecker, resultó decisivo: “El intento frustrado de parar el país 2 de diciembre del 2002 fue la segunda gran derrota a la oposición. El país no se detuvo. Chávez no se doblegó. Pero lo más importante, la industria petrolera pasó desde entonces realmente a control del Estado venezolano. Este fue el segundo gran regalo de la oposición. Por su actitud subversiva, saboteadora, alrededor de 18 mil cuadros gerenciales de alto y mediano nivel opositores al gobierno y que de hecho ejercían el control de la empresa crearon las condiciones legales para ser despedidos”

    Finalmente sostiene Harnecker “La ratificación del mandato del presidente Chávez en el referendo revocatorio del 15 de agosto de 2004 —un proceso inédito en la historia mundial— fue la tercera gran derrota que sufrió la oposición venezolana. El triunfo de Chávez con una enorme diferencia votos (…), ante la mirada atenta de cientos de observadores internacionales que ratificaron unánimemente sus resultados, fue el tercer regalo de la oposición. Nadie podía dudar ya del carácter democrático de su gobierno”.

    En el contexto así presentado por la ensayista, (el artículo agrega una contundente masa de argumentos destinados a mostrar las razones por las que Hugo Chávez resultará vencedor el 3 de diciembre) todos los sondeos realizados con un mínimo de profesionalismo muestran al candidato bolivariano con una marcada ventaja sobre el candidato de la oposición Manuel Rosales quien, al frente de un conglomerado variopinto, está lejos de aceptar tales pronósticos. La oposición venezolana no se ha caracterizado por su apego a la legalidad ni al ‘fair play’ de la política democrática. La palabra la tiene el pueblo venezolano.

miércoles, 22 de noviembre de 2006

10 noviembre al 22 de noviembre de 2006.


1).- 22/11/06. Iniciativa por la anulación de la ley de caducidad. EDITORIAL
La República
(Foto: 1979 Hugo Cores en la televisión venezolana en entrevista)


La creación de una comisión orientada a la anulación de la ley de Caducidad y la proclama dada a conocer en la tarde de ayer constituyen un hecho digno de reflexión, más allá de la toma de partido, a favor o en contra de la iniciativa, a que está llamado el ciudadano.

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    Las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura han significado un punto de referencia constante e ineludible en los debates políticos de los últimos decenios.
    De hecho se podría afirmar que el país no terminó de procesar el impacto emocional de aquellos episodios, no obstante la voluntad de la mayoría de sus legisladores en 1986 y los resultados de la consulta electoral realizada a comienzos de 1989.
    En ese sentido se sostiene: “El Estado, que debe garantizar el goce de los derechos humanos de las personas bajo su jurisdicción, es quien durante la dictadura los violó bajo un patrón regular de conductas aberrantes, torturas, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas. No fueron actos aislados. Se cometieron crímenes de lesa humanidad. Se comprobó la coordinación represiva entre los países de la región bajo el “Plan Cóndor”. Se reconoció, por parte de las Fuerzas Armadas, la existencia de vuelos clandestinos con personas que continúan desaparecidas”
    De acuerdo al contenido de la proclama aprobada en la tarde de ayer, uno de los ejes centrales de la fundamentación esgrimida por los organizadores remite a las obligaciones que al país le impone la suscripción de un conjuntos de acuerdos y pactos internacionales que componen la compleja trama del derecho internacional y específicamente el derecho internacional de los derechos humanos, una rama específica del conjunto de normas que la humanidad se ha venido dando a lo largo de los años. El punto de partida de esta disciplina del derecho internacional estuvo constituido por los llamados Juicios de Nuremberg, desarrollados inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la humanidad tomó conocimiento de los atroces crímenes cometidos por los fascismos europeos.

    En los últimos decenios la voluntad de las naciones de avanzar en ese terreno se plasmó en una instancia de importancia planetaria- el Tratado Penal Internacional- y la creación de la Corte Penal Internacional de Roma.

    Un hecho de gran significación lo constituye el hecho que hace apenas unas semanas el Parlamento de la República, por unanimidad de sus miembros, ratificó la suscripción de ese tratado que incluye definiciones muy tajantes en materia de delitos contra los derechos humanos, proclamando, entre otras cosas que los delitos contra la humanidad como el genocidio y la desaparición forzada de personas constituyen delitos permanentes. No se extinguen, no prescriben, no pueden ser amnistiados.

    Todo parece indicar que senadores y diputados de todos los partidos, sin excepción, comparten la trascendencia de los temas contenidos en el Pacto de Roma, que valoran la importancia del abordaje internacional de la cuestión de los delitos y las penas, en materia de violación a los derechos humanos.

    La materia del Tratado ratificado es la misma de la Ley de Caducidad. De ahí que sea razonable pensar que, en la delicada materia, las opiniones tienden a evolucionar dentro de las mismas pautas humanitaristas sobre las que reposa en nuevo derecho internacional de los derechos humanos. Es una evolución lenta que ha venido, no obstante avanzando a paso firme impulsada por movimientos sociales, políticos, religiosos y de juristas de la más variada procedencia, especialmente en Europa y los Estados Unidos.

    Como resulta obvio, los hechos de la justicia en nuestro país han colocado la cuestión nuevamente en un plano de perentoriedad. La evolución que en materia de derechos humanos han tenido nuestros vecinos del Cono Sur, especialmente Chile y Argentina tiene no solo un efecto de contextualización distinta. También unas resultancias de orden práctico, como lo son las extradiciones, que colocan la cuestión de dónde es pertinente juzgar los delitos perpetrados por funcionarios, militares o civiles, pertenecientes a la plantilla del Estado uruguayo.





2).- 20/11/06. Opiniones latinoamericanas contra los TLCs. La República

Escribe Hugo Cores PVP-567 Frente Amplio

La semana pasada, en la sede de la Unión Árabe de Cuba, en La Habana, tuvo lugar una reunión convocada por la AUNA* para discutir un conjunto de cuestiones ligadas a las integración regional. Un dilema que si para Uruguay es de muy alta prioridad no lo es menos para Cuba, en su poco envidiable situación de país sometido a un implacable bloqueo y bajo la presión permanente del Estado norteamericano y sus innumerables aliados.

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    En el seminario participaron académicos de primer nivel, especialistas en una variada gama de disciplinas relacionadas con la integración regional, diplomáticos de Brasil, Chile, Cuba, integrantes de varios centros prestigiosos de análisis y edición de la realidad de contemporánea, como el Centro de Estudios de América de Cuba, el PCS-Perú, CLACSO y el CRIES así como parlamentarios y representantes de partidos de izquierda de varios países. Una enumeración detallada de los participantes así como varias de las principales ponencias presentadas estará disponible en la red a partir del martes 21 en www.pvp.org.uy

    Participé en el evento en tanto integrante de un partido del Frente Amplio que formó parte de un esfuerzo amplio de personas, partidos y organizaciones sociales para que Uruguay no firmara un Tratado de Libre comercio con los EE.UU. bajo el régimen de fast tract impuesto por los ocupantes actuales de la Casa Blanca. Y menos, sostuvimos, comprometer al país en ese camino sin haber saldado una discusión en el Frente Amplio que, a través de su órgano estatutario de conducción, el Plenario Nacional, se había pronunciado contra la iniciativa impulsada principalmente por el Ministerio de Economía y el equipo económico.

    Permítaseme recordar que aunque una decisión posterior del Presidente Tabaré Vázquez canceló acertada y enfáticamente la alternativa de impulsar en lo inmediato un TLC con los Estados Unidos, el tema está todavía en debate y, para algunos dirigentes, no se han extinguido esas formas de sordera selectiva que ignoran todos los hechos y las opiniones que no concuerdan con las suyas.

    En el curso de los tres días del Seminario “Procesos socio-políticos y espacios de integración regional” se desarrolló un intercambio intenso de información y de opiniones acerca de la marcha de las distintas experiencias de integración por las que ha transitado y transita hoy nuestra región: los tratados de Libre Comercio con los EE.UU. visto desde la experiencia de Perú, Centroamérica, especialmente Costa Rica, Colombia, México, Chile, Ecuador; con el aporte también de expertos norteamericanos de diversas universidades.

    Digamos de paso que este evento, como varios otros que se están desarrollando en estos días en la isla, muestran de qué modo singular Cuba ha conseguido derrotar al bloqueo con que se ha pretendido alejarla del resto de las naciones latinoamericanas. Asisten a las aulas miles de estudiantes de medicina provenientes de toda A. Latina, mientras se cumplen gigantescas acciones humanitarias en el campo de la salud, en estos días regresaba a Uruguay un grupo de pacientes oftalmológicos recientemente operados en Cuba. Estas realizaciones han hecho de esta isla un centro de encuentro e irradiación de una concepción solidaria de las relaciones entre las naciones, basada en concepciones éticas y valores no-capitalistas.

    En el curso del debate resultaron abrumadores los datos que apuntaban a demostrar siete conceptos fundamentales, resumidos inteligentemente por la estudiosa chilena Ximena de la Barra:
    1-el neoliberalismo aumenta las disparidades entre países y al interior de ellos;
    2-la (llamada) ‘cooperación al desarrollo y el libre comercio’ no sólo no cierran las brechas, las aumentan;
    3- los tratados de integración se limitan al comercio y son negociados por los gobiernos a las espaldas de los pueblos;
    4- los recursos financieros y los recursos naturales no renovables fluyen libremente hacia el norte;
    5- los productos manufacturados, los excedentes agrícolas y la polución fluyen libremente hacia el sur;
    6- se pretende trasladar la huella ecológica hacia ecosistemas lejanos;
    7- lo que no fluye libremente hacia el norte son los productos agrícolas – que es lo que produce el sur, y las personas a las que el neoliberalismo ha transformado en descartables.

    Un punto de interés resultó ser una reflexión exhaustiva y crítica del proceso de creación y evolución de la Comunidad Andina de Naciones, animado inicialmente de intenciones industrialistas y de protección regional, luego malogradas.

    En el contexto de examinar los procesos de integración regional como un rasgo característico del capitalismo contemporáneo y específicamente de las relaciones entre las naciones desarrolladas con las más débiles, se discutió también la experiencia del MERCOSUR, de sus orígenes y de las posibilidades que, para esta instancia de integración en la que Uruguay se encuentra, se han abierto ahora a partir de una nueva correlación de fuerzas dentro y fuera de la región y, especialmente, a partir de la irrupción de los acuerdos entre Bolivia, Cuba y Venezuela y la propuesta de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA).

    Resulta imposible resumir en unas pocas líneas lo que ha sido el aporte de especialistas y dirigentes políticos que vienen trabajando desde hace más de 15 años en estas cuestiones.

    Todos los procesos de formalización en Tratados de las realidades del comercio exterior y las relaciones internacionales no hacen sino consagrar condiciones que ya existían, relaciones de dependencia, subordinación política y militar y asimetrías que se han formado a lo largo de un siglo de organización de las relaciones internacionales bajo el principio de la ley del más fuerte.

    La presión con que en los últimos años se han sustanciado estos TLCs está estrechamente ligada al proceso que sufre la economía norteamericana y la realidad de un mundo en el que día a día crecen los factores que desde yanquilandia no se pueden controlar.

    Los cambios políticos que se suceden en nuestro subcontinente han creado nuevas condiciones para la integración regional. La experiencia de Cuba, la irrupción de Venezuela y su proyección regional viene alentando procesos regionales nuevos, no exentos de riesgos y vacilaciones.

    El advenimiento de la izquierda al gobierno es varios países, la experiencia de México y las movilizaciones populares contra el fraude electoral y el levantamiento popular en Oaxaca, la reelección de Lula y las victorias de la izquierda en varios países ha puesto en la orden del día la discusión acerca de las oscilaciones de la izquierda una vez alcanzado el gobierno.

    Un intercambio de opiniones intenso franco y se realizó en el seminario a partir de las exposiciones de Roberto Regalado del P. Comunista de Cuba y Beatriz Stolowicz de la Universidad Autónoma de México quien incursionó en la cuestión de las vacilaciones y renunciamientos de algunos partidos o frentes de izquierda que, una vez alcanzado el gobierno, dejan atrás su compromisos programáticos anteriores defraudando las expectativas populares.


    * La AUNA (Asociación por la Unidad de Nuestra América) fue fundada a impulsos de una figura de gran prestigio latinoamericano, el guatemalteco Guillermo Toriello, uno de los más elocuentes y valerosos denunciadores de la agresión norteamericana a Guatemala en los años 50. Asociaciones de este tipo existen en varios países sudamericanos y la no demasiado original presencia de la izquierda uruguaya en este terreno de la lucha de ideas, del estudio y de la elaboración de pensamiento habla también de nuestro aislamiento en relación a una franja de alta densidad en los territorios en disputa. Me refiero a la construcción de un conocimiento actualizado acerca de cómo las modalidades actuales y cambiantes del capitalismo imperialista contemporáneo afectan el destino de los pueblos subordinados como el nuestro.





3).- 17/11/06. Orígenes del PVP: El breve tiempo de la anarquía
¿Qué reivindicaría de mi experiencia en la FAU?
Brecha

Escribe: Hugo Cores
Personalmente, mucho. Para mí fue una experiencia breve y rica. Me permitió conocer algunas personas de excepcional calidad humana, como Raúl Cariboni, Gerardo Gatti, quienes durante muchos años serían mis maestros. León Duarte, Washington Pérez, Juan Carlos Mechoso, Ruben Barcos, Julio Mancebo, Luce Fabbri, Alfredo Errandonea (h), Ruben Prieto de la Comunidad del Sur. Todos ellos militantes de primera línea.
Desde mi peripecia personal, las cosas rodaron de tal manera que, pese a que con muchos de esos compañeros fuimos asumiendo lineamientos políticos y teóricos distintos, se pudo mantener los vínculos y el respeto mutuo con todos. Incluso cuando las discrepancias llevaron a polarizaciones importantes, a principios de los sesenta.

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    Recuerdo que, en abril de 1959, editábamos un quincenario llamado Lucha Libertaria. Salía prácticamente desde la fundación de la FAU.
    Una tarde salimos de una reunión de la redacción; con Gerardo Gatti, Elbia Leite y Pedro Scaron nos acercamos a la Explanada de la imm donde había un mitin. Hablaba Fidel, del triunfante movimiento 26 de Julio cubano. Explicaba la lógica de la revolución que encabezaba. Por entonces una incontenible revolución popular, democrática, antimperialista.
    Ese día adherí a la idea, totalmente heterodoxa en el pensamiento ácrata, que desde un gobierno se podían llevar adelante tareas de liberación. En ese momento era un militante de base, políticamente casi analfabeto, pero esa convicción la mantengo enteramente.
    CUBA COMO CORTAPISA
    El distanciamiento en el pensar político se ahondó luego, cuando en Cuba la revolución se definió como socialista y adhirió a los postulados del marxismo-leninismo.
    Cuando empecé a leer con atención sobre los problemas de la rebeldía y la revolución lo hice guiado en gran medida por lo que se sabía de Cuba: la revista Pensamiento Crítico, los discursos de Fidel, los escritos del Che y el marxismo fermental, crítico, que venía de esa experiencia.
    Con el Movimiento 26 de Julio (de Fidel), la FAU tenía en común los colores rojo y negro. Pero el pensamiento político era totalmente diferente.
    En esos años algunos compañeros, liderados por Gerardo Gatti, pensaron que era posible que la FAU, o al menos la gran mayoría, acompañara una actitud de apoyo a la revolución en Cuba. Se abrió un período bastante largo de debates duros. Yo compartía la línea que impulsaban Gerardo, Duarte y otros compañeros pero partía del reconocimiento que eso no era compatible con la definición anarquista. Por lo demás, así lo vivían no sólo los anarquistas de Cuba, enfrentados al Movimiento 26 de Julio, no obstante las analogías cromáticas, sino los anarquistas de todo el mundo. No participé en los debates que condujeron a la división.
    LAS LIMITACIONES
    Para empezar, la FAU fundacional era teóricamente muy heterogénea. Bellas Artes, la Comunidad del Sur, el anarcosindicalismo, los libertarios de Medicina, Luce Fabbri. Eran concepciones que rumbeaban en sentidos diferentes. Sus exponentes en los debates eran compañeros íntegros, con una gran cultura política y una gran entrega a la militancia. Pero no había unidad de pensamiento. Y por tanto tampoco de acción.
    Durante un tiempo, con mucha apertura y reconocimiento anarquista, prevaleció la valoración positiva de las experiencias emprendidas, en su gran diversidad: la vida comunitaria, las huelgas duras, las campañas de sensibilización visual, la experiencia de vivir y trabajar en comunidad, la inserción en el barrio y las denuncias del aumento del boleto.
    Cuando estalló el debate cubano, las relaciones entre las distintas concepciones ideológicas ya no fueron tan cordiales.
    Tal como se había desarrollado entonces el pensamiento anarquista, inspirado en Bakunin y Malatesta, no constituía una guía para la acción vigente para el Uruguay en los umbrales de un ciclo bajo los dictados del fmi, el comienzo de la remodelación conservadora y una larga y morosa perversión de la democracia que devino dictadura.
    El pensamiento anarquista no se ocupaba de eso. Era, en gran medida es, un pensamiento genérico, que remite a principios generales como “impulsar la lucha por la libertad”. El programa de 1956 ponía un gran énfasis en la lucha contra el estatismo, contra los impuestos, contra el clericalismo y el militarismo.
    El tránsito entre esos principios generales de libertad, justicia, igualdad y una militancia a partir de la definición de una línea política es un pensamiento que el anarquismo no se propone dar. No cree en el carácter transformador de la acción desde un instrumento político, como es un partido. Más bien sostiene su carácter perverso en tanto “ejercicio del poder”, “embrión de dictadura”.
    En ese pensamiento había poco de lo que a mí me interesaba, que es la militancia política en Uruguay para contribuir a transformar la realidad uruguaya. Contribuir, con otros, de otras organizaciones sociales y políticas. Sumar fuerzas con compañeros que no piensan exactamente igual que yo.
    Al menos en aquella época el pensamiento clásico anarquista no daba cuenta de los cambios que había experimentado el Estado. El Estado uruguayo vivía un período de involución. Ya no era el Estado juez y gendarme del siglo xix. Era un Estado que había crecido bajo una inflexión paternalista. Luego, desde el discurso democrático, se volvió autoritario y se apretó como un chaleco de fuerza que atrapaba al conjunto de la vida social. Con ese Estado nos topábamos a cada paso.
    Por eso, ya desde fines de los cincuenta, los sindicalistas de la FAU impulsaban una línea muy distinta a la del anarcosindicalismo clásico. Ya no se podía decir “no hacemos gestiones ante los representantes del Estado burgués”. Desde la época del primer batllismo, toda la cuestión obrera tendía a estar regulada por leyes. Y los sindicatos se habían construido, desde abajo y en la lucha, disputando en ese terreno.
    En el Uruguay de los sesenta, del mismo modo que sucede hoy, participar en las luchas reales del movimiento popular era enfrentarse a la cuestión del gobierno. No se trataba de levantar los principios generales de la libertad y la justicia y de un antiestatismo genérico sino de resistir y derrotar a un gobierno conservador. Y para hacerlo era necesario levantar una propuesta alternativa.
    Situados en ese terreno, los sindicatos, incluso los orientados por compañeros o simpatizantes de la FAU, desarrollaron una práctica y un programa para la lucha que abarcaba todos los grandes dilemas planteados a nivel nacional: el programa del Congreso del Pueblo, de 1965. Tal programa sólo se puede llevar adelante asumiendo como propias las cuestiones del gobierno.
    Y a poco que se ande, la cuestión de transformar la lucha por ese programa sindical y popular en una lucha política por impulsar acciones de gobierno es inevitable. En Uruguay ese paso se dio entre 1965, el Congreso del Pueblo, y fines del 70, con la fundación del Frente Amplio.
    Aprendimos también que un pensamiento teórico acertado es indispensable para no estar anclados en el “perpetuo retorno”, en un ciclo que se repite de manera inexorable. Pensamiento adecuado para que los hechos tengan un sentido y para sacarle a la realidad que vivimos, la que nosotros mismos protagonizamos, las enseñanzas y las motivaciones para avanzar, para seguir luchando por la victoria.
    La creación del partido
    En ese sentido, el principio de continuidad de la organización política es esencial. La necesidad de creación de un partido ya era una idea corriente de los militantes en 1972, período de grandes reveses y de represión al que logramos sobrevivir, no sin decenas de presos.
    El proceso orgánico de creación del PVP se desarrolló entre fines de 1973, cuando se redacta el documento base de discusión, y julio de 1975, cuando se hace la sesión final del congreso.
    Las ideas centrales del programa las habíamos empezado a elaborar en Uruguay, después de la huelga general por tiempo indeterminado declarada por la CNT. En ese primer bosquejo participamos varios compañeros de la dirección que actuaba clandestinamente en Montevideo: Carlos Coitiño, Pablo Anzalone y yo.
    Veníamos con una experiencia intensa y rica. La huelga general había colocado la cuestión de la democracia y la libertad en el orden del día de los sindicatos. Y las organizaciones sindicales de la clase obrera habían sabido ocupar el centro de la escena política, en momentos en que las clases dominantes quitaban el respaldo a los partidos y apoyaban el movimiento golpista de los militares con el sostén de Bordaberry.
    Con la dictadura se instaló una situación política nueva. Y para esa realidad no resultaban eficaces algunos de los instrumentos anteriores.
    Una de las ideas fuerza que más eco encontró entre la gente que se acercaba a nosotros tanto en Montevideo como en Buenos Aires era acerca de la necesidad de un partido. Un partido implantado en la clase obrera y el pueblo resistente para la acción contra la dictadura.
    Al mismo tiempo, la creación del PVP significó saldar con nuestro pasado anarquista. Nos proponíamos ser un partido (y no una federación). Invitamos a integrarse a compañeros con tradiciones políticas distintas a las de la FAU.
    La resolución central del Congreso, impulsada y fundamentada por Gerardo Gatti, bregaba por el derrocamiento de la dictadura y la instalación de un gobierno provisorio integrado por todas las fuerzas –civiles y militares– que hubieran luchado contra la dictadura. Para lograr esos objetivos el programa de 1975 impulsaba la creación de un frente nacional de resistencia. Y preveía la convocatoria de una asamblea constituyente. Gobierno, frente, asamblea constituyente: todo ese conjunto de ideas estaba muy alejado de la doctrina anarquista. Era más bien una lectura propia, desde el Río de la Plata, de experiencias revolucionarias de los últimos tiempos, buena parte de ellas inspiradas en el marxismo, especialmente el cubano.
    En ese marco se inscribió nuestro plan de acción que fue reprimido de modo brutal. Como es sabido, la mayor parte de los dirigentes de aquel período fundacional del PVP fueron secuestrados y se encuentran desaparecidos. Son desaparecidos del PVP.
    Sobre todo esto existe una amplia documentación y un sinnúmero de testimonios.
    ¿Qué rescataría del pensamiento libertario? Para nosotros es una fuente de inspiración ética, una referencia fundamental en el terreno de los valores. Nos sentimos identificados con el rechazo a todo tipo de servilismo, de obsecuencia, de arribismo. Con la condena de cualquier tipo de situacionismo político, de la mediocridad. Rescatamos el valor que la corriente anarquista le asigna a la defensa de la dignidad. La dignidad de las personas, de los trabajadores, de los pueblos.
    Desde el punto de vista del PVP creemos que toda ideología tiene un rasgo emocional, una identidad que va más allá de sus definiciones teóricas y su proyecto político. Una cosa es creer en la necesidad de forjar un partido y de desarrollar la lucha política con un punto de vista propio. Otra muy distinta es transformar el radiante y tenebroso espectáculo de la vida y de la lucha por la emancipación en una cuestión de cálculo político. La militancia política sin referencias ideológicas y éticas es, además, un pasaporte a la derrota. En nuestra América hemos visto naufragar demasiados procesos revolucionarios en esas peripecias. La socorrida primacía de “los hechos” y el llamado “fin de las ideologías” es una proposición ideológica. Y pertenece a la ideología del enemigo.
    Tomado de Brecha del 17 de Noviembre de 2006





4).- 13/11/06. Elecciones internas de la izquierda: los logros y los desafíos. La República

Contratapa de Hugo Cores PVP-567 Frente Amplio

Escribimos estos comentarios cuando todavía se está votando en los locales habilitados por el Frente Amplio en todo el país. Transcurre una instancia política inspirada en la mejor tradición de la izquierda uruguaya.

1- Apenas dos años después de su victoria electoral, cuando la aplicación de sus lineamientos programáticos está lejos de haber culminado, el Frente Amplio se expone al juicio de la ciudadanía a través de una convocatoria abierta para que participen todos los uruguayos que así lo quieran. Una convocatoria que, en su última realización en el año 2003, atrajo alrededor del 10% del total de electores que participó en las elecciones nacionales, éstas últimas con voto obligatorio.

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    Una elección que, en número de votos, mostró una concurrencia más numerosa que las elecciones internas de casi todos los grandes partidos populares y de izquierda en nuestra América Latina incluyendo al Partido de los Trabajadores de Lula y apenas por debajo del poderoso Partido Democrático de la Revolución liderado por Andrés Manuel López Obrador.

    2- Una elección organizada por el partido Frente Amplio, desde la sociedad civil. Sin ninguna participación del gobierno ni del Estado, como es lógico.
    En tanto movilización libre y abierta de la sociedad, organizada desde la propia sociedad, estas elecciones internas de la izquierda marcan un trazo de diferencia radical con las práctica de los partidos tradiciones de nuestro país.

    Un elemento indicativo de la evolución de estos partidos, en los últimos decenios, ha sido, justamente, su proceso de “estatización”, su absoluta incapacidad de vivir sin disponer a su antojo de la plantilla presupuestal. Dicho de otro modo, partidos incapaces de reproducirse sin estar prendidos a la teta del Estado, de la disposición discrecional de las oportunidades de empleo, del otorgamiento de las licitaciones, de las ventas al Estado y demás.

    Mirando la jornada electoral de ayer desde el ángulo que acabamos de describir, resultan por lo menos irrisorias las estimaciones de los partidos de derecha acerca de “la frialdad” o “desaprobación al gobierno” de la ciudadanía frenteamplista. ¿Cuándo ellos se sometieron a una instancia semejante?

    3- Como experiencia organizada desde la sociedad, la elección incorpora la voluntad de ampliar la participación de los más jóvenes, lo cual no es sino el reconocimiento que la izquierda, y el conjunto del sistema de partidos, están teniendo dificultades para adscribir a los más jóvenes a sus filas, incorporarlos a las discusiones y las tareas de la acción política democrática.

    Al habilitar el derecho de votación a los mayores de catorce años, el Frente Amplio busca, por los medios que están a su alcance, que no son todos, acercar a los más jóvenes otorgándoles la posibilidad de decidir.

    Es un paso nuevo sobre el que habrá que ir viendo los resultados. No nos cabe ninguna duda que se trata de un buen camino a transitar en un tiempo como el que vivimos en el que los muchachos y muchachas, expuestos en su vida cotidiana a frustraciones y desafíos a menudo áridos e ingratos, sienten la actividad política como extraña a sus preocupaciones. Participar eligiendo no resuelve todo, pero es algo. Un comienzo, una conducta a desarrollar. Llamará a una nueva generación para la compleja actitud de pensar en política y asumir responsabilidades nuevas.

    En síntesis un paso audaz en una izquierda, la nuestra (con nosotros adentro), con cierta tendencia a las rutinas, repeticiones y envejecimientos y poco propicia para la cultura de los ensayos y las innovaciones. La apertura a las más jóvenes abre un camino distinto. Retenerlos, mantener el interés más allá de la elección, implicará una vida política por parte del Frente Amplio mucho más rica y con una vitalidad mayor de la que ha mostrado en los últimos años.

    4- La elección tiene, obviamente, otra significación, también de índole democrática, de apertura hacia abajo. Una voluntad de hacer de la actividad política un patrimonio de mucha gente y no solo de una elite profesional, de un cuerpo de funcionarios especializados y dueños de los “secretos del Estado”.

    Al exhibir en las mesas de votación más de quince listas, representando a veintiocho agrupamientos políticos, el FA asume con energía el desafío que el pueblo frenteamplista emita una opinión acerca del desempeño de las distintas corrientes que lo componen. Se somete al escrutinio y la opinión crítica, con toda la significación que eso conlleva.

    Al poder discernir entre diferentes listas, cada una con su propia identidad y perfil ideológico, el pueblo frenteamplista enviará un mensaje, sencillo pero preciso acerca de cómo se está viendo las propuestas, los estilos, las orientaciones de cada una de las tendencia que componen el gobierno.

    Más que al Frente Amplio en su conjunto, el mensaje aquí estará dirigido a cada una de las agrupaciones. Unas crecerán, otras mostrarán estancamiento, otras caerán en el apoyo de sus bases electoral.

    Finalizado el recuento y los estudios comparativos con otras internas, cada fuerza política tendrá que reflexionar acerca de cómo es percibido su accionar. Es una medición que siempre importa.

    5- En elecciones internas anteriores la estructura organizativa de base del FA se encontraba en un grado de movilización mayor. El acceso al gobierno llevó a que algunos compañeros y algunos partidos se fueran distanciando de la estructura de base. La información empezó a fluir lentamente. Se desarrolló una pereza difícil de disipar para discutir los temas donde existen diferencias importantes.

    Ante la cuestión de firmar o no un Tratado de Libre Comercio con los EE.UU., bajo el régimen de ‘tratamiento a las apuradas’ impuesto por Bush, costó mucho que se conocieran con precisión los términos de la información que manejaban los técnicos oficiales. Hubo rémora y hasta ocultamiento de los aspectos más polémicos de un tratado que solo podía causarle graves perjuicios, presentes y futuros al país. Fue precisa una acción enérgica de las organizaciones sociales y partidos políticos así como las advertencias de personalidades como Quijano, Couriel, Caetano, Conde y otros, para que las autoridades decidieran un rotundo no a la presión de los negociadores norteamericanos.

    Esa modalidad no debiera repetirse. Como tampoco aspectos sustanciales de la política económica que, con demasiada frecuencia, aparecen como hechos consumados sin que la organización política haya tenido tiempo de estudiarlos y discutirlos. Todos somos concientes que los plazos de la administración no son eternos, tienen la perentoriedad que le imponen los tiempos de gobierno. Pero informar y elaborar conjuntamente con un cuerpo de militantes que no está en la plantilla no es demora, es inversión. Es prepararse mejor para las insoslayables batallas por la opinión pública.

    La conducción de la política económica incide sobre el conjunto de la gestión de gobierno. Por esa gravitación, la política económica no puede ser coto restringido del equipo económico ni estar teñida de la inflexión tecnocrática parienta del pensamiento único.

    6- Finalmente, fortalecer al instrumento político Frente Amplio es el único camino para evitar quedar de rehenes de los medios de comunicación de masas que controlan las derechas. Los voceros del inmovilismo, los defensores activos y por omisión de la impunidad.

    A estos ya los hemos visto actuar. Hace apenas algunas semanas, contra Tabaré cuando la remoción del General Carlos Díaz, en la huelga de patrones transportista y en mil instancias cotidianas más.

    Ante la manipulación mediática ¿nos vamos a quedar, como párvulos, en nuestra casa, frente a un aparato de TV, esperando saber qué dicen quienes sobreviven estrechamente asociados al poder económico de los grupos conservadores? ¿O vamos a hacer que funcionen los mecanismos político-partidarios que entre todos estamos construyendo?





5).- 10/11/06. Búsqueda y las elecciones en Nicaragua

EDITORIAL
La República

Siguiendo el ciclo de triunfo de candidatos de la oposición progresista, el pasado domingo el candidato del Frente Sandinista de Liberación Nacional, Daniel Ortega se consagró como presidente constitucional de Nicaragua.

El triunfo de Ortega se sustanció pese a la notoria y por momentos escandalosa injerencia política de los Estados Unidos en los asuntos internos del país centroamericano.
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    En días previos a las elecciones proliferaron las amenazas de cese de los programas de ayuda, presencia amenazadora en territorio nica de figuras como Oliver North, mentor indiscutido de la guerra contra el régimen constitucional sandinista y figura ligada a las peores evidencias de la corrupción y ferocidad de la política exterior de los Estados Unidos en los tiempos de la guerra fría.

    La primera lectura que muchos observadores latinoamericanos han hecho es, justamente, poner de relieve la actitud de dignidad y de coraje del pueblo nicaragüense que, en carne propia conoce en profundidad el significado de una guerra contrarrevolucionaria como la que sufrió en la década de los ochenta

    Pero no ha eso lo que el semanario de las derechas uruguayas destaca. En realidad, para “Búsqueda” la elección de Ortega parece ser el pretexto para repetir todas y cada de las falsificaciones conceptuales definidas en los manuales de elaboración del discurso político oficial de la Casa Blanca en los tiempos de Bush.

    Ataques a los candidatos que se oponen a las políticas del Departamento de Estado para la región englobándoles todos con el sambenito de “populistas”. Acto seguido se trata de “empaquetar” a todos los gobiernos orientados por frentes o partidos que tienen base popular, como ligados y subordinados al “chavismo” y al “castrismo” cubano.

    “Búsqueda” acude a la forma sencilla y cómoda de poner una etiqueta sin necesidad de rastrear cuáles son las condiciones que en cada país se desarrollan los procesos políticos y sociales y llevan a la derrota sistemática de todos los partidos políticos nativos aliados de los EE.UU.

    En el artículo que comentamos la victoria de Ortega es presentada como fruto de la división de la derecha y del “desinterés de EE.UU. hacia la región”. ¡Vaya desinterés!
    La agresión criminal desatada contra el pueblo y el gobierno de Nicaragua con el apoyo más descarado del gobierno norteamericano, conocida como la guerra de la “contra” es presentada como una “guerra campesina”, soslayando las formas brutales que asumió el respaldo dado por el Estado norteamericano a los militares somozistas y a la extrema derecha de aquel país.

    La cruel guerra de la contra cayó como un nuevo flagelo sobre la ya sufrida población rural y urbana del pequeño país centroamericano. Sus decenas de miles de muertos, se calcula entre 20 y 30 mil los caídos en esa etapa, se suman a las decenas de miles que dejaron sus vidas en la lucha contra la dictadura de Somoza.

    Con esos antecedentes la presión ejercida a los largo de los meses por la diplomacia, la prensa y los ámbitos políticos de los EE.UU. Así lo registró la periodista María Carpinetta en los días previos a la elección: “Durante toda la campaña, e incluso meses antes, el embajador estadounidense, Paul Trivelli, funcionarios del gobierno y senadores republicanos se esforzaron en unificar a la derecha nicaragüense y denostar al líder sandinista. En lo primero fracasaron estrepitosamente. En lo segundo, siguen intentando”. Hoy ya sabemos que también en esto fracasaron.

    La advertencia de Trivelli, concluye Carpinetta, pareció convertirse en una amenaza concreta cuando varios legisladores republicanos pidieron en estos últimos días que se revea el envío de remesas a Nicaragua en el caso de una victoria del sandinismo. Esta es, sin dudas, lo que causa más miedo entre los nicaragüenses. El año pasado las remesas que entraron al país alcanzaron los 850 millones de dólares, lo que equivale al 17,5 por ciento del PBI y al 99,2 por ciento de todas las exportaciones de 2005. Más del 60 por ciento de las remesas provenían de Estados Unidos.
    Pero estas amenazas no cuentan para “Búsqueda”.

viernes, 3 de noviembre de 2006

3 noviembre al 9 de noviembre de 2006.


1).- 03/11/06. El muro norteamericano contra México
EDITORIAL
La República


(FOTO:Hugo Cores en 1979 reunido con la COB (Central Obrera Boliviana)

El pasado día 26 de octubre el presidente de los EE.UU. estampó su firma en la ley que ordena la construcción de un muro de 1226 kilómetros de ancho en la frontera que separa ambos países.

Esa zona del planeta ha devenido emblemática en tanto es sede de singulares circunstancias dramáticas: desde hace ya muchos años, en esa frontera son ultimados cientos de emigrantes mexicanos y procedentes de otros países de aquella región.

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    La intransigencia de las autoridades norteamericanas, el estancamiento y subdesarrollo que padecen los países de centro y Norteamérica, los sentimientos de hostilidad racista que crecen en algunos sectores de la población de los Estados del centro y sur de los EE.UU. ha convertido la frontera en un foco dramático de violencia.

    La construcción del muro parece obedecer a varias razones. Entre otras, una de oportunidad: la proximidad de elecciones legislativas en las que el Partido Republicano de Bush aspira a capitalizar esos sentimientos de xenofobia fascistizante. La brutal resolución del gobierno norteamericano significa el reconocimiento de muchos fracasos, el eclipsamiento o ridiculización de muchos mitos que flotan en torno a la idea del valor de la libertad, la tolerancia, la apertura a los que buscan nuevas oportunidades y demás.

    Por otra parte, la decisión cae sobre una situación mexicana especialmente explosiva. Por un lado la persistencia de la movilización democrática de apoyo a las denuncias de fraude formuladas por el ex alcalde de México D.F., Andrés Manuel López Obrador. Al mismo tiempo la movilización de maestros, profesores y ahora la casi totalidad del pueblo de Oaxaca, en un proceso de rebelión popular impresionante y que se agrava día a día.
    Finalmente la situación social de millones de campesinos mexicanos con sus economías arrasadas por las condiciones económicas impuestas por las políticas predominantes en los últimos gobiernos realizados por las derechas mexicanas.

    La construcción del muro ha suscitado comentarios críticas en muchas parte tanto dentro como fuera de México. Así, por ejemplo, J. M. Pasquini Durán ha escrito en el matutino bonaerense: “Ningún otro emblema habría definido con más nitidez los criterios de la Casa Blanca sobre las relaciones de libre comercio con los países de América latina: las mercaderías y el dinero podrán atravesar la frontera sur de Estados Unidos, pero las personas serán impedidas por un muro de más de mil kilómetros, para cuya construcción se prevé una primera inversión de 1200 millones de dólares, aunque su costo final podría rondar los nueve mil millones de la misma moneda.
    Desde (el 26 de octubre) la ley que ordena levantar esa gigantesca barrera tiene la aprobación de la mayoría oficialista en el Congreso y la firma del presidente George W. Bush.

    Vicente Fox, mandatario saliente de México, en la Cumbre de Mar del Plata, defendió con pasión los proyectos norteamericanos de libre comercio, a los que se opusieron los socios del Mercosur, pero al notificarse de la ley del muro la calificó de acto de hipocresía para una nación creada por inmigrantes. “No es posible –aseguró– que en el siglo XXI estemos construyendo muros entre dos naciones que somos vecinas, que somos hermanas, que somos socias.”

    Hace una semana, el escritor mexicano Carlos Fuentes advertía que “la arrogante, ciega y arbitraria decisión norteamericana de ir cerrando la frontera habrá de ser el principal dolor de cabeza –a la vez internacional e interno– del futuro presidente Felipe Calderón (...) El externo, en relación con los EE.UU., sus necesidades de trabajo y el trato dado a los inmigrantes mexicanos. Y el interno, a medida que la frontera se cierre y se caliente y México deba proporcionar ocupación a medio millón de trabajadores cada año, encerrados detrás de la cortina de nopal”.





2).- 06/11/06. Ecos de la Cumbre. La República

Contratapa Escribe Hugo Cores PVP-567 Frente Amplio

La realización de la Conferencia Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno y su transmisión simultánea por radio y por TV permitió que los uruguayos se familiarizaran con la cuestión de las migraciones y por lo menos con algunos de los grandes problemas que aquejan a los países pobres en su inserción en el campo internacional.

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    Las condiciones por las que atraviesa el capitalismo actual han sido propicias para el crecimiento de las diferencias entre las naciones más ricas y las áreas sumergidas donde habita la mayor parte de la comunidad humana. Demás está decir que la gravitación de estas tensiones y antagonismos, en el que se despliega el fenómeno migratorio, no es el resultado de ‘hechos de la naturaleza’ o de la existencia de ‘etnias superiores’ más aptas para el progreso material y formaciones nacionales menos dotadas para acceder a los beneficios del progreso material. Se trata de decisiones políticas y del desarrollo de tendencias que son inherentes al modo de producción capitalista.

    El mito de la libertad de comercio

    En el agravamiento de esta brecha está una de las causas esenciales del creciente flujo migratorio que ha sido objeto de intercambios, declaraciones y compromisos en la conferencia.

    Como ha dicho la organización OXFAM INTERNACIONAL, examinando las raíces del atraso que encadenan al Tercer Mundo, “Los países ricos mantienen una política hipócrita en sus relaciones comerciales. Aplican medidas proteccionistas cuando les interesa, obligan a los países empobrecidos a abrir sus mercados sin ningún tipo de protección e inundan los mercados de los países pobres con productos subvencionados, provocando una competencia desleal y poniendo en peligro la seguridad alimentaria de la población.
    Gastar 41.000 millones de dólares al año en subsidios agrarios, incluyendo subsidios a la exportación, sin tener en cuenta su desastroso impacto en los pequeños productores del Sur. No proporcionar acceso total al mercado a todas las exportaciones de los 49 países menos desarrollados, y retrasar la eliminación de las cuotas restrictivas a las exportaciones de textiles y prendas de vestir de los países en desarrollo.
    A pesar de la retórica de sus gobiernos sobre el libre mercado, los países ricos se han mantenido fuertemente proteccionistas frente a las exportaciones de los países en desarrollo. Estas políticas comerciales proteccionistas son una de las razones por las que no están llegando a los países pobres los beneficios de la integración en los mercados mundiales.
    EEUU y la Unión Europea son los dos bloques comerciales más proteccionistas del mundo. A la vez que cierran sus mercados fuerzan a los países del Sur a liberalizar los suyos, a través de la imposición de programas del FMI y del Banco Mundial”.

    Como ha hecho notar el ensayista portugués Boaventura de Souza, el hecho nuevo es que los países del Sur consiguieron el mínimo de unión (para lo que contribuyeron mucho Brasil, India y Sudáfrica) para poder hacer oír lo obvio: el comercio libre ha sido el fraude con que las naciones ricas han impuesto a los países pobres los términos de comercio más desiguales desde el colonialismo. El mismo fraude fue denunciado por los movimientos sociales con respecto al ALCA.

    Presiones y amenazas

    La explotación económica que empobrece a los pueblos del Tercer Mundo es inseparable de las formas de opresión política que operan a nivel planetario. Desde los medios de comunicación de masas y la proyección de sus pautas culturales hasta las agresiones donde hacen alarde de su potencia militar, los países más ricos liderados por los Estados Unidos mantienen un orden mundial político mundial que resulta funcional al mantenimiento del statu quo y la perpetuación de las desigualdades.

    Nuestra América Latina ha sufrido y sufre la presión política que a menudo en forma descarada pretende ejercer la diplomacia norteamericana sobre el destino de nuestros pueblos.
    En momentos que escribimos esta nota desde varias partes del mundo y desde la propia Nicaragua se alzan voces contra las presiones que Washington está ejerciendo sobre el pueblo nica en momentos que el cuerpo electoral se apresta a elegir nuevo presidente. El candidato del Frente Sandinista, Daniel Ortega, ha sido puesto en la lista negra del gobierno norteamericano. Con descaro, el gobierno de los EE.UU. anuncia que los planes de ayuda financiera a la maltrecha economía nicaragüense serán suspendidos en caso de una victoria del sandinismo.

    Las presiones tanto norteamericanas como europeas, incluyendo España, que se ejercen contra Cuba y Venezuela son también un intento, sin éxito, de bloquear no solo los procesos transformadores que avanzan en esos países sino también de poner obstáculos a la posibilidad de una integración regional basada en principios de solidaridad y cooperación distintos y opuestos a los de la integración bajo la hegemonía norteamericana.


    La continuidad de esta situación de injusticia en las relaciones económicas internacionales ha reposado hasta hoy en la existencia de clases o estamentos sociales privilegiados que operan dentro de los países más postergados y que actúan de hecho como aliados de los intereses externos, haciendo posible la existencia de formas de dominación neocolonial impuestas desde afuera.

    De un modo u otro, en el curso de la Cumbre aparecieron referencias a los efectos ruinosos que para nuestra región tiene la actual división internacional del trabajo y hasta qué punto el discurso del liberalismo económico esconde la realidad de unas relaciones de explotación cada vez más ávidas.

    Un muro en nombre de la libertad

    Como expresión del doble discurso por parte del gobierno norteamericano resulta significativo el anuncio de la construcción de un muro de más de 1220 kilómetros a lo largo de la frontera entre México y los Estados Unidos.
    La fortificación de lo que separa en la frontera contrasta con la lógica neoliberal plasmada en el Tratado de Libre Comercio para Norteamérica (el NAFTA de acuerdo a la sigla en inglés) agregando material inflamable en México, sacudido por tensiones políticas y sociales extremadamente graves.

    No ha concluido todavía la crisis cívica nacida de las denuncias de fraude electoral formuladas por el candidato de la oposición de izquierda Andrés Manuel López Obrador cuando ha estallado una movilización popular incontenible en Oaxaca, donde la represión ha dejado ya numerosas víctimas y no obstante la insurgencia popular continúa.
    Como trasfondo social, la presión migratoria de trabajadores mexicanos, que se procura bloquear con el muro, nace de la ruina de una parte significativa de los agricultores mexicanos que no soportaron las condiciones impuestas por las políticas económicas aplicadas por los gobiernos, como el de Fox, sumisos a los intereses norteamericanos.

    Integración para el desarrollo

    En la Cumbre de Montevideo han estado en juego muchas tensiones y antagonismos. Quizás a partir del análisis de los mismos se pueda llegar a conclusiones razonables acerca de algunas ausencias por demás significativas, como las de Lula y Chávez.
    Lo que resulta claro es que la búsqueda de acuerdos en el seno de los países sudamericanos y la voluntad de impulsar un proceso de integración continental sudamericana va a contrapelo de los intereses conservadores de adentro y a contracorriente de la política de concertación de tratados de libre comercio que impulsa el gobierno de los EE.UU.

    Una integración, con el MERCOSUR como uno de sus ejes capitales, que haga posible un desarrollo económico capaz de dar empleo y salarios decorosos a millones de compatriotas que no ven otro camino que la migración para conseguir un empleo.

    Para los gobiernos progresistas de la región, incluyendo al de Uruguay, la reafirmación de esta integración regional sin hegemonía norteamericana es un aspecto fundamental en el desarrollo del programa popular y democrático por el que, uno tras otro, se han venido pronunciando los pueblos cada vez que se los ha convocado.





3).- 08/11/06. Las propuestas de un periodista de ley
EDITORIAL
La República

Tal como da cuenta La República en su edición de ayer, el lunes se realizó en la sede de la Asociación de la Prensa Uruguaya un significativo homenaje a un periodista de esta casa, Roger Rodríguez, obrero lúcido y tenaz en la reconstrucción de la verdad sobre los hechos de la historia reciente.

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    Al acto asistieron personalidades políticas y del amplio mundo de las luchas por los derechos humanos, desde familiares de desaparecidos hasta abogados, miembros de las organizaciones de Derechos Humanos, sindicalistas y muy numerosos, los periodistas. Desde los más fogueados hasta los muy numerosos integrantes de una nueva generación que siente que ve, con fundamento, en Roger un ejemplo de coraje y profesionalismo.

    La ceremonia ya ha sido informada en nuestras páginas. Ahora bien, sucede que las palabras con que el periodista agradeció el homenaje tributado no fueron expresiones huecas o mera retórica. Fue más bien una propuesta inteligente y pensada, un conjunto de lineamientos de trabajo que merecen ser comentados y examinados.


    Al admitir que hubo terrorismo de Estado, el actual gobierno queda comprometido en resarcir a las víctimas, y la primera forma de resarcirlas es buscando la verdad. Eso es lo que no entienden los mandos militares. Admitir que las Fuerzas Armadas torturaron y asesinaron es el primer paso para recuperar su honor y su aceptación social.

    La confirmación de la existencia del “segundo vuelo” de Orletti no deja lugar a equívocos. Las Fuerzas Armadas no pueden argumentar que en la lucha contra la “subversión” algunos se les murieron por “apremios”. El “segundo vuelo” implica una ejecución masiva de 22 personas, como ya había ocurrido con los fusilados de Soca.

    Y todavía resta saber si no hubo un “tercer” y hasta un “cuarto”
    vuelo. Todavía queda por descubrir qué ocurrió con María Claudia García de Gelman y con Elena Quinteros. Si trajeron a Santana e Inzaurralde desde Paraguay. Si todo el grupo del entorno a los GAU, que estaban en distintos pozos de Buenos Aires, también vinieron a Uruguay. (…)

    En primer lugar, que las organizaciones sociales y defensoras de los derechos humanos retomen su rol protagónico en la búsqueda de la verdad, que en los últimos años, por una u otra razón, se ha cedido al Estado. La Comisión para la Paz y, en sus acciones, el actual Poder Ejecutivo, han obtenido información, pero también la han administrado.

    El manejo de los archivos reservados –que existen, porque ningún servicio de inteligencia quema o destruye sus insumos de información- implica acelerar la discusión y aprobación de leyes que hoy están en el Parlamento. El Habeas Data y la ley de archivos son necesarias para establecer cómo se van a desclasificar los secretos.
    Pienso –y modestamente convoco- que las organizaciones sociales y defensores de los derechos humanos deben constituir una Comisión por la Verdad. Un ámbito en el que muchos que tienen datos puedan volcarlos con confianza. Un ámbito en el que el manejo de la información no tenga otro objetivo que la verdad en sí.

    También pienso que hay que buscar nuevas fórmulas para que las nuevas generaciones no estén ajenas a esta búsqueda de la verdad y al compromiso con los derechos humanos cotidianos.

    Pienso, concluyó el periodista, “que se deberían hacer cursos de “voluntariado en derechos humanos” donde se prepare a nueva gente, para un mismo compromiso.
    (…) Los periodistas no somos modestos. (…) Nos gusta que nos reconozcan. Quizás sea un estímulo al compromiso instituir un premio anual de derechos humanos, otorgado por las organizaciones sociales que hoy se han reunido”.





4).- 09/11/06. La alternativa del cambio popular. Rumbosur

HUGO CORES: “HAY DIFICULTADES PARA ARTICULAR LA ELABORACIÓN PROGRAMÁTICA CON LA ACTIVIDAD DEL GOBIERNO”

Por Roberto Bussero

El Profesor Hugo Cores ex diputado y referente del Partido por la Victoria del Pueblo, entiende que en la administración del presidente Tabaré Vázquez “hay dificultades para articular la elaboración programática con la actividad del gobierno y la legislativa. Falta ensamble entre los procesos de discusión y elaboración dentro del Frente Amplio y la de sus hombres y mujeres en el gobierno o el Parlamento”.

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    De todas maneras, el Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) considera que éste "es un período a la vez tormentas v contenido en la vida política de Uruguay, en el que se hace patente el agotamiento de las propuestas conservadoras y neoliberales y, parece abrirse para el país una etapa nueva, signada por los cambios de contenido popular, democrático y antiimperialista. Un momento también rico en alternativas de cambio en la región, particularmente en Venezuela, Brasil y Argentina, donde se ensayan, desde diferentes visiones, propuestas destinadas a revertir el destino de sometimiento v miseria que el orden económico y político internacional pretende asignarle a nuestra América Latina".
    Cores (68 años), profesor de Historia, fue presidente del Consejo de Banca Oficial de Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay. En mayo de 1969, en el primer congreso de la CNT (que designó presidente a José D'Elía), fue electo vicepresidente junto a Wladimir Turiansky. Fue miembro fundador de la Federación Anarquista del Uruguay (FAU) en octubre de 1956, v más tarde, de la Resistencia Obrero-Estudiantil. En abril de 1975 fue secuestrado en Argentina y permaneció desaparecido hasta que su detención fue legalizada y fue enviado al Penal de Sierra Chica, donde permaneció el resto del año. Expulsado de Argentina, residió un tiempo en Francia; a principios del 197 se instaló en Brasil, donde trabajó activamente contra la dictadura uruguaya. A fines de 1983 volvió a Argentina y retornó a Uruguay el 31 de diciembre de 1984.
    En 1985, cuando se fue completando la salida de los presos políticos y el regreso de los exiliados, el PVP rechazó la Ley de Caducidad (1986) y estuvo entre los que impulsaron la recolección de firmas y la realización de un plebiscito. En 1989 se alió al Movimiento de Liberación Nacional (MLN) y otros grupos independientes para la formación del Movimiento de Participación Popular (MPP). Las elecciones internas de ese movimiento y las nacionales de noviembre de 1989 llevaron a Cores a la diputación. En 1994, diferencias importantes con el MLN -entre otras, en materia de política de alianzas llevaron al PVP a separarse del MPP Cores renunció a la banca parlamentaria.
    Estrategias a largo plazo
    ¿Se puede superarla coyuntura pensando políticas a largo plazo?
    El Frente Amplio (FA) ha aprobado en sus congresos líneas de acción estratégica que constituyen los principios desde los cuales se intenta construir las soluciones a largo plazo. Se los puede sintetizar en tres: primero, avanzar en el desarrollo de la soberanía plena del país en un mundo globalizado, un campo internacional con características viejas y nuevas (como el empuje actual del imperialismo con el liderazgo de George W. Bush) que amenaza la integridad y el destino de las naciones. Ese problema ha estado en nuestro orden día en el presente, con la discusión dentro del FA acerca de la conveniencia de suscribir un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. El PVP estuvo desde el principio contra ese paso y defendió la necesidad de trabajar con otra estrategia cuyo punto de referencia actual sea el Mercosur.
    La segunda línea es avanzar en un concepto de desarrollo que incluya una política enérgica de redistribución de la renta, de mayor justicia social, después de muchos decenios en que los asalariados han perdido han perdido capacidad adquisitiva. Ese proceso pasa, en entre otras cosas, por el fortalecimiento de todos los servicios sociales de la comunidad, “el brazo social” del Estado, la salud, la vivienda y la educación. Y pasa también por el respeto por los derechos sindicales de los trabajadores, tal como este gobierno lo viene encarando.
    La tercera línea de acción apunta a la profundización de la democracia, a la necesidad de terminar con los factores residuales de muchos años de autoritarismo: por ejemplo, acabar con la impunidad contenida en la Ley de Caducidad, pero no es lo único.
    También es necesario eliminar todas las instancias de secreto, de centralización y de no participación que caracterizaron al sistema político bajo la dictadura y el período que siguió.
    Desde el punto de vista ¿cómo se apoya el cambio y cómo se asumen los riesgos que implica?
    Por un lado, tenemos presencia importante en el sindicalismo: hemos configurado una tendencia con cierta estabilidad dentro del PIT-CNT. Tener inserción sindical y procurar que sea coherente con los lineamientos políticos generales que adopta la organización es una tarea trabajosa. Nuestros sindicalistas, al participar de la elaboración de la línea del PVP, nos dan una cantidad de elementos que no tendríamos de otra manera y, a su vez, ellos toman una visión sobre la situación política global que los ayuda a salir de lo que podría ser una visión corporativa, de apoliticismo, inmediatismo o economicismo sindical.
    Asimismo, todo proceso de cambio es vivido por alguna gente como el miedo a que las cosas se salgan de cauce, que se desaten energías sociales perturbadoras e incontrolables, que se complique el problema de la gobernabilidad. En un país con la tradición que tiene Uruguay, y con una fuerza política como el FA, ese riesgo no existe; no estamos expuestos a una situación como la que otrora vivió Argentina, tenemos otra tradición de organización, de unidad y de lidiar con los problemas.
    Responsabilidad ideológica
    ¿Son válidas las categorías moderado/radical, pragmático/ideológico, ortodoxo/renovador, neoizquierda/ultra? ¿Cómo se ubica el PVP?
    Prefiero que encasillen otros. Creemos en la importancia de la elaboración de un pensamiento político propio. De lo contrario, sin pensamiento distintivo propio, ¿qué sentido tiene conformar un grupo o partido? Parece importante la continuidad, la existencia de un hilo conductor de las posiciones políticas a los largo de un período histórico, lo que podríamos llamar cierta responsabilidad ideológica. No andar a los bandazos, tratando de estar siempre en la cresta de la ola que crean los medios de comunicación.
    Pertenecemos al tronco histórico de las organizaciones que luchan por el socialismo. Hoy tenemos dificultades para ponernos de acuerdo, entre nosotros y con otros, acerca de qué socialismo aspiramos a construir. Es un terreno a trabajar, estudiando experiencias de dentro y de fuera del país. De todas maneras, no renunciamos a ese horizonte de transformaciones profundas. El progreso en el pensamiento, en las leyes y en la organización de la sociedad nace del conflicto, de la confrontación, que es de esperar que sea dialéctica y pacífica. La armonía social permanente es siempre una hipocresía.
    ¿Tiene el PVP un instituto programático o de análisis como otros grupos?
    Aún no lo tenemos. En este momento, las relaciones entre las organizaciones políticas y los intelectuales, en sentido general, se han modificado. Muchos pensadores (y estudiosos) han sido cooptados por el sistema o tienen grandes reservas para asumir un compromiso político. Las derrotas sufridas no han pasado en vano y en todos los sectores sociales han más escepticismo frente a la lucha política como instrumento de cambio para conjunto social. Nosotros participamos de varias instancias de elaboración en el seno de la actividad frenteamplista. No todo allí queda encajonado, pero hay dificultades para articular la elaboración programática con la actividad del gobierno y la legislativa. Falta ensamble entre los procesos de4 discusión y elaboración dentro del FA y la de sus hombres y mujeres en el gobierno o el parlamento.
    ¿Qué papel juega y cual aspira a jugar el PVP en el gobierno del FA?
    En el gobierno nuestros compañeros intentan una línea de acción que apunte a la transparencia, que fomente la participación, que no caiga en ninguna forma de burocratismo ni permisividad ni rutinarismo, esos males que acechan con frecuencia a los gobiernos de izquierda en el mundo. Como marxistas críticos, luchamos contra la ofensiva ideológica de la derecha en todos los terrenos y contra los que se esforzaron pro romper la unidad del FA y del sindicalismo clasista uruguayo.
    La memoria histórica
    En concreto, ¿qué medidas del gobierno tomadas, a anunciadas o por tomar son enfáticamente apoyadas por el PVP y sobre cuales duda o difiere?
    Nos parece muy importante que se haya legislado para proteger la actividad gremial de los trabajadores: es uno de los puntos más altos de este gobierno.
    En otro terreno, la mayor parte de las empresas públicas está teniendo un momento de recuperación de mejora en muchos planos.
    Por otra parte, asignamos mucha importancia ética a los pasos que el gobierno a dado avanzando –o dejando el paso para que la Justicia avance- en el terreno de la Verdad y la Justicia. La reconstrucción de la memoria histórica es esencial en ese sentido. Resulta agraviante que se presente como mérito de la Ley de Impunidad haber logrado “una salida política con paz” olvidando la existencia de cientos de uruguayos desaparecidos.
    Es intolerable que hayan pasado más de treinta años sin que se sepa qué pasó con los uruguayos secuestrados en Argentina y trasladados a Uruguay en el segundo vuelo, que los propios jerarcas militares de hoy reconocen. Como perspectiva, nos parece central la serie de transformaciones anunciadas en materia de salud, la asignación efectiva de más recursos a la educación pública y la vivienda.
    Estaríamos resueltamente en contra de entrar de nuevo en la lógica de “TLC o muerte” que plantean algunos dirigentes del FA. Nuestro destino como país se juega en la integración regional y en el fortalecimiento de los vínculos que nos unen con los demás países de América Latina. Hay que retener la plusvalía uruguaya que se está yendo hacia el ciclo de capital especulativo que anda dando vueltas por el mundo. Por otro lado, el proceso de inclusión social es complejo pero es el único transitable desde el punto de vista de la decencia humana. Requiere inevitablemente el crecimiento de las oportunidades de trabajo, la inversión en vista a la creación de empleo.
    Parece difícil gobernar contemplando miradas de futuro diferentes.
    Vázquez sostuvo que lo aprobado en el Congreso del FA sería la biblia del gobierno frenteamplista. Hemos participado de la elaboración de ese programa, lo hacemos nuestro aunque no estuvimos cien por ciento de acuerdo con las resoluciones. A su vez entendemos que el criterio defendido por Tabaré es completamente justo, porque permite conjugar muy bien las variaciones de matices importantes entre el pensamiento de Danilo Astori, el nuestro o el de Reinaldo Gargajo.
    Vamos a insistir en la democratización de la sociedad y el estado que tiene que ver con los medios de comunicación: distribución equitativa de los espacios políticos, acceso de la sociedad civil a los medios, el fin de las preferencias. Esto en el marco de todo lo que tiene que ver con los fenómenos d e transparencia y de participación, y también con profundizar la descentralización, que aún está a medio camino.
    En esa dirección, ¿cómo observa la dirección entre el presente y el futuro del país?
    Desde que accedió al gobierno, el FA generó un cambio profundo en el país: los “cotos de caza” de la administración –espacios de conociendo reservados y en secreto que dominaban la s oligarquías de los partidos tradicionales- se abrieron para gente que no responde a los intereses de las camarillas burocráticas o lobbys económicos que dominaron el país en buena parte del siglo XX. Es indudable que existe preocupación por los excluidos, por los presos, por los despojados del derecho a la salud. En ese sentido, si no se ven más logros del gobierno es porque hay una falla, una cierta incapacidad de comunicarlo, que a su vez tiene una relación con otros aspectos que son también carencias de la conducción nacional del FA.
    Tomado de Rumbosur, 9/11/2006





5).- 09/11/06. Las elecciones en los Estados Unidos
EDITORIAL
La República

Todo parece indicar que de acuerdo al pronunciamiento electoral del martes 7, el presidente Bush perderá no solo la mayoría en la Cámara de Representantes sino también en el Senado.

Los efectos políticos del revés sufrido por el partido republicano no se hicieron esperar. Donald Rumsfeld renunció a su cargo como Secretario de Defensa. Su solicitud fue aceptada y Bush ya ha nombrado a su sucesor que, por supuesto, es un hombre del riñón del aparato estatal norteamericano, Robert Gates; este ex Director de la CIA tendrá a su cargo la continuación de la guerra de Irak. La semana pasada, en declaraciones a la prensa, Bush había insistido en que tanto Rumsfeld como el vicepresidente, Dick Cheney, permanecerían en sus cargos hasta el final de su mandato (…)

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    Como se puede colegir de este episodio, las elecciones en los Estados Unidos son y a la vez no son un factor de cambio en la política exterior de Bush. La voluntad del presidente era seguir inmutable, el revés electoral parece inducirlo a la remoción del polémico “halcón”. Al hacerlo, el presidente coloca un hombre con análogos perfiles para dirigir la política exterior de la gran potencia.
    Reflexionado sobre el punto, Alejandro Nadal, analista de La Jornada de México sostiene: “El lunes, las autoridades de Nueva York decidieron trasladar el portaviones USS Intrepid, convertido en museo flotante sobre el río Hudson, para hacerle algunas mejoras. La senadora Hillary Clinton, en plena campaña electoral, pronunció un discurso antes de que el buque iniciara su último viaje. "El Intrepid representa todo en lo que creemos, nuestra libertad y nuestros valores", dijo la senadora. Pero el buque, veterano de la Segunda Guerra Mundial, encalló en el lecho del río. Hasta hoy no ha podido liberarse del fondo lodoso. Las palabras de Hillary fueron una metáfora tan involuntaria como certera: hoy, en Estados Unidos, todos esos valores se encuentran atascados en el fango.


    La magnitud del desastre en Irak debería haber despertado a más estadounidenses. En octubre, las tropas de ese país sufrieron 105 muertes, el peor saldo mensual en dos años. Los soldados estadounidenses muertos en Irak llegarán a 3 mil antes de fin de año. Hace varias semanas, los titulares de la prensa estadounidense anunciaban que la "batalla de Bagdad" seguía en pleno. ¿La batalla de Bagdad? Ese episodio se suponía había concluido pocas semanas después de iniciarse la guerra.

    Hoy Irak es un infierno. Las hostilidades entre sunitas y chiítas y la fragmentación regional explotaron plenamente desde hace más de un año. El primer ministro al-Maliki ha marcado su distancia con el gobierno de Bush: somos el amigo de Washington, pero no sus incondicionales, afirmó. Así que las diferencias se acentuaron” (…) Considerando el conjunto, el analista mexicano concluye: En resumen, las pérdidas de los republicanos en el Congreso pueden ser consideradas modestas para como están las cosas. En el corto plazo nada cambiará, ni en lo interno ni en lo internacional. Con razón todavía prevalece un fuerte abstencionismo.
    De todos modos, todavía no están todas las cartas a la vista. Para la conformación del Senado existen dudas acerca de los resultados por lo menos en dos Estados de la Unión.
    Si se confirmara la derrota de los candidatos republicanos el margen disponible para el presidente Bush se estrecharía de manera considerable.
    Son sin duda resultados muy modestos si se considera la magnitud del drama desencadenado por la guerra de Irak, el estilo extremista y fundamentalista que viene desarrollando el gobierno republicano y por la propia situación de disconformidad social que se vive en los Estados Unidos.