viernes, 10 de junio de 2005

10/06/05 y el 11/04/05



1.- 10.06.05. Lecciones aprendidas en La Habana

Escribe: Hugo Cores

Los frentistas estamos preocupados por una cantidad de problemas, muchos de ellos internos de nuestra fuerza política. Alguien podría pensar que esa prioridad excluye el interés por lo que pasa en otras tierras donde también se lucha contra la reglas de hierro que desde los grandes centros de poder se quieren imponer contra los intereses de los pueblos. Creo que no es así. Para lo nuestro también precisamos horizonte. Aprender de las luchas de otros pueblos, reconocer el carácter globalizado que hoy tiene la lucha por la emancipación. El pensamiento regimentado que quieren imponer los que hoy mandan en el mundo pretende que vivamos atrapados en la contiendas de capilla y que ignoremos la historia, los antecedentes de nuestras luchas por la liberación. Por eso ampliar el horizonte en el tiempo y ver el conjunto de las luchas es un paso adelante imprescindible. No se pierdo el tiempo sabiendo cómo se lucha en otras partes.

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    En el recientemente celebrado Foro de La Habana, contra el terrorismo y por verdad y justicia, se configuró una aportación variada y rica de testimonios, algunos de los cuales condensan tal grado de significación que vale la pena difundirlos.
    Es el caso del joven Javier Couso Permuy, hermano del fotógrafo gallego José Couso.
    El corresponsal fue muerto de un disparo efectuado desde un blindado militar de los EEUU que operaba en la zona del Hotel Palestina. Couso se encontraba grabando escenas de los combates que se libraban en Bagdad. El militar que ordenó los disparos lo hizo sabiendo a quien atacaba y por qué quería eliminarlo.
    Evitar que la verdad se sepa.
    Junto con Couso falleció Taras Prostyuk, un fotógrafo ucraniano. Otros periodistas que se encontraban en el lugar salvaron su vida por milagro. Ese mismo día fueron atacadas, a cañonazos, los estudios de la agencia árabe Al Jazeera. Se trataba, evidentemente, de una acción destinada a callar las voces alternativas instaladas en Irak. A la manera hitleriana, las tropas de invasión norteamericanas, querían asegurarse no sólo el control militar sino la “administración” de lo que el resto del mundo conocería acerca de lo que estaba sucediendo.
    El testimonio realizado por Javier, en el Palacio de las Convenciones de La Habana, pronunciado con serenidad, no buscó concitar emociones. El contenido de su relato tuvo una fuerza tan nítida que todo el Congreso guardó silencio para no perder ni un tramo de su exposición de unos veinte minutos.
    La familia del fotógrafo asesinado, según narró, recibió la noticia de la muerte del periodista con sorpresa y amargura. Hasta ese momento habían creído que la presencia de José en Bagdad, en el ejercicio de su labor profesional como reportero, no lo exponía al riesgo de perder su vida.
    El día anterior a su asesinato, el oficial al mando de uno de los blindados que operaban en las inmediaciones del hotel, subió hasta la habitación donde se encontraban grabando los reporteros. Los miró con intensidad uno a uno, identificando a la agencia para la que trabajaban.
    El día de su muerte el fotógrafo había grabado a ese blindado mientras efectuaba disparos a distintos “objetivos” en la zona del hotel. Lo hizo hasta que, desde el tanque, se apuntó a su cabeza y se lanzó el disparo que lo hirió de muerte.
    Las autoridades militares norteamericanas dieron distintas y sucesivas “razones” acerca de por qué se había efectuado el disparo: todas ellas se revelaron como falsas. No había, como se pretendió, francotiradores en los tejados y no obviamente no fueron los fotógrafos ultimados quienes dispararon sobre el tanque.
    La familia se moviliza
    Enterados del asesinato de José, sus familiares sintieron el dolor y la angustia de cómo se habían desarrollado los hechos. Presentaron una demanda ante las autoridades españolas que el gobierno neofascista de Aznar bloqueó mientras duró su mandato.
    En ese momento de desesperación, contó Javier, se les hizo presente una experiencia que siempre les había resultado conmovedora y que ahora los iluminó: las Madres de Plaza de Mayo alzando las fotos de sus hijos y saliendo a la calle, todas las semanas, puntualmente, en plena dictadura, reclamando por los desaparecidos.
    Desde entonces la denuncia de la familia a los responsables, norteamericanos y españoles, del asesinato del periodista, ha continuado con tenacidad. La familia se traslada regularmente a Madrid para exigir justicia, desfilando con sus pancartas frente a la sede de la Embajada de los Estados Unidos.
    “Mitad gallego, mitad iraquí”
    En el 2003 Javier decidió seguir la senda de su hermano. Y hacerlo empleando su misma “arma”: una cámara. Viajó a Irak para seguir adelante la tarea de contarle al mundo la verdad de los crímenes que están cometiendo los militares norteamericanos contra el pueblo iraquí.
    En Bagdad primero, y en Faluja después, donde para llegar debió vencer todos los obstáculos que le ponían las autoridades de la ocupación, Javier Couso se sorprendió por la simpatía y la hospitalidad que le brindaron los hombres y mujeres del pueblo iraquí. Saludaron su llegada y su gesto solidario. Apreciaron su coraje y su tenacidad para saber de su hermano y continuar con su lucha por la verdad. A partir de esos días Javier se hizo un poco iraquí.
    “Faluja es la Guernica iraquí”, narró en su testimonio. Buena parte de la ciudad está completamente destruida. Cuando se inició la invasión, lo primero que hicieron las tropas norteamericanas fue tomar el hospital.
    El mismo día que fueron muertos los periodistas del Hotel Palestina, habían ingresado más de 970 civiles heridos o agonizantes al hospital. No obstante, los reporteros heridos fueron atendidos por más de once médicos. Los profesionales del hospital habían comprendido la importancia de salvar la vida de aquellos hombres que le estaban narrando al mundo la verdad de las atrocidades cometidas contra su pueblo. Después de horas de trabajo médico, Couso falleció a causa de las heridas y de la sangre perdida.
    Una lucha que va de un extremo al otro del mundo
    Han pasado más de dos años y Faluja sigue siendo una ciudad mártir, con miles de casas destruidas y decenas de miles de civiles, incluidos niños y ancianos, muertos por el fuego de quienes fueron allí para “implantar la democracia”. Hoy en Irak, en Bagdad, Faluja y decenas de otras ciudades mártires ya hay más de 15.000 desaparecidos.
    Javier se ha convertido ahora también en un luchador por verdad y justicia y contra la impunidad. Los crímenes de Irak cambiaron el curso de su vida y la de su familia, que un día fue golpeada “como por el odio de Dios”, diría Vallejo.
    Todo eso lo contó en el Foro que se realizó en La Habana. Antes que él, decenas de testigos habían narrado otros crímenes y otros años, otros países y otras Guernicas perpetradas por las tropas norteamericanas: la invasión a Guatemala contra el gobierno constitucional de Jacobo Arbenz, el apoyo en 1964 al golpe contra el gobierno legítimo de Joao Goulart y la invasión en 1965 de los “marines” a Santo Domingo, la conspiración contra Allende, el respaldo a Pinochet, a Strossner, y a la Junta presidida por Videla, el aliento al Plan Cóndor en el Cono Sur, la invasión a Granada, el bombardeo a Panamá, los infinitos ataques a Cuba iniciados apenas se produjo el triunfo del ejército rebelde que derrocó a la dictadura de Batista.
    La Habana, capital de todas las denuncias, corazón de todas las protestas
    En el Foro estuvieron las Madres de Mayo, delegaciones de todos los países de A. Latina y el Caribe, la comisión de DD.HH. del PIT-CNT y académicos y activistas que, en el seno mismo de las sociedad norteamericana, documentan y denuncian sus crímenes.
    También dirigentes políticos de primera línea como Daniel Ortega, Jorge Shafick Handal y José Vicente Rangel que realizó una de las exposiciones más trascendentes del encuentro. No solo reclamó el derecho de la magistratura venezolana para juzgar a Posadas Carriles, reivindicó la necesidad de respetar los tratados que regulan las relaciones internacionales sino que denunció la actitud de hostilidad del gobierno de USA y la preparación de atentados criminales contra el presidente Chávez.
    Una pequeña reflexión final: sólo Cuba podía haber organizado este Foro, a la vez histórico y actual, contra la impunidad. Todos los que luchamos por verdad y justicia sabemos cuánto necesitamos de la solidaridad de ese pueblo valeroso. Y cuánta significación conlleva la lección permanente de su dignidad nacional frente al imperio, de su enhiesta independencia y soberanía.
    Todas las sesiones del encuentro, que duraban muchas horas cada día, fueron transmitidas en directo por la TV cubana.
    El pueblo de Cuba, normalmente bien informado, recibió el impacto emocional y ético de los testimonios que allí se aportaban. Y en su inmensa hospitalidad, Cuba recibió también la retribución simbólica, de palabras y de gestos solidarios en sus demandas de verdad y justicia sobre los miles de crímenes de los agentes de la CIA contra Cuba, como Posada Carriles, protegido por los EEUU.
    El testimonio de Javier en Cuba condensa, en una “historia de vida”, la universalidad de los valores que hoy están en juego. Con religiones distintas y hablando idiomas muy diversos en Santiago de Chile y en Buenos Aires, en algunos círculos universitarios de Europa y los EEUU, en Faluja, en Montevideo, en todo el resto de A. Latina y en Galicia, se lucha por verdad y justicia, por el reinado del Derecho y no de la fuerza bruta.
    Finalmente, estas reflexiones suscitadas a partir de la dramática peripecia de una familia gallega, las dedico a los combativos sindicatos de la Intersindical (CIGA) y a mis amigos del Bloque Nacionalista Gallego, a quienes deseo, para las próximas elecciones autonómicas del 19 de junio, el mejor de los éxitos en su lucha contra el fascismo residual que sigue pesando sobre los destinos de ese pueblo.
    10 de junio de 2005



2. 30.05.05. "La actualidad de la dictadura".

Una Summa imprescindible y urgente
Escribe: Hugo Cores

En estos días la Editorial Banda Oriental acaba de difundir el libro de Virginia Martínez "Tiempos de dictadura 1973-1985. Hechos, voces y documentos. La represión y la resistencia día a día".
La obra sorprende en más de un sentido: en primer lugar, es un trabajo realizado con absoluta precisión: datos, fechas, nombres, decretos, testimonios. Quiero decir que cada afirmación está avalada por una referencia a documentos o artículos de periódicos publicados y accesibles.
VM, se podría decir, que "hace hablar" a la dictadura, y diferencia de ellos lo hace "sin apremios físicos", devolviéndonos sus decires, sus amenazas, los protocolos escritos en sus cabezas reaccionarias y su pensamiento totalitario...
Este trabajo contrasta con un verdadero festival de "bolazos" que desde la derecha se han publicado recientemente sobre ese período, muchos de ellos con gran apoyo mediático y premios y promociones laborales para sus autores.
En segundo lugar, un lector como uno, que siente que, a lo largo de los años, sobre los hechos de la dictadura ha adquirido un bagaje importante de conocimientos (durante años leí casi sin interrupción El País y El Día, a veces con cierto atraso pero siempre con mucha atención. También los semanarios y periódicos que circulaban legal o clandestinamente.

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    En 1974 y 75, estando en Argentina, además, se oían las emisoras uruguayas y muchas veces a viva voz los discursos de los matones civiles y militares que estaban al frente del Estado. Viviendo en San Pablo, con un buen aparato de radio y el tendido artesanal de un cable que oficiaba como antena, oí durante los últimos siete años de dictadura la mayor parte de los informativos y de las pocas audiciones donde se debatían temas políticos.
    Cuando volví al Uruguay leí, si no toda, buena parte de la literatura histórica existente sobre el período anterior y recibí innumerables testimonios sobre la vida cotidiana bajo la dictadura, de compañeros que habían estado en la cárcel o en libertad. O sea que, durante un tiempo, pensé que sobre ese período sabía lo principal.
    Sucede que leyendo el libro de Virginia Martínez constaté primero todo lo que no sabía. Segundo, todo lo que, habiéndolo sabido en su momento, ahora había olvidado. Y eso que propongo ser un tenaz militante por la memoria...
    El registro preciso que VM ahora nos entrega importa, porque son tantos los episodios y tan graves las infamias que nadie tendría derecho a olvidarlas. No sería ni culturalmente ni psiquiátricamente saludable,
    En tercer lugar, al restablecer la línea de tiempo, al darle a los acontecimientos el hilo conductor temporal que los vincula con otros, sus antecedentes y sus consecuencias "Tiempos de dictadura", reconstruye la unidad sustancial que tiene, para una comunidad, o para un individuo, cada momento histórico.
    Una cosa es leer listas de muertos en prisión o de ciudadanos desaparecidos, o testimonios fragmentarios. Y otra, muy distinta, es aproximarse a la realidad compleja de lo simultáneo.
    Al construir el relato sobre el hilo conductor del tiempo, VM nos devuelve el carácter orgánico de la historia, la coherencia interna de cada momento. A esto contribuye otro aspecto del relato que examinamos. No se trata sólo del país oficial y sus avatares políticos.
    La recuperación de este corte en el tiempo nos aproxima a la lógica interna del Terrorismo de Estado, los meticulosos e infinitos mecanismos de control estatal sobre la vida de las personas y al cúmulo de atropellos autoritarios, que todos los uruguayos vivieron bajo la dictadura.
    En otro aspecto, el libro comentado no se limita a una crónica de los hechos o los dichos de los dirigentes de los partidos políticos. En su libro Virginia Martínez pone en evidencia el apoyo social efectivo de una parte del empresariado uruguayo (Cámara de Industrias, Cámara de Comercio) con las acciones represivas de la dictadura.
    Muchos de los que después de la transición engolarán su voz para dictarle a los gremios lecciones de democracia, durante la dictadura azuzaban a las Fuerzas Conjuntas contra los sindicalistas que impulsaban la reorganización de sus organizaciones de clase.
    Se cumplía así un círculo vicioso particularmente perverso: si un trabajador, sospechoso de simpatías con el partido Comunista o con el PVP, o con el MLN, era detenido por las FFCC. La empresa actuaba de acuerdo al principio de "si fue preso por algo será" por lo cual, el flamante desocupado era de inmediato detenido e indagado en las mazmorras de la dictadura.
    A esta forma de represión VM agrega todas las otras, las exigencias impuestas a todas las personas, familias o clubes, para la realización de reuniones, así fueran casamientos, cumpleaños o cualquier tipo de celebración familiar.
    La censura impuesta al Canto Popular, al teatro y el cine, a los tangos y canciones y a las murgas y otros conjuntos de carnaval, a las que se les pedía el libreto con anterioridad e incluso se controlaba la versión que se emitiría después de los ensayos. Los controles ejercidos en la Educación Pública sobre las bibliotecas liceales que, según orden dirigida a los directores "debían ser pugnadas de todo tipo de texto marxista, no sólo en el área de Ciencias Sociales sino también en la de Física, Química y Matemática, porque nunca se sabe dónde puede anidar el germen de un pensamiento subversivo.
    Una vez depuradas las bibliotecas, el director del liceo debía solicitar permiso a las autoridades superiores del Estado para aceptar cualquier donación de libros.
    A partir de esta descripción detallada de la "letra chica" del Terrorismo de Estado, que no por chica dejó de regir la vida de millones de uruguayos, VM nos pone, finalmente, ante una realidad que es hoy políticamente esencial: la actualidad de la dictadura. Tema que ha sido objeto de un estudio reciente en una obra de gran valor realizada por Aldo Marchesi, Vania Markarian, Alvaro Rico y Jaime Yaffé, publicada por Trilce. Todo el que esté pensando en las perspectivas del cambio en Uruguay debe conocer y discutir estos trabajos, creo.
    Finalmente me permito una recomendación: los nuevos gobernantes deben tener presente y a mano esta guía particular de la infamia.
    Los legisladores, cuando a la Cámara llega el diluvio de los homenajes, a menudo indiscriminados y con información incompleta. Los senadores y en particular los integrantes de la Comisión de Defensa, para evitar otorgar venias para ascensos a torturadores tapados.
    A los ministros en general y los integrantes de todas las comisiones de Nomenclátor, de aquí y de allá.
    El libro tiene otro gran mérito. Recobra para la memoria pública la secuencia de las muertes en prisión, la segunda masacre de los comunistas, a fines de diciembre y principios de enero de 1976. Esos mártires, casi olvidados. A los que no se nombra con la suficiente frecuencia.
    Y habría que empezar a nombrarlos, a todos. Ahora que se están cumpliendo los 30 años de aquellos infames asesinatos a obreros luchadores de toda una vida. Nombrarlos, una y otra vez. En cada acto. Y gritarles, presente: con toda la fuerza de nuestro corazón. Y así como no olvidamos al Toba y a Zelmar, ni a Gatti ni a Cuesta, ni a Tassino, ni a Félix Bentín, tampoco olvidamos a los comunistas Oscar Silveira Rossano, Nicanor Aldabalde, Lorenzo Escudero Matos, Eduardo Mondillo, Eduardo Bleier, Fernando Miranda, Carlos Arévalo, Julio Correa, Laureano Montes de Oca. Y el inaudito asesinato de Horacio Gelós Bonilla, del Sunca de Maldonado. No olvidaremos los "ataúdes tapados" de los que habla con indignación el gran Carlos Martínez Moreno. Así se entregaban, con prohibición de abrirlos, los féretros de los muertos por torturas, que salían de las unidades militares por decenas. No olvidaremos a Julián López, también comunista, obrero del taxi. En esta reseña pueden faltar nombres, cuestión de espacio. No faltan en el libro urgente e imprescindible que comentamos.
    La República, 30/05/2005



3.- 26.05.05. Los desinformes militares.


Hugo Cores: ¿El General Bonelli no debiera retirarse de la jefatura del Arma?
Reportaje de Pablo Méndez (MONTEVIDEO COMM)

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    PM: ¿Qué reflexión le merecen las declaraciones de Enrique Bonelli al semanario Búsqueda? (más que nada apuntando al desconocimiento del objetivo de la misión)
    HC: Las respuestas de Enrique Bonelli son desconcertantes. Por un lado reconoce la existencia de vuelos realizados por la Fuerza Aérea trasladando personas secuestradas en Argentina, muchas de las cuales nunca, hasta ahora, han sido reconocidas como presas. Dice que a esas personas, cuyos nombres no se proporcionan, se las trasladó a Uruguay para salvar su vida.
    Los hechos a los que remite Enrique Bonelli no ocurrieron ayer, sino hace 29 años. Lo suficiente para saber que no se les salvó la vida. Ni siquiera se le concedió el derecho a haber existido. Secuestrados en Argentina, trasladados a Uruguay, hoy son desaparecidos. El Estado nunca lo nombró.
    Bonelli, que reconoce haber sido el copiloto del vuelo, exhorta a todos a reconocer sus responsabilidades… Todos fuimos culpables. Todos juremos el ¡nunca más!
    Bonelli dice haber tenido un gran disgusto (“el más grande de su carrera militar”) cuando debió trasladarle a los antiguos jefes de la represión, que se terminaría con el “pacto de silencio”. Por la participación que ahora reconoce en el traslado ilegal de presos políticos, ese pacto de silencio lo amparaba.
    Bonelli dice que hay que reconocer que las Fuerzas Armadas fueron el último baluarte del país en la lucha contra la subversión. Los represores actuaron correctamente en defensa de la patria. Él mismo actuó bien.
    Si salvaron la patria ¿por qué no reconocerlo? Se supone que es un mérito defendible públicamente.
    ¿Por qué, si se trata de un mérito del que hay que enorgullecerse, nada menos que salvar a la patria, por qué ocultarlo y por qué jurar que nunca más?
    Me pregunto si al reconocer que en 1976 fue el copiloto en el traslado ilegal de presos que hasta hoy están desaparecidos, el General Bonelli no debiera retirarse de la jefatura del Arma. Lo que hizo fue un delito contra los derechos humanos. Al menos así lo consignan los tratados internacionales suscritos por el país en la materia.
    PM: ¿Cómo calificaría el ambiente generado alrededor del tema Derechos Humanos desde el 1º de marzo?
    HC: Como muy positivo. Una lenta puesta al día de un largo pasado de silencios culposos. Un anhelo de gran parte del pueblo uruguayo y un restablecimiento de valores imprescindibles para una nación, como el valor de la verdad histórica, la intervención del Poder Judicial y la actuación de magistrados calificados e independientes.
    PM: Mujica dijo este martes a Canal 12 que la información de los militares coincide, a groso modo, con la que maneja el MPP. ¿Usted tuvo acceso a los informes militares?
    HC: Desconozco la información que posee del MPP, fundado muy posteriormente. La que resultaría interesante es conocer la que posee el MLN.
    PM: Si fue así, ¿Qué grado de veracidad cree que tienen?
    HC: La información proporcionada en estos días por los altos mandos militares agrega poco a lo ya denunciado por las victimas. Desde los años 70 se han publicado decenas de libros y revistas dando cuenta de los nombres de los desaparecidos y en muchos casos de sus secuestradores. Todos esos informes decían una parte de la verdad. Eso es lo que hoy se sabe. De fuentes oficiales hasta ahora sólo ha habido evasivas, postergaciones y mentiras. Los informes carecen de veracidad. Dan muestras de la existencia tangible y efectiva de un pacto de silencio que llevó a innumerables operaciones destinadas al encubrimiento de los crímenes que se perpetraban contra los presos: simulación de fuga, falsificación de documentos, traslado de restos, “operación zanahoria” y demás.
    Insólitamente ha ingresado al lenguaje oficial del Estado la jerga propia de los autores de esos crímenes y se habla, sin ningún rubor, con toda naturalidad de los mecanismos de engaño que desde las FFAA se realizaban hacia los demás poderes del Estado, como la operación zanahoria.
    PM: Respecto a los informes, ¿Qué sensación le produce que se hayan hechos públicos por medio de la prensa y no por Presidencia?
    HC- Creo que por una cuestión de delicadeza, los informes se deben entregar primero a las familias de los desaparecidos y también a las personas u organizaciones que presentaron las causal penales formalmente ante el Poder Judicial.
    PM: ¿Qué opinión le merecen las declaraciones de Tabaré Vázquez en las que dijo que todos somos responsables de los hechos que llevaron a la dictadura militar?
    HC: Creo que el “todo somos responsables” es una metáfora, apunta a la idea que también los partidos, la prensa, algunos magistrados, son responsables. ¿De qué modo los uruguayos podríamos ser igualmente responsables de algo? La responsabilidad sobre esos hechos está tan desigualmente distribuida como las fortunas. Unos tienen mucha y otros no tienen nada.
    Publicado en Montevideo COMM el 26 de agosto de 2005.



4.- 23.05.05. Los gorilas duros, los intelectuales “objetivos” y el poder de los canales privados de TV.


Escribe: Hugo Cores-PVP-567 Frente Amplio

Al finalizar un incomprensible homenaje al Ejército, que está siendo objeto de una investigación por delitos graves, el General. Paulós fue protagonista de uno de sus periódicos actos de prepotencia. Aunque tendría todas las posibilidades para serlo, no se trata de un hecho folklórico, sino la salida a luz de concepciones e instintos autoritarios que siguen estando presentes en varias instituciones. Entre sus anatemas y amenazas, reiteró una pregunta recurrente: donde está la Bandera de los 33, haciéndose el desentendido que son los secuestradores que operaron en Orletti los que tienen que dar respuesta a esa inquietud.

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    En contexto actual, signado por el advenimiento de un nuevo gobierno popular, ¿como se sitúan otros factores de poder en el Uruguay en plena transición hacia una democracia con justicia social y respeto por la dignidad y la libertad de la gente?
    1- Sin agotar el tema, empecemos por lo más visible, los medios. En una nota en Búsqueda acerca de la censura a Jorge Lanata, se daba cuenta que se había consultado sobre el asunto a Alfonso Lessa, “gerente periodístico” de Canal 12.
    Demasiada proximidad entre el autor de “La Revolución Imposible” y el poder que se posee en un medio de comunicación que impone una lista de “intocables” sospechados de corrupción.
    Esta zona de, llamémosle, “implicancias” viene a cuento cuando aparecen actitudes como las de Paulós. Y colocan la cuestión de la utilización de los medios controlados por el poder económico y sus relaciones con otras áreas como la investigación y la reflexión histórica.
    2- Aunque en otro tono, en su libro Alfonso Lessa sintetiza el discurso de las derechas. Entre otros tópicos contra la izquierda, allí se hace una referencia al destino de la Bandera de los 33 Orientales que lleva agua al mismo molino.
    La obra es presentada por el autor como un trabajo “para la Maestría en Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República”. Vale decir, se trata de un ensayo elaborado en un marco del quehacer académico.
    El problema carecería de relevancia si no se tratara de una versión muy sesgada sobre hechos por los que atravesó la sociedad uruguaya, cuyas secuelas aún arrastra, como lo es la desaparición de personas y los asesinatos políticos.
    Esta obra, como otras editadas en los últimos años, se ha convertido en una suerte de actualización maquillada de la historia oficial.
    3- Con frecuencia surgen referencias “al robo de la bandera de los 33”, ahora para atacar al gobierno popular. Muchas “cortinas de silencio” contribuyen a dar viabilidad a los exabruptos de Paulós. Entre ellos el libro mencionado. En él lo que omite el autor es que sobre este asunto se hicieron varias denuncias judiciales y una comparecencia pública de un representante nacional que, en el Parlamento, dio testimonio acerca del destino del símbolo patrio, acusó a los secuestradores de Orletti y se expuso a las preguntas y opiniones de todos los integrantes de ese ámbito parlamentario. (Diario de Sesiones de la Cámara del 9 de abril de 1991, p. 174 a 193)
    Allí se sostuvo, y esto va para los rebuznos de ahora y los ensayistas de ayer, que la bandera, ese entrañable símbolo patrio, la habían hecho suya ya en la clandestinidad, los dirigentes y fundadores del PVP, Gerardo Gatti y León Duarte, ambos secuestrados y desaparecidos en la Argentina en junio y julio de 1976. La hicieron suya, de la manera más vital, auténtica y comprometida. Para ellos y para decenas de jóvenes que luchaban contra la dictadura, no fue la libertad sino la muerte.
    El periodista o el Master, tiene derecho a discrepar con el aporte y la acusación formulados. Pero Lessa, Paulós y otros deberían reconocer que existen hechos que ligan el destino de la bandera a la acción de los esbirros de la dictadura.
    4- Antes, durante la dictadura, como en su momento lo denunciamos, cada vez que se acercaba un aniversario del 19 de abril, los servicios de inteligencia retiraban del Penal de Libertad a varios compañeros presos: Carlos Coitiño, Juan Carlos Mechoso, Raúl Cariboni y otros dirigentes de la ROE y la OPR a quienes, durante varios días, torturaban salvajemente indagándolos acerca de la Bandera.
    5- Visto desde un ángulo más general, la tesis defendida por el autor es que la guerrilla revolucionaria en Uruguay constituyó un reflejo desubicado del “huracán” originado por la revolución cubana. Las causas internas (miseria, luchas sociales, represión creciente) son desestimadas.
    Para validar esta proposición se toman testimonios de protagonistas diversos. Muchos son extranjeros y saben poco de Uruguay y menos de la situación que se vivía en los 60. O son tan “imparciales” como Jorge Castañeda, el fabulador mejicano hasta hace poco Canciller del gobierno pronorteamericano de Fox. Otros testimonios son más bien alegatos contra la izquierda y otros no aportan elementos nuevos a lo que se ha dicho en este terreno.
    Así, mientras a algunos hechos se los ignora, aunque están documentados y accesibles, se dan como dignas de crédito afirmaciones de oficiales de las FFAA de la dictadura.
    6 - Cuado ex jerarcas de Inteligencia, como Paulós, manejan públicamente informaciones obtenidas mientras revistaban en esos servicios cabe preguntarse ¿esa información de la que dispone el militar ahora retirado, está disponible para la investigación histórica, para el Parlamento y para los Magistrados? ¿O para los familiares y los organismos defensores de los DDHH?
    Es claro que no. No obstante, se los esgrime políticamente. Así ocurrió cuando se urdió el ataque contra el Senador Araújo y Paulós aportó, para su uso político, los resultados de las indagaciones que los servicios habían realizado contra el dirigente de izquierda.
    ¿Qué clase de estatuto pueden tener obras que incorporan de manera acrítica “conocimientos” de este origen? Como cuando se da por buena la versión, que es falsa, de “la descentralización de la acción represiva” por lo que, como los grupos de tareas actuaban libremente, los mandos superiores todo lo ignoraban y… ¡nada sabían de torturas, muertes y desapariciones!
    7- Así, la debilidad del discurso de la derecha aparece atenuada por “analistas” que juegan por un lado procurando el prestigio de la labor universitaria y por otro soplando las cornetas de la confusión desde las tarimas del poder mediático.
    Como cuestión más de fondo, todo proyecto intelectual destinado a culpabilizar de la dictadura a los movimientos guerrilleros apunta a fortalecer una tesis peligrosa e incurre en una omisión que no se puede dejar pasar.
    La tesis sostiene que los responsables de la violencia son dos: los extremistas de izquierda primero, que la provocaron. Y los extremistas de derecha, que la sofocaron en forma algo excesivamente ruda.
    A esta conclusión convergen no una sino varias obras publicadas recientemente. Las parejitas-dialécticas (ni un extremo ni otro, el “justo medio”) siempre brindan la oportunidad de razonamientos confortables. Nulos pero mullidos: los culpables están de uno y otro lado. El pasado es sencillo y simétrico. Fácil de entender y fácil de evitar.
    Sobre todo, lo que hay que evitar es la rebeldía. Se evita de este modo que luego se la reprima.
    Pero el discurso de la parejita-capicúa comete una omisión aún más grave: hay un protagonista que ha desaparecido, un actor cuyo acontecer, a lo largo de una década y media, no alcanza la relevancia, ni la distinguida cepa de las andanzas de los dos demonios.
    El protagonista que falta es el pueblo organizado. Son los sindicatos agrupados en la CNT, son los cooperativistas de la FUCVAM, son los partidos que se mantuvieron en la resistencia durante la dictadura, integrados por militantes que marcharon, a granel, a las cárceles mientras se esforzaban por organizar gremios, distribuir publicaciones de denuncia o impulsar cadenas solidarias con los familiares de los presos.
    El relato apuntado a condenar a los dos demonios, del mismo modo que omite a la resistencia obrera, que duró tantos y tan terribles años y costó tantas bajas, omite también la menor referencia a quiénes fueron los grupos económicos y políticos que se beneficiaron con la dictadura.
    En esa interpretación balsámica se trata de un aparato contra otro, que disputan en una sociedad donde no hay clases sociales en lucha ni grupos privilegiados, ni dirigentes políticos cómplices, ni nada que reprochar a los manipuladores de los medios de comunicación aliados incondicionales de la dictadura, antes, durante y después de la transición democrática.
    Tomado de La República, 23/5/2005.



5.- 18.05.05. En defensa de la democracia y contra la impunidad: un territorio simbólico que no está en oferta.


Escribe Hugo Cores, dirigente del PVP-Frente Amplio
La lucha contra la dictadura y las violaciones a los derechos humanos trascurridas en esos años no es un espacio vacante, una tierra de nadie o una mesa de saldos.
Es una herida abierta, una reparación pendiente, un drama que no ha concluido. Las propias autoridades del Ejército, que se acaban de comprometer ante el país a realizar una investigación acerca de la existencia de cementerios clandestinos en unidades militares, están reconociendo lo que viene diciendo desde hace años, que es necesario que la verdad se conozca. Es más, hay una investigación judicial en curso y se está a la espera de los resultados de las pesquisas de los antropólogos forenses.

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    Por eso no resulta pertinente la convocatoria que difunden una serie de asociaciones “sociales” de los militares para realizar, mañana 18 de mayo, un homenaje al Ejército y a los soldados caídos durante la década del 70.
    Tal como informa La República en su edición del domingo, la concentración a realizarse en el aniversario de la Batalla de las Piedras es impulsada por el Círculo Militar, el Centro Militar y las unidades simbólicas del Ejército y la Fuerza Aérea.
    Resulta un contrasentido la realización de un homenaje de carácter institucional, con funcionarios pertenecientes en la actualidad a los cuerpos armados de la nación, cuando todavía no se tiene cabal conciencia de los extremos de actuación de esa institución y de los oficiales que la comandaban y de algunos de los que en la actualidad la comandan.
    Funcionarios, en servicio activo, que al tiempo que con palas y topadoras buscan restos humanos en sus cuarteles, convocan públicamente a defender la actuación del Ejército, sin saber a ciencia cierta cuánto de verdad y cuánto de falsificación hay en la “historia oficial” de la institución homenajeada.
    Desde el punto de vista histórico, el pasado de las fuerzas armadas uruguayas, fruto de una ocultación sistemática, de los 60 en adelante es un gran misterio, un signo de interrogación sobre un área importante de la realidad nacional. De la realidad pasada y también presente.
    Quien calla otorga, se ha dicho con razón, cuando puede y debe contestar.
    Desde 1985 se han publicado trabajos serios y documentados acerca de la actuación de mandos relevantes del Ejército. Desde el libro de ese año de SERPAJ con Luis Pérez Aguirre al frente, hasta trabajos más recientes, como “Vivir en Libertad” o el formidable “Tiempos de dictadura” de Virginia Martínez publicado recientemente.
    Estos trabajos son un aporte serio al conocimiento del pasado militar. A la vez, en la medida que sustentan sus afirmaciones en la trascripción de documentos oficiales (del Ejército o del gobierno) constituyen una forma seria e ineludible de interpelación.
    En términos más elusivos pero también de condena, el propio Informe de la Comisión para la Paz, beatificado, canonizado y oficializado por todas las autoridades civiles y religiosas del país, aporta elementos de condena que no pueden ser soslayados.
    Cuando, en los libros mencionados, lo que se difunde con rigor científico atañe a la conducta de los que hoy convocan a homenajes y sentimientos de encendida devoción a la patria y a la salvación nacional que, según ellos, heroicamente protagonizaron, nadie tiene el derecho a hacerse el sota.
    ¿Son verdaderos o son falsos los reglamentos a los que sometieron a miles de presos en el Penal de Libertad y que ahora se conocen públicamente?
    ¿Son verdaderos o falsos los testimonios que acusan a algunos oficiales por su participación en el Plan Cóndor, el asesinato de Michelini y Gutiérrez Ruiz y el secuestro de Gatti, Duarte, Tassino y Liberoff, para nombrar apenas a algunos de los cientos de desaparecidos cuya situación sigue sin conocerse?
    Si los documentos del Plan Cóndor o los que regulaban la vida de los presos son verdaderos, los que los redactaron e impusieron, desde Bordaberry y Gregorio Álvarez para abajo, se parecen más a los jefes nazis de los campos de concentración europeos que a los caudillos fundadores del Ejército Nacional en las guerras por la independencia. Como confusión histórica no la podría haber peor, ni una mayor impostura.
    Pero la gravedad del episodio no termina ahí.
    Una de las entidades que convoca al homenaje al Ejército es el Centro Militar. La misma está integrada por ex jerarcas de la fuerza y, a la vez, por oficiales que revistan en la actualidad en la estructura militar. Oficiales con mando de tropa, hoy; en carrera por los ascensos, hoy; con las potestades en el uso de la fuerza que, hoy, les otorga la Constitución y las Leyes Orgánicas militares.
    Esos oficiales, que tienen vedada legalmente cualquier actividad política salvo el voto, no debieran estar autorizados a participar en una demostración antidemocrática como la de mañana, convocada por los que, en su momento, atentaron en forma pertinaz y prolongada contra las instituciones democráticas.
    Tomado de La República, 18/05/2005



6.- 16.05.05. Hay pulseada en varios campos

Escribe: Hugo Cores- Frente Amplio- PVP-567
La remoción de Jorge Lanata de Canal 12 pone en la orden del día una serie de rémoras, algunas lindantes con el escándalo, otras, las más, con el ridículo, que la sociedad uruguaya viene padeciendo en su proceso de reconstrucción democrática.
Una vez más un medio de comunicación privado cede ante impresentables presiones políticas y del poder económico y consigue sancionar (acallando) a una voz independiente. ¿Hasta cuando, habría que preguntarse, permanecerá intocado el poder discrecional e ilegítimo de que disponen los canales privados?
La sanción al periodista argentino forma parte de una sucesión de arbitrariedades que en los últimos años afectan a todas las formas de comunicación, especialmente las que más difusión consiguen.

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    1- Con Lanata se reproduce la situación de otros periodistas, como Carlos Peláez y varios de sus colaboradores y colegas en Maldonado que, lisa y llanamente, están siendo impedidos de ejercer su profesión. En estos casos, se está violando descaradamente el famoso “derecho al trabajo” consagrado en los textos legales y que se presta para muchas interpretaciones; todas menos impedir que las empresas periodísticas, en aras del ocultamiento y la mentira, confeccionen sus “listas negras” registrando a quienes, por insumisos y brillantes, hay que mantener alejados del público lector.
    También resulta ilustrativa la reacción de hostilidad de algunos sectores políticos y parlamentarios ante la decisión del TVEO de trasmitir en vivo y en directo las sesiones del Parlamento mientras se consideraba el proyecto de ley referido al plan de emergencia social.
    Creo que se trata no solo de un derecho del pueblo de conocer las resoluciones, los enfoques y el estilo que se cultiva en el ámbito donde se elaboran las leyes que luego todos debemos cumplir.
    Se trata también de un derecho de los legisladores, representantes del pueblo, para que se conozca cuáles son sus actitudes políticas en momentos que se asumen compromisos y se adoptan decisiones nacionales importantes. De un derecho y de una obligación. De los que apoyan al gobierno y de los que opinan distinto: tienen que decir, a viva voz y a cara vista, de qué manera ejercen nada menos que la representación de la voluntad popular.
    Si se está allí por efecto del mandato republicano de la ciudadanía ¿qué mejor circunstancia que una difusión pública de sus dichos y sus hechos?
    En términos de un régimen republicano, donde el respeto al pueblo soberano es la piedra angular del conjunto de las instituciones, el rendir cuentas ante la gente debe ser algo más que una frase. ¿Qué limpieza mayor en el juego puede existir que toda la polis los oiga y los vea, en tiempo real? ¿En nombre de qué valor se puede pedir una protectora “discreción” hacia el quehacer político de los representantes nacionales?
    Creo que cuanto mayor sea la “televisión-verdad” y más nítida la transparencia en la consideración de los asuntos públicos, mejor. Cuando más informado y conciente del curso político esté el pueblo, más suyas y más democráticas serán las instituciones.
    Es de esperar que la iniciativa asumida por el canal del Estado no sea trabada por el “abrazo del oso” con que la derecha intenta mantener estancada las instituciones en nombre del pluralismo o la concordia nacional.
    2- En otro orden de cuestiones, la finalización del conflicto en GASEBA con la reposición de los sindicalistas despedidos está llamada a tener repercusiones profundas en la sociedad uruguaya y especialmente en la sociedad obrera uruguaya. La actitud, ponderada y legalista, de las autoridades del Ministerio de Trabajo son coherentes con las nítidas afirmaciones del Ministro del Interior en lo referido a la no intervención de los efectivos policiales en el desalojo de lugares de trabajo en el marco de los conflictos laborales.
    La ocupación forma parte de una tradición vieja y firme del movimiento obrero, que no se detuvo incluso cuando hubo que enfrentar patronales empecinadas y policías bravas. La ocupación del local de la empresa, como bien se ha dicho, es una extensión del derecho de huelga y permite al débil en la pulseada, en este caso el sindicato obrero, hacerse más fuerte para lograr una solución exitosa para sus demandas. Así ha sido desde hace decenios, con gobiernos blancos, colorados y verdes.
    Es un derecho con el que toda la sociedad y especialmente los empresarios tienen que acostumbrarse a convivir. Sea cual sea el gobierno que esté al frente del P. Ejecutivo.
    Pero también tendrían que entender que este gobierno, que cuenta con el apoyo mayoritario de los trabajadores manuales e intelectuales del país, no puede hacer otra cosa que cumplir con su programa social, con su compromiso con los más pobres.
    Es por su programa de izquierda que el FA está en el gobierno.
    3- Basta detenerse a pensar cinco minutos, desconectándose de ese “sentido-común” anestesiante que supura la televisión, para comprender que el hecho que el Frente Amplio, que ascendió por izquierda, gobierne como izquierda, es lo mejor que le puede pasar al país.
    Las otras fórmulas ya se ensayaron por los otros protagonistas: blancos, colorados y cívico-militares de sable en mano. Fracasaron todos. Se los desalojó del gobierno con hastío pero con calma porque, justamente, no se habían comprometido con un programa popular de justicia social y redistribución de la riqueza.
    Si la izquierda uruguaya hiciera lo mismo que hizo la izquierda argentina en el gobierno de Fernando de la Rúa o lo que hizo Lucio Gutiérrez en Ecuador, no solo el gobierno se vería desprestigiado sino que la democracia uruguaya resultaría seriamente lastimada.
    De todos modos, un factor es la oposición política a través de partidos que representan genuinamente corrientes de opinión que en el país existen y existirán siempre.
    Y otra muy distinta son las dificultades solapadas, las que provienen de ese tipo de instituciones que algunos llaman los “poderes fácticos”, es decir el poder que detentan algunos grupos sin ninguna legitimidad para ejercerlo, como pueden ser la presión de jerarcas o ex jerarcas de la administración, integrantes de las cúpulas de los aparatos de seguridad y defensa nacional, o grupos que concentran el poder económico.
    En ese terreno, resulta inaceptable la actitud del jerarca policial que emitió una circular a sus subordinados con la que intenta obstaculizar el desempeño de las funciones de la autoridad legítima que es el Ministro José Díaz.
    En ese campo nadie en el país puede confundirse. Como bien ha dicho Díaz, el criterio de respetar la carrera funcional de los jerarcas y funcionarios policiales, procedimiento tan ajustado a derecho como desconocido por los gobiernos anteriores, no puede entenderse como una resignación a la conducción política de las fuerzas policiales. Conducción que el pueblo uruguayo puso en manos del actual gobierno.
    4- Inaceptable asimismo resulta la suspensión de la ciudadanía al Contador Ariel Álvarez, integrante del Tribunal de Cuentas, y única voz que, desde ese órgano, durante años se alzó para denunciar la negligencia y las irregularidades y reclamar honestidad y control en el manejo de los dineros públicos.
    El ataque al Contador Álvarez sólo puede plasmarse como una acción semi-subterránea, casi clandestina, con argumentos de tal índole que, como algunas bacterias, -anaerobias las llaman- no resistirían la más mínima oxigenación.
    Bajo esa forma, distinta pero convergente con el manejo restrictivo de los medios de comunicación, se intenta poner trabas a la acción reparadora del gobierno.
    De los temas enumerados surge la reafirmación política de la necesidad de una participación activa de las organizaciones sociales, gremiales, cooperativas, culturales, de género, estudiantiles, ambientalistas, etc. en el desarrollo de la democratización de la sociedad y del Estado y en el cumplimiento adecuado de los planes de reparación social ahora convertidos en ley.
    Tomado de La República, 16/05/2005



7. 10.05.05. Un gobierno del lado de la justicia social.

Tiende a consolidarse la presencia electoral de la izquierda en el Interior del país
Un gobierno del lado de la justicia social
Hugo Cores

Los resultados de las elecciones municipales del domingo indican con claridad que, a diferencia de las elecciones anteriores, esto ocurre también cuando las que se eligen son autoridades locales.
El gran respaldo electoral recibido es un indicador del rotundo fracaso de los partidos tradicionales en la conducción de los asuntos departamentales, y marca otro escalón en el proceso de descaecimiento del clientelismo y la corrupción como mecanismos de cazar votos de incautos. A la vez, está indicando el reflejo hacia todo el país de la impronta que el gobierno nacional está dando a su gestión.
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    Para la fuerza política es otro acrecentamiento del desafío de conducir políticamente el cambio y por tanto de dar señales de vida y ser capaz de producir un pensamiento orientador para todo el país. Un desafío que el estado actual de la organización interna del FA difícilmente será capaz de asumir. Los cambios propios, la adecuación del instrumento FA a las nuevas responsabilidades políticas se impone con más rigor que nunca.
    En el plano nacional, el gobierno sigue mostrando dinamismo e iniciativas en varios terrenos. En otros, el peso muerto de las malas administraciones anteriores sigue operando como una traba más importante que lo esperado.
    1- Cuando las palancas están engripadas
    La derecha se empeña en seguir atacando al Estado en forma genérica. Siempre como sinónimo de burocratización y despilfarro. Pero el Estado que la izquierda ha heredado no es el "concepto Estado", una abstracción válida para cualquier período o para cualquier lugar. No. Es una realización específica, resultado de un proceso histórico y fruto de determinadas políticas, que respondían a los intereses políticos y materiales de los grupos dominantes.
    En el fondo, el Estado uruguayo es el resultado del fracaso del capitalismo dependiente, cuya aceptación fue un dogma intocado durante decenios por los partidos conservadores y los intereses hegemónicos.
    Este aparato no fue organizado para servir a la mayoría de la población, animado con criterios republicanos y democráticos. Estas son constataciones simples pero que conviene no olvidar.
    Ahora que empieza a verse por dentro, el Estado muestra hasta qué punto es inepto para cumplir las funciones socialmente justas que se enuncian en la Constitución y las leyes orgánicas de las empresas públicas.
    Ahora, cuando por la decisión soberana del pueblo se intenta cambiar el rumbo al país, buena parte de los instrumentos no funcionan. Una porción de los jerarcas más antiguos son poco confiables, lo que agrava el hecho de que la izquierda llega con poca experiencia de administración nacional a lugares clave, en medio de equipos gerenciales que han sido ingresados o ascendidos con los criterios de los partidos dispensadores de privilegios y regalías.
    2- La miseria no es "un hecho de la naturaleza"
    Los logros económicos y sociales del gobierno de izquierda, como siempre lo supimos, y se anunció, serán lentos, poco espectaculares. El país no cuenta con las reservas y los recursos naturales de Argentina ni de Venezuela.
    Esa lentitud es perversa. Esa tardanza -que no es despreocupación- dilata la situación de injusticia y exclusión social en la que viven cientos de miles de uruguayos que constituyen la preocupación central del programa y la voluntad del partido que ha accedido al gobierno el 1º de marzo.
    Ahora bien, esta demora en lograr la mejoría social debiera ser explicitada: mostrar ante el pueblo las razones externas e internas de nuestro descalabro económico.
    La dependencia, el daño que nos infligieron las políticas del FMI, las leyes leoninas que regulan el comercio internacional en beneficio de los países ricos, el papel de los banqueros, los especuladores y los usureros en el estancamiento económico del país.
    La responsabilidad de los dirigentes políticos que dieron cobertura a las deformaciones y amputaciones que nos impuso el modelo neoliberal. Y las trenzas mafiosas que se han ido tejiendo en estos últimos años.
    La izquierda debe hacerlo como un elemento de educación cívica, de comprensión pública, de toma de conciencia ciudadana.
    Y junto con la explicitación, se hace necesaria la adopción de medidas drásticas con los responsables de delitos contra el patrimonio nacional, contra los bienes de todo el pueblo.
    Sería funesto que los grandes expoliadores del Estado quedaran impunes.
    Desde el punto de vista simbólico tendría un efecto éticamente negativo. Una especie de todo da igual, que es incompatible con la identidad y las tradiciones republicanas del país y con los valores que la izquierda ha realzado.
    Si el "público señalamiento" de los corruptos se demora. Si también la justicia tarda, estaremos perdiendo uno de los factores principales por los que la gente ha dado su apoyo a la izquierda.
    3- El gobierno y los conflictos de clase
    En otro orden de temas, en estos días ha cobrado gran importancia el conflicto que mantienen los trabajadores con la empresa francesa Gaseba.
    Por el momento en que ocurre, durante las primeras semanas de un gobierno de izquierda y por los reclamos que dan origen a la acción gremial, el conflicto reviste una enorme significación como anticipo, como prueba y condensación.
    El gremio ha desenvuelto una línea de acción caracterizada por su tenacidad en la defensa de ciertos valores propios de los trabajadores. Para empezar el rechazo al despido de los dirigentes sindicales elegidos por los operarios.
    La empresa actuó con un olímpico desprecio por las normas existentes en el país y se mantuvo arrogante en la defensa de los despidos. Pese a los años transcurridos, el gremio no abandonó el reclamo de la reposición de sus compañeros.
    Al mismo tiempo, la organización obrera asumió la actitud que el Estado, con los gobiernos anteriores, no quiso cumplir: denunciar las irregularidades operativas, comerciales y la falta de seguridad de los servicios prestados por la trasnacional francesa. El sindicato no confundió gremialismo con corporativismo.
    Junto con los intereses solidarios con sus compañeros, el gremio supo actuar como un fiscal público denunciando los perjuicios que para el país aparejaba el incumplimiento de sus obligaciones por parte de la concesionaria francesa.
    Un servicio caro y malo. Ausencia de inversiones e incumplimiento en la mejoría de las instalaciones, la conducta de Gaseba tiene grandes analogías con otras empresas, privadas y extranjeras, a las que se les otorgó determinados servicios públicos. Su negligencia ha contribuido a colocar al país en los umbrales de una crisis energética importante.
    Pero la lógica de la empresa es enriquecerse lo antes posible, despreocupándose de las implicancias que su conducta tiene para los intereses del país. Y el sindicato obrero denunciando, reuniendo documentación, proponiendo otros caminos. Para defender lo suyo y lo de todos.
    4- Cumpliendo con las leyes
    En los últimos 15 días el conflicto se endureció con una huelga de hambre y con la ocupación del local principal de la empresa.
    Para el gobierno popular se trataba de un desafío importante y tempranero. Y se respondió de acuerdo a lo que esperado.
    Exigiendo el cumplimiento de la ley, la reposición de los despedidos a través del Ministerio de Trabajo y de la Dirección Nacional de Trabajo. Con mucha claridad y mucha firmeza en defensa de los derechos de los trabajadores y de las leyes del país.
    También la intervención del Ministerio de Industria ha sido de una defensa neta de los intereses del país en una zona tan delicada como es la disponibilidad energética.
    Si alguien pretendió echar leña a la hoguera para hacer de este conflicto gremial un factor de rozamiento del gobierno con las organizaciones sindicales, se equivocó feo. Tanto el sindicato del gas como el PIT-CNT actuaron con firmeza y con claridad política, sabiendo y haciendo saber que en el país hay cosas que cambiaron decisivamente y que las relaciones del sindicalismo con este elenco no son las mismas que cuando los ministros de Trabajo, o sus cuadros dependientes, eran un brazo más del poder de las patronales.
    5- Del lado de la justicia social
    En momentos en que crece la agremiación, y el sindicalismo tiende a recuperar su peso histórico en la vida del país, cuando se abren nuevas perspectivas a partir de la convocatoria a los Consejos de Salarios, es importante que todos tomemos conciencia de la situación en la que estamos.
    Podrá haber hasta ahora insuficiencias y errores en el accionar del gobierno. Declaraciones que no satisfacen y gestos que desconciertan. Pero estos episodios, que hacen a la cuestión medular de las relaciones del capital con el trabajo, muestran el signo principal que se propone lograr esta administración: que se la identifique como un gobierno consustanciado con el valor de la justicia social, de la mejora de la situación de los humildes y de la gente de trabajo. Y eso ha quedado completamente claro en los hechos que comentamos.
    La República, 10/05/2005



8. 03.05.05. La izquierda como un río.

El 1º de Mayo: un acto de gran significación

2 de mayo de 2005

Nuestra izquierda vive, corre como un río. Recibe afluentes grandes y más chicos. Tiene un rumbo.
De sus afluentes, y también de sus hilos iniciales, arrastra lodos y troncos. Cuanto más anda más crece. Y más energía produce su correntada.

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    Así lo quisimos todos y así lo queremos. Creciendo con lo nuevo que llega y depurándonos con las luchas que nos dan razón de ser. Con la discusión y elaboración de líneas de acción políticas que luego intentaremos desarrollar todos juntos. Todo eso nos hace ser distintos a un lago, a una represa, a un conjunto de charcos.
    La jornada del 1º de Mayo organizada por los trabajadores dio evidencias de esa condición de río inmenso que sabe adónde va y sabe lo que quiere.
    Una jornada de júbilo que celebró, junto a la conmemoración de los mártires de Chicago, la conquista del gobierno, ese logro de todos.
    Júbilo también por la presencia, de intenso sentido simbólico, de los principales magistrados de la República, ahí, entre la gente, como lo habían siempre estado antes, como otros compañeros. Oyendo a los oradores obreros. Escuchando muestras de apoyo y también críticas, expresiones de divergencia y reclamos de acción urgente. Que de todo eso tenía que haber y lo hubo.
    No todo es júbilo
    Si pudiéramos realizar un corte transversal, desde la superficie al lecho, nos encontraríamos con que las aguas de nuestro río no corren todas ni a la misma velocidad ni todas en el mismo sentido.
    Y hay a ciertos niveles de profundidad, lugares donde junto con el contento existen indicios de disconformidad. Sobre todo entre los más militantes y experimentados. Nadie entre éstos pone en duda su sentimiento de pertenencia ni su afán de aportar lo que pueda y desde donde pueda.
    Muchos compañeros sienten que no se está dando la participación deseada y, en su momento acordada, a la organización política, al Frente Amplio como entidad político partidaria específica, con sus comités de base, sus coordinadoras, sus espacios de discusión, elaboración y movilización.
    Existe en algunos ámbitos un sentimiento de estar sin información suficiente, sin directivas de trabajo, sin orientación en cuanto al rumbo a seguir. O legítimas divergencias con tales o cuales decisiones de la administración. Creo que estas preocupaciones son válidas.
    El río como arteria y como correntada tiene ya un largo trecho vivido en común. Tiene una práctica, un pensamiento y una sensibilidad común. Y también ante aquellos problemas en los que no se piensa igual, un alto grado de "entrenamiento", una cultura de la unidad como para saber coexistir entre militantes que no piensan en todo exactamente lo mismo.
    A ellos no los podemos cambiar
    Yendo de lo general a lo particular podríamos decir que, dada la forma en que en nuestro país se difunde la información, tarde o temprano, el gobierno popular se encontrara enfrentado a la manipulación mediática de los enemigos del cambio, de los hasta ahora todopoderosos sectores conservadores, defensores del país del privilegio, del secreto y de la impunidad.
    Ya están en eso. A veces en forma patética como el señor Lacalle chilcando con torpeza pensamientos de Gramsci, a partir de la papilla masticada desde hace años en las oficinas del Pentágono. Pensamiento, nada carrasqueño por cierto, que él está lejos de haber entendido pero cuya repetición por aborígenes es siempre bien vista en la capital del Imperio, de la que, salvo para la maldad, tampoco se puede decir sea una metrópolis de lumbreras...
    Pero al enemigo no lo vamos a cambiar. Sólo podemos enfrentarlo y derrotarlo. Lo que sí podemos --y de hecho lo realizamos muchas veces-- es cambiar nosotros. Mejorar nosotros nuestra capacidad de persuasión, nuestra convocatoria, nuestro conocimiento del país y de sus problemas y nuestra capacidad para construir soluciones verdaderas para la gente. Y nuestra democracia interna.
    Cambiar para cambiar
    ¿Cómo vamos a contrapesar las poderosas usinas fabricantes de resignación si nosotros no cambiamos? Y si no cambiamos junto con el pueblo organizado.
    El advenimiento del nuevo gobierno despierta energías dormidas en todos los campos. Eso también forma parte del río.
    Las convocatorias a los Consejos de Salarios están impulsando a la agremiación de decenas de miles de trabajadores que hasta ahora no lo habían hecho.
    Esto es importante en el sector privado, donde una y otra vez todo intento de organización obrera fue diezmado por la represión de las empresas con la complicidad del Ministerio de Trabajo. Pero también en el sector público donde hay que reparar años de estragos y donde debe reconstruirse nuestra laica mentalidad de "servidor público" que supo ser otrora orgullo del país.
    Ahora la gente siente, a justo título, que el desconocimiento a la organización de los trabajadores se terminó. Que en el país se van a cumplir las leyes que defienden la libertad sindical.
    En sectores clave el proceso de reagrupamiento sindical es rápido. Va tanto o más rápido que el río todo. Y eso es un dato y un desafío.
    ¿Como los lirios del campo?
    El miedo queda atrás, la acción colectiva que aglutina voluntades se afirma con todos sus efectos de formación, de recuperación de la dignidad del trabajador que ya no está solo sino que forma parte de una herramienta colectiva.
    Al mismo tiempo hay un desafío ante esas nuevas generaciones que accederán a la lucha reivindicativa.
    La izquierda ¿permanecerá impasible como quien asiste al crecimiento de los lirios del campo?
    No. Nuestra pasividad sería omisión de asistencia. Los militantes frentistas están llamados a cumplir un papel esencial en todos los procesos de reorganización social. Trasladando el pensamiento de la izquierda, el hilo conductor que es su programa, su lucha por construir un nuevo país.
    Transmitir el legado práctico y teórico que es su historia, la saga de la organización obrera y sus lazos históricos con el FA. Porque no habría existido el Frente ni la izquierda estaría gobernando si no hubiera existido la CNT y las luchas de los 50 y los 60.
    Un instrumento para servir a todo el pueblo
    Como militantes políticos, el hecho de ser protagonistas en las nuevas formas de organización popular es fundamental para poder orientar y combatir las tendencias a la fragmentación corporativa de las movilizaciones y de las luchas. Para mostrar el carácter global, nacional y centralizador que tiene la lucha política.
    Ese carácter global y centralizador que tiene la política no siempre es visible a simple vista. No falta quienes piensan que las luchas (y el mundo) terminan en el perímetro familiar sus reivindicaciones como categoría y que su enemigo principal es otro núcleo profesional análogo y malévolo, que aspira a recortar sus derechos o sus ingresos. Esto no es sino una variable laboral del "todos-contra-todos" que está en la base de sustentación ideológica del neoliberalismo.
    Por cierto que resulta siempre más confortable pensar que la culpa la tiene un "enemigo cercano" y no algo tan complejo y aparentemente inasible como la "realidad global" del Uruguay capitalista, dependiente, empobrecido y descacharrado que heredamos.
    Nuestra razón de ser
    Para poder actuar con éxito en lo sectorial, un gremio, un grupo de deudores, una cooperativa, un liceo, un organismo de derechos humanos, debemos saber de qué totalidad forma parte. Cuál es su significación "política", es decir su significado "para todos".
    Justamente en ese intersticio, en esa esquina de la realidad nacional, donde el todo da sentido a las partes, están colocados los comités de base, los partidos del FA (y de sus aliados). De ahí la importancia de mantener esos faros encendidos, activos, bien informados, participantes del quehacer y del qué resolver de la organización política. Y de reivindicar la militancia política de base como gestora de una siembra y elaboración de ideas que es imprescindible para llevar adelante los cambios.
    Tomemos apenas un par de ejemplos: la aplicación de un nuevo modelo asistencial en materia de salud requerirá una nueva mentalidad, antagónica al corporativismo y a los mercantilismos propios del sistema actual, por parte de los funcionarios y profesionales de la salud. También, sobre todo de los pacientes, hoy el eslabón débil de la cadena.
    Hoy, en el río hondo se están dando pasos y en estos días, en el Cerro, señero siempre en la organización popular, se fundó la primera organización de usuarios de la salud. Es un ejemplo a seguir que los frentistas debiéramos impulsar en todos los planos.
    Tomado de La República, 3/05/2005.



9. 30.04.05. La construcción del 1° de Mayo


Hugo Cores
El 1° de Mayo, como Día Universal de los Trabajadores, no se conmemora como podría hacerse en el aniversario de un hecho natural (el terremoto de San Francisco, por ejemplo, la erupción de un volcán o las inundaciones de Uruguay en el año 1959). Tampoco como un acto oficial, como la Declaración de la Independencia o la Jura de la Constitución.
Evoca la realización de las clases explotadas, de uno de esos acontecimientos, que sucede de tanto en tanto, en que las clases subalternas se vuelven las protagonistas esenciales de la historia.

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    Con un matiz que importa: de muchas insurrecciones populares, como la del 14 de julio de 1789, con la Toma de la Bastilla, se produjo una "apropiación" de la fecha por parte de las nuevas clases dominantes que se habían instalado en el poder a partir de esa revolución.
    El 1° de Mayo fue una fecha protagonizada por las organizaciones radicales de izquierda de la clase obrera norteamericana y preparada por decenios de acciones combativas de todo tipo en defensa de los intereses de los trabajadores: antes de aquella jornada, en medio de un proletariado cosmopolita, que arribaba de Europa huyendo de la miseria, decenas de periódicos marxistas y anarquistas se esforzaban por despertar la conciencia obrera.
    La acción obrera del 1° de Mayo, los acontecimientos de la Plaza Haymarket fueron el resultado de muchos años de organización obrera y de prédica revolucionaria de los sectores más radicales del movimiento obrero.
    No participaron de la preparación aquellas agrupaciones de trabajadores partidarias de los cambios graduales, los que afincaban sus esperanzas en una sucesión de pequeñas reformas sino de quienes confiaban en encender a chispa revolucionaria para construir una sociedad sin explotadores ni explotados.
    Una gran masa de emigrantes pobres, incorporados por la miseria al "ejército del trabajo" que crecía vertiginosamente en Chicago y otras grandes megapolis industriales, ya había protagonizado a lo largo de los Estados Unidos una sucesión de huelgas, cada vez más intensas, tras un programa de transformaciones sociales profundas. Los choques habían sido extremadamente duros en 1887. Un manifiesto, fechado en Pittsburgh, en 1883, se decía: "este sistema es injusto, demente y asesino. Así que es necesario destruirlo totalmente con todos los medios posibles".
    Durante un período todas las formas de acción eran consideradas válidas, desde las propagandísticas y pacíficas hasta los atentados individuales violentos.
    Sin embargo los organizadores del Movimiento por las Ocho Horas pusieron el acento en organizar una gran acción de masas que se extendiera por todo el campo de la industria norteamericana.
    Las demandas obreras, en favor de las ocho horas de trabajo, fueron reprimidas ferozmente en la mayor parte de las ciudades en que la Huelga General paralizó las fábricas. Una de las más importantes fue la que se realizó en la planta de la McCormick Reaper.
    Pocos días después una manifestación en protesta por la represión en la McCormick terminó con una nueva masacre en la Plaza de Haymarket.
    Unas semanas después un tribunal inició juicio contra los dirigentes anarquistas capturados: fue un verdadero linchamiento legal. Prensa, gobierno y Estado cayeron implacablemente sobre los acusados intentando validar legalmente el crimen.
    Sólo unos años después la Internacional Obrera recomendó a sus filiales de todo el mundo conmemorar aquella fecha luctuosa como expresión del anhelo de los trabajadores por un mundo mejor.
    Como fecha universal el 1° de Mayo se construyó lentamente y siguió los pasos del fortalecimiento del movimiento obrero que se extendía ahora ya como un fenómeno de carácter universal.
    Un tiempo después la conmemoración empezó a celebrarse también en nuestro país.
    Publicado en La República el 30 de abril de 2005



10.- 11.04.05. No podemos dejar que sea la televisión que siga "educando" a las nuevas generaciones que acceden a la ciudadanía


Por HUGO CORES

La acción del nuevo gobierno está generando reacciones injustificadas. ¡Asumió hace 40 días y ya le exigen como si hiciera cuarenta años!
Desde los sectores que acaban de dejar el gobierno, prevalecen las expresiones de rechazo, como se pusieron en evidencia en los ataques demagógicos y reaccionarios al ministro de Interior, Dr. José Díaz, en sus anuncios acerca de cómo resolver la explosiva situación carcelaria.

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    1- Dirigentes políticos que hasta ayer despilfarraban los bienes del Estado, se han convertido en severos fiscales olvidando que la gravedad de la situación en las prisiones, la desatención y el hacinamiento inhumano a que se somete a miles de personas fue una realidad creada por sus actos de gobiernos, sus omisiones y su pasmosa frivolidad.
    Algo similar se podría decir acerca de otras actitudes en las que se trasmite una información capciosa, destinada a deformar lo que el gobierno se propone: se ha llegado a decir que somos casi una dictadura con régimen de partido único por que no se les dio un segundo cargo en el Directorio del BROU al Partido Nacional. No se les permitió que ellos, los electoralmente derrotados, tuvieran las llaves decisivas para la acción social y de fomento que el BROU habrá de cumplir en la realización del proyecto de País Productivo.
    2- Algunos compañeros creen que es una buena señal hacia la ciudadanía el pueblo actuar como si el enemigo no existiera, como si fuera un concepto extinguido, incompatible con la vigencia de la democracia: la palabra enemigo se ha hecho casi impronunciable, propia de malevos o camorristas. Se prefiere entonces hablar de 'adversarios' que, según el DRAE, quiere decir prácticamente lo mismo.
    Se olvida que esos comedidos "adversarios", siempre que pudieron, hicieron todo lo posible por borrarnos del mapa.
    Los fabricantes de pobres, los de dentro y los de fuera del país, son nuestros enemigos. Los gobernantes deshonestos, que incumplieron con su obligación de defender los intereses nacionales, también. Como enemigos nos acechan, esperan nuestras debilidades, están siempre atentos a trabajar sobre nuestras fisuras.
    Una parte de nuestro pensamiento histórico, como frenteamplistas, se articuló en torno a esta la idea de la existencia de intereses antagónicos. Durante años, nuestro pensamiento y nuestra acción se construyó a partir de afirmar que la realidad del país se caracterizaba por mostrar "de un lado el pueblo y del otro la oligarquía".
    ¿Hay elementos suficientes para decir que esto ha cambiado?
    3- La constatación de la existencia de enemigos pone el acento en el fortalecimiento propio, como fuerza política, como "partido".
    Y eso implica reivindicar nuestra identidad y nuestro programa.
    Un programa que levantamos como antagónico al de los blancos y colorados.
    ¿Se trata de una innovación? ¿Se trata de un estilo ajeno a la tradición de la democracia?
    No. Justamente, la gracia de la democracia, lo que la convierte en un mecanismo válido, es que abre el camino a los cambios y al progreso social, a partir justamente de la posibilidad que el pueblo elija entre opciones diferentes. Que el continuismo cese y deje lugar a las propuestas de cambio y que los nuevos protagonistas no vean constreñidos a ser los administradores de la herencia crítica dejada por las antiguas fracciones dirigentes.
    De la elección del 31 de octubre, los frenteamplistas y nuestros aliados emergimos con un mandato. Poner en práctica nuestras concepciones, nuestro programa, diferente al hegemónico.
    El mandato se rubricó con el apoyo mayoritario de la ciudadanía.
    4- Aunque es obvio, conviene reiterarlo: en la lucha política no todo se resuelve con transacciones, ni todo puede ser objeto de "acuerdos nacionales". Hay temas sobre los que no se tranza. Y para esos temas, que son nuestras señas de identidad, hay que fortalecer las fuerzas propias y debilitar y aislar la de nuestros enemigos.
    Si no es esta, ¿cuál es la función de los partidos?
    ¿A santo de qué hay lucha electoral y se busca el apoyo ciudadano?
    La propia existencia de un enemigo externo al FA es lo que fija las reglas de juego que ordenan el tratamiento de las diferencias entre los partidos que actúan dentro del FA: sus divergencias son de otra magnitud y están subordinadas al antagonismo principal, que es con los blancos y colorados.
    En el episodio de la prórroga de los desalojos, si nos guiamos por el intermitente relampagueo noticioso de los medios, ¡parece que los problemas que realmente importan en el país se reducen a las diferencias que existen entre dos ministros frenteamplistas!
    5- Si la prueba del pastel... es comerlo, la prueba de la democracia es, justamente, cuando el partido, triunfante por la voluntad popular, unido y con iniciativa, hace realidad su programa.
    Y lo desarrolla marcando las diferencias con el pasado. Ejerciendo, dentro de la ley, todas las potestades que el pueblo le otorgó.
    En un país en estado de emergencia social, donde el flagelo del hambre y la necesidad cayó sobre un gran número de uruguayos, esas atribuciones entregadas no son para empatar sino para infligir políticas de cambio.
    Imponerle cambios a la minoría que defiende el statu quo, a los defensores del privilegio. A los fautores de los campos de miseria y dolor con que se han llenado las periferias de las ciudades.
    6- La función del partido no se agota con la conquista del gobierno.
    En medio de una situación de emergencia, el desarrollo de la lucha democrática conduce a un tipo de gobierno que debe ser cohesionado, coherente, con miras comunes de largo plazo, es decir un gobierno "de partido". Y, por tanto, precisa como soporte una fuerza política activa, un "partido", con su correspondiente estructura de base, creativo, con propuestas, con democracia interna y una actitud vigilante en relación con lo que está sucediendo en la sociedad.
    A los partidos de la oposición al cambio, articulados y apoyados por la artillería de fondo del oligopolio mediático, les asiste todo el derecho a la crítica, a la protesta y a la disidencia. Cuanto más pongan en evidencia todo lo que nos separa, menos pastoso y más auténtico será el debate político.
    7- El gobierno no puede estar al 'golpe del balde' de lo que dice la oposición. Hacerlo significa que la agenda política no la va a proponer el gobierno que representa a la mayoría del pueblo sino la oposición blanca y colorada con su supremacía mediática y su enconado rechazo al cambio social. Y quien hace la agenda conduce la acción política.
    Nos esperan nuevas batallas y nuevas victorias. En las municipales, pero, sobre todo en la construcción de una nueva realidad social.
    El plan de emergencia ya está en la calle y en los barrios. Las garantías para el proceso de sindicalización que aumentará rápidamente el número de trabajadores organizados. Como ya está ocurriendo, para bien del país.
    Esto comporta el desafío de llevar a esos nuevos contingentes ciudadanos nuestra visión política, nuestra tradición organizativa, nuestros valores socialistas y solidarios. Nuestra preocupación por resolver los problemas de todo el pueblo uruguayo. No podemos dejar que sea la televisión que siga "educando" a las nuevas generaciones que acceden a la ciudadanía en las concepciones del darwinismo social, la ley de la selva o el egoísmo corporativo.
    Al país hay que salvarlo todo, y entre todos, tal como lo encara el Programa del FA. Y eso no surge como construcción de pensamiento espontáneo. Es fruto de una militancia, de una educación y de unas prácticas de lucha política.
    Una de ellas empieza por el reconocimiento de que el enemigo existe. Y que nuestras diferencias con él son abismales, y que no lo son entre nosotros. O entre nosotros y nuestros aliados del EP y la NM.
    La República, 11/04/2005.






lunes, 4 de abril de 2005

11/04/05 y el 10/06/05




1.-04.04.05. La prueba del “plan de emergencia social”


Escribe: Hugo Cores- PVP-567- Frente Amplio

La puesta en marcha de un plan de emergencia por parte del nuevo gobierno tiene un enorme sentido simbólico. Es la primera vez en muchos decenios, que la autoridad nacional pone su prioridad en resolver la situación de los excluidos por el sistema.
1- Quien lo impulsa es un gobierno que tiene como signo distintivo su compromiso con los pobres, su opción por los cambios de signo popular y su voluntad de democratizar a fondo la sociedad y el Estado. Encarando una tarea titánica, con recursos exiguos, se actúa con lealtad a la palabra empeñada ante el pueblo y también eso hace mucho que no se ve por estos pagos.

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    A la vez, la acción transformadora del gobierno no se agotará en este plan sino que tiene una proyección más amplia y más duradera.
    Por ser la primera iniciativa que tomará forma material precisa e inmediata, los resultados de la aplicación del plan tienen una enorme importancia a la que nos queremos referir en esta nota.
    2- Aún para un elenco de gobierno como el actual, donde hay mucha experiencia de trabajo social acumulada, llevar adelante el plan de emergencia como nos proponemos contiene características inéditas.
    La acción no será a partir de la iniciativa ni de la legitimidad de una o varias organizaciones sociales, gremios, cooperativas o una Organización No-Gubernamental.
    Sino desde el Estado y con la responsabilidad de ejercer el gobierno. Primera reflexión: ¿qué Estado heredamos?
    En segundo lugar, en Montevideo, donde residen casi la mitad de los beneficiarios del plan de emergencia, ¿cuál será la relación de las oficinas del Estado con los organismos ya desarrollados en el proceso de descentralización que la Intendencia viene impulsando desde hace alrededor de 15 años?
    Un diálogo desarrollado durante la última reunión de la Mesa Política del FA, entre el representante del PVP y una de las compañeras responsables de la conducción del organismo que impulsa el Plan, resulta ilustrativo.
    Ante la pregunta acerca de qué papel estaban llamados a jugar los Consejos Vecinales, se respondió que muchos de ellos estaban debilitados y no habían logrado convocar a las organizaciones sociales de la zona.
    Si esto es así, y hay buenas razones para afirmarlo, pensamos que es un buen momento y un campo de acción especialmente indicado para lograr que estos organismos se fortalezcan por su participación en el desarrollo del plan de emergencia, siendo como son organismos tan importantes en nuestro proyecto de descentralización, (cuando digo nuestro digo de todo el Frente Amplio).
    Marginar a estas instancias de la mas importante iniciativa del gobierno en materia social, es extenderles un (discreto) certificado de defunción. Y no hay razones suficientes para pensar que esto se solucionará porque en el lugar de los CCVV se instale una estructura nueva, los consejos sociales departamentales.
    La experiencia de los Consejos Vecinales, con lo que puede contener de positivo y lo que pueden ser sus insuficiencias o debilidades, no debiera ser desdeñada. Es una experiencia que hicieron los vecinos de Montevideo, a través de sus organizaciones. Y esa es una tentativa que deja un saldo, unas enseñanzas, que no las encontraremos en ningún manual ni en la experiencia de otras sociedades. Vale la pena rescatar acá el principio de seguimiento objetivo, continuidad y balance crítico de las experiencias sociales que como izquierda impulsamos. Si el proceso de descentralización en Montevideo, pese a los años y los esfuerzos empeñados, tuvo fallas, hay que hacerlas visibles. Hay que empezar por reconocerlas, aunque implique, a la vez, reconocer nuestras propias insuficiencias.
    Todo parece indicar que en el plano de la conducción de la fuerza política ese balance, esa “puesta a punto” del debate y ese reconocimiento no lo hemos realizado todavía.
    3- Conocer el terreno social sobre el que se aplicarán los esfuerzos solidarios es un aspecto fundamental para que los resultados sean exitosos. ¿Cómo se prepara la “encuesta” sobre la realidad de la pobreza? Hasta ahora los gobiernos neoliberales han mirado para otro lado. O la han imaginado como fuente de clientelismo y “tropeo de votos”.
    Como lo nuestro no reposa en esas prácticas que desangran a la democracia, hay que admitir que se trata de una materia nueva y extremadamente delicada. Son muchos los factores que están en juego en el momento de determinar quiénes serán los beneficiarios del plan y quiénes no. Y son muchas las tensiones que los errores de evaluación pueden desatar.
    Partimos de la base que los universitarios a quienes se les encomienda la realización de la investigación de campo tendrán oportunidad de familiarizarse con los criterios de fondo que animan al plan de emergencia y, a la vez estarán imbuidos de los fundamentos globales del plan.
    4- En el largo proceso de proyectar las líneas de acción social del FA, contenidas luego, a grandes rasgos, en la resoluciones del su último congreso, trabajaron un gran número de expertos, de distintas orientaciones, de disciplinas y campos científicos diferentes.
    Los integrantes de esas unidades temáticas, además de expertos en la problemática social y de la pobreza, tenían una visión coherente. Todos compartían, detalle más detalle menos, las grandes líneas que orientaban la acción de la fuerza política a la que pertenecían, que es la que hoy esta en el gobierno.
    En ese sentido, era una articulación de visiones teóricas y prácticas, desde el ángulo de una acción militante de lucha contra la pobreza, desde el punto de vista global de la fuerza política. Con sus concepciones, con su estilo, con su larga experiencia.
    Se supone que esos expertos y militantes han tenido o tendrán un lugar en la definición de orientaciones de trabajo para la realización del plan.
    5- El Estado que heredamos, las ideas que predominan en buena parte de la administración, y en la sociedad, no son instrumentos idóneos para llevar adelante una lucha exitosa contra la pobreza.
    Hasta ahora ese Estado, en manos de blancos y colorados, ha sido co-autor de la fabricación de pobres. Con todos sus flagelos, como la criminalizacion de la pobreza y demás.
    Muchos de los esfuerzos y “planes de acción social” fueron mecanismos encubiertos para perpetuar la pobreza y desviar recursos para burocracias ineptas y desprovistas de toda preocupación de la pobreza como problema social global, fruto de una etapa precisa del capitalismo dependiente contemporáneo.
    Un Estado bueno para crear, dividir y disimular a los pobres. Para engañar a los pobres con “planes focalizados”, políticas “de impacto” y demás.
    De ahí que, tan importante como la disponibilidad de recursos materiales es la creación de nuevas formas de participación de la gente en la solución de sus propios problemas.
    Y esto supone un esfuerzo por trasladar los conceptos, las ideas y el estilo que la izquierda ha definido para llevar adelante sus políticas sociales a los realizadores “de campo” de esta experiencia.
    6- Ponerse cara a cara con la pobreza, procurar actuar para mitigarla y construir con dignidad una nueva ciudadanía supone abordar la tarea desde una visión de conjunto, que incluya las preguntas y las respuestas que se planteen en el diálogo por parte de los ejecutores y los beneficiarios del plan. Como izquierda nacional, arraigada largamente en la vida del país, tenemos una visión de conjunto para inspirarnos. Una visión bien distinta por cierto a las del opus dei, o la de los adoradores de la libertad del mercado como único valor ordenador de la vida social.
    Tomado de La República, 4 de abril de 2005







2.-28.03.05. Para no ser una democracia de balconeadores.


Escribe: Hugo Cores

Imagino estas notas que se publican los lunes como una suerte de carta, de incitación al diálogo entre quiénes tenemos preocupaciones parecidas.
1- Otrora, durante Pacheco y la dictadura, las “cartas” que hacíamos circular, las de la FAU, las del PCU, por ejemplo, se repartían sin pié de imprenta, desde las sombras. No tenían otra forma de existir que en la clandestinidad.

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    De este modo se hacía difícil al lector anónimo hacer llegar al editor su opinión sobre lo que allí leía. Hoy hemos reconquistado esas libertades. Hay que ejercerlas para ampliarlas. Internet nos la facilita aún más ese ejercicio hoy imprescindible. Para el que quiera meter baza en estas reflexiones le paso mi correo: mailto:avera@pvp.org.uy
    2- Es bien cierto que, como dice Paulo Virilio en un libro reciente (Villa Pánico), en las sociedades modernas frente a la inseguridad y el miedo, apostar a la razón, al debate y la persuasión parece un empeño casi quijotesco. Resume la revista Ñ, que aparece con Clarín: Durante todo el proceso moderno, la imagen idealizada de la democracia griega había dado paso, primero, a la democracia indirecta, ejercida a través de los representantes, y luego a la democracia de la opinión pública, donde los medios de comunicación disputan a las instituciones, corporaciones y partidos políticos el lugar de la "reflexión en común", del debate acerca de la dirección de los asuntos de una nación.(…)
    Las tendencias prevalecientes en las sociedades actuales nos llevan a que, cada vez más, “estamos dominados por el miedo y el pánico a la inseguridad antes que por un sentido de deber hacia nuestra nueva e insólita ciudad-Estado. Este pánico anula el lugar de la reflexión y los medios se hacen cargo, no ya de la demanda de reflexión colectiva, sino de una demanda de emoción colectiva.”
    3-Volvamos al aquí y ahora. Muchas veces se plantean situaciones contradictorias –esta que vivimos en Uruguay es una de ellas- en las que hay muchas cosas para hacer y no se tiene fuerza militante para emprenderlas. Al mismo tiempo, proliferan los militantes voluntarios (intelectuales, ex sindicalistas) dispuestos a brindar tiempo y saber, que hoy no encuentran dónde aplicar sus energías. Sienten, por eso, un cierto desasosiego que mañana será quizá frustración.
    Señal que, como “partido” (FA-EP-NM), en algunas cosas no estamos todavía a la altura de lo que nos exige la situación que nosotros hemos ayudado a construir.
    4- Al querer terminar con las injusticias más flagrantes, la corrupción y los privilegios, estamos convocando a un aquelarre (un cabildo abierto de hechiceras) pero todavía no hemos auscultado ni organizado a un número suficiente de brujas (y brujos) a los que no podemos dejar deambular sin orientaciones políticas y prácticas precisas.
    Algunos lineamientos ya los tenemos, habrá que socializarlos. Otras los iremos creando sobre la marcha, puesto que, un nuevo proyecto de país, conlleva también una ampliación de la democracia y formas más intensas de participación.
    5- Tomemos, por ejemplo, la iniciativa –clave para la izquierda- de la realización del plan de emergencia social.
    Es respuesta a una circunstancia social inédita en nuestro país. Una sucesión de hechos que, a diferencia de otros dramas históricos recientes, de los que se conocen relatos, nombres, fechas, nóminas de víctimas y de verdugos, este otro drama social, que concierne a decenas y decenas de miles de personas, ha sido en silencio, su presentación pública y (no su real y sangrante realidad) no ha sido noticia, carece (supuestamente) de protagonistas, no surgen responsables. Todos vemos a diario, en las calles a los desastrados protagonistas y todos sabemos quienes con eso se han hecho millonarios.
    Pero nadie, ni dentro ni fuera de los cuarteles hace un acto para conmemorar el día de los caídos en la miseria, en la escasez, en la enfermedad.
    Ayer domingo, el matutino El Observador daba cuenta de una interesante Investigación realizada por el Observatorio de Inclusión Social de la IMM.
    6- En Uruguay no se alzó un muro, como el construido en Palestina por Sharon. Ni los trabajadores fueron arrojados de sus casas a la miseria a punta de fusil, como los campesinos colombianos.
    Todo transcurrió –y transcurre- silenciosamente. Legalmente, ¡a la uruguaya, vamos!
    Primero se impide que la gente se organice. Esto es clave. Al desorganizarse, el pueblo más pobre pierde su arma primordial. Luego viene el despido, después el desalojo y … después de unos años de aplicación de estas “normalidades legales” la ciudad ha cambiado, nos dice el Observatorio.
    Ahora hay barrios, como Carrasco y Punta Gorda, donde los niños pobres son el 4.2% del total.
    En otros lugares, sin muros ni fusiles que se interpongan, en Casavalle por ejemplo, el 91.4% de los niños son pobres. En La Paloma y Tomkimson, 87.5% y en el Casabó, el 79.1%.
    Sobre los departamentos de Artigas, Rivera y Cerro Largo, no hay datos tan actuales y precisos. Pero todo hace pensar que la miseria y la desigualdad social son aún peores.
    Esta es la herencia social que nos dejan los blancos y colorados, los devotos del pensamiento único, de las privatizaciones, los apologistas de la libertad irrestricta del mercado. Es una herencia que deja al país sin futuro.
    Por eso el plan de emergencia es impostergable. Y no puede fallar.
    7- Muchos compañeros se han acercado a distintos enclaves políticos o de la administración o universitarios para ofrecer su participación voluntaria, honoraria en las tareas. Es un buen indicio.
    Creo que una de las claves es que el plan de emergencia no debiera tener como exclusivo campo de ejecución lo que se realice desde el Estado. El Estado y las Intendencias harán lo suyo. Porque el neoliberalismo terminó su reinado en el gobierno de este país. Y la participación del Estado es esencial.
    Pero no a nuestros gobernantes no tenemos que dejarlos solos.
    Es preciso retomar la cadena en el eslabón que se rompió cuando se dio inicio al círculo vicioso de la pobreza: necesitamos fortalecer las instancias de organización y participación popular.
    Las comisiones barriales y las cooperativas de FUCVAM, los sindicatos de la zona y las organizaciones de mujeres o de ambientalistas.
    Las organizaciones de usuarios de los servicios de salud. Los núcleos de padres en torno a las escuelas.
    El Departamento de Montevideo ha dado algunos pasos en materia de descentralización. Esas formaciones democráticas incipientes y a menudo débiles podrían ser fortalecidas si, por ejemplo, los Consejos Vecinales hacen un llamado a la participación y abren sus puertas para que se arrimen nuevos brazos y se oigan nuevas voces.
    Una vez más, una parte de esta iniciativa podría ser asumida por las fuerzas políticas implantadas en cada zona a través de sus Comités de Base. Experiencia anterior no falta. Quizá haya que agregar imaginación para actuar como punto de apoyo a los esfuerzos de la administración, como factor de contralor y como espacio para la participación y el aporte de ideas.
    Para avanzar en todo esto precisamos romper con todas las rutinas de la democracia de balconeadores que pretenden que seamos.
    Y nuestra fuerza política, el FA (y sus aliados) no puede permanecer ajena a esta necesidad.
    La República, 28/03/2005.






3. 21.03.05. DECLARACIONES EN LA RUEDA DE PRENSA DEL DIRIGENTE DEL PARTIDO POR LA VICTORIA DEL PUEBLO (PVP), EN EL EDIFICIO LIBERTAD

El Presidente de la República, Tabaré Vázquez, recibió en el Edificio Libertad a una delegación del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), integrada por Hugo Cores, Carlos Coitiño, Raúl Olivera y Luis Puig.
DECLARACIONES EN LA RUEDA DE PRENSA DEL DIRIGENTE DEL PARTIDO POR LA VICTORIA DEL PUEBLO (PVP), EN EL EDIFICIO LIBERTAD

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    CORES: Buenas tardes. Bueno, estimados amigos, con algunos integrantes del Secretariado Ejecutivo del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), solicitamos una entrevista al doctor Tabaré Vázquez Presidente de la República, que nos fue concedida de inmediato, acabamos de finalizarla.Con una gran satisfacción encontramos un interlocutor interesado en recibir nuestros puntos de vista y también la existencia de un espíritu común para encarar los problemas que tiene planteado el país; el fortalecimiento de la democracia y de las normas de derecho.Y el diálogo permitió constatar que los enfoques que realizamos sobre temas delicados, temas donde existen debates que no siempre se presentan con toda la claridad debida, en esos temas cada uno fijó su posición y pudimos comprobar que efectivamente estamos en una línea que tiene muchas analogías, que hay zonas que no se han profundizado, pero que nos parece extremadamente auspicioso el papel que el doctor Vázquez le ha asignado a la búsqueda de la verdad. Que ha sido absolutamente consecuente con lo que ha formulado nuestra fuerza política a lo largo de la campaña electoral, lo que se le ha ofrecido y prometido a la ciudadanía, a lo que se ha manifestado en el discurso de 1º de marzo.Y que en esa línea el PVP está alineado con el Presidente de la República, está dispuesto hacer una fuerza más dispuesta a elaborar en una organización como es el Frente Amplio, que es plural y que es con composición ideológicamente heterogénea, diversa, elaborar una posición unitaria, firme y común para respaldar el avance hacia la verdad que impulsa el compañero Tabaré Vázquez.PERIODISTA: Cores, ¿cuáles son esas zonas "no exploradas" que usted decía que habían conversado, o no profundizadas, en las que hay acuerdo con el Presidente Tabaré Vázquez de "explorar"?CORES: Bueno, a menudo se presenta como antagónicas posiciones que son muchas veces de tipo técnico, o de matices. Nosotros no sentimos que tengamos, con respecto a cómo Tabaré está encarando el avance en la búsqueda de la verdad en el momento actual, no sentimos que ese camino signifique ningún estancamiento; al contrario, pensamos que es una marcha adelante ni una desviación hacia lo que piensa el PVP o lo que hemos discutido en los congresos, o lo que le hemos dicho a la gente durante la campaña electoral.PERIODISTA: ¿El PVP como organización tiene ideas propias y definidas de cómo debería transitarse ese camino?CORES: Sí; y compartimos cómo lo viene haciendo el Presidente de la República.PERIODISTA: Cores, en algún momento el PVP planteó el tema de la verdad, pero también de la Justicia. Usted acaba de hablar de la verdad. El tema de la Justicia, ¿quedó para atrás, cómo lo están viendo?CORES: No, no, no; la Justicia tiene un papel; incluso si ustedes miran con atención y ven con atención las formulaciones hechas por el Presidente de la República, está muy claro que todo aquello que no está comprendido en la Ley de Caducidad, que es mucha materia, él enumeró algunos casos pero esos casos tienen también un carácter genérico, son casos individuales, precisos, pero que también están solventados sobre principios que abarcan otros casos, otras situaciones delictivas. Y esos casos se van a dilucidar con la intervención de la Justicia. O sea, no están incluidos en la Ley que establece la Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado.PERIODISTA: Cores, ¿le conforma al PVP el pleno cumplimiento del articulo 4º de la Ley de Caducidad?CORES: Yo creo que los avances que se están dando son más amplios que eso. Creo que el impacto que causó en la opinión pública nacional e internacional el espacio que el doctor Tabaré Vázquez le ha dedicado a esto, tanto en su discurso inicial como posteriormente; la magnifica reafirmación de la vigencia del poder civil en un país donde la autonomía inconstitucional de algunas zonas del Estado se había impuesto como una costumbre, bueno, este restablecimiento del orden constitucional y de la legitimidad del poder civil sobre todos los campos del Estado nos parece que es un avance sustantivo que debemos todos apoyar.PERIODISTA: En una de las conferencias, creo que la última que dio la Ministra de Defensa, Azucena Berrutti, dio a entender que ella no compartía la conclusión de la Comisión para la Paz de que los restos de los desaparecidos habían sido arrojados al mar. ¿Cuál es la visión que tiene el PVP sobre este tema? Y otra pregunta, también, ¿qué pasa con el caso de Elena Quinteros? ¿Ustedes tienen intenciones de replantearlo de alguna manera que pueda no ser comprendido por la Ley de Caducidad?CORES: Bueno, yo creo que sobre lo que significó para el país los esfuerzos de la Comisión para la Paz, de alguna manera están laudados por los propios hechos; o sea, la reanudación de las investigaciones significa que esa tarea no había concluido, que fue un paso. Nosotros tenemos una opinión sobre ese paso, otros tienen otra opinión, pero el tema lejos de haberse cerrado con la reconciliación de todos los orientales, dejó en el umbral una investigación que ahora el doctor Vázquez desde la Presidencia de la República, con todo lo que eso significa, impulsa y que lo va hacer con arreglo de un apoyo de la Universidad de la República, de antropólogos forenses, de gente experta que va a colaborar con el Poder Judicial y de manera indirecta con la profundización del conocimiento de esos episodios.PERIODISTA: Con respecto al tema Elena Quinteros.CORES: Con respecto al problema de Elena Quinteros, bueno, como es sabido una de las hipótesis más fuertes del destino previsible de Elena, es que haya estado sepultada, o por lo menos durante un tiempo, y, por lo tanto, abrimos un compás de espera y de avance de las investigaciones de los forenses en el sentido sin dan pistas o no de la existencia de restos de Elena, como de los otros uruguayos desaparecidos, sobre los cuales existen denuncias que estarían en unidades militares o en otros lugares del país. Estarían, por supuesto, clandestinamente, solapadamente.PERIODISTA: Cores, ¿ustedes presentaron algún tipo de documento al Presidente por este tema, hoy?CORES: No, no.PERIODISTA: Temas puntuales como ingreso a los Batallones 13 y 14 y futuras actividades también puntuales que se va a dar el gobierno en todo estos temas, ¿le fueron planteados, fueron materia de conversación en este encuentro?CORES: No; yo creo que el Presidente de la República con todo lo que tiene, sólo con mirar el horror que ha recibido como país, no tiene mucho tiempo y creo que la oportunidad era para hacer consideraciones de carácter político más general y no entrar en detalles operativos que son potestades de la Presidencia de la República.PERIODISTA: ¿Usted tiene opinión formada acerca de cómo se va a instrumentar, o de la forma en que se está instrumentando este ingreso a los batallones, y las posibilidades que se abren de aquí en más en torno a esa investigación?CORES: Sí, tenemos opinión formada favorable a cómo el Poder Ejecutivo viene conduciendo la investigación.PERIODISTA: ¿Y qué evaluación están haciendo de como están reaccionando las Fuerzas Armadas ante esta iniciativa del Poder Ejecutivo?CORES: Nos atenemos a la información que transmiten ustedes, a la información oficial, y dudar que las Fuerzas Armadas van a acatar el poder civil sería una noticia alarmante, por lo cual no tenemos derecho a dudar de que se va a cumplir, que todos van a cumplir con la ley y todos van a acatar los mandos civiles que el pueblo colocó al frente del Estado.PERIODISTA: Hay algún otro caso que ustedes consideren que debe quedar fuera de la Ley de Caducidad, además de los que ya se han mencionado, el caso de la nuera de Gelman y de los asesinatos de Michelini y Gutiérrez Ruiz, ¿otros casos hay?CORES: Sí, consideramos por ejemplo, que la situación de los crímenes cometidos en Argentina no se reducen exclusivamente a Michelini y Gutiérrez Ruiz.En segundo lugar, pensamos que de acuerdo al Pacto de San José de Costa Rica y a la Convención Interamericana de Derechos Humanos, la desaparición forzada de personas es un delito que se está produciendo hoy, lunes 21 de marzo de 2005, en la medida que ni Tasino, ni Gerardo Gatti, ni León Duarte fueron a su casa hoy. Bueno, es la perpetuación de un estado de irregularidad, porque ellos fueron aprehendidos por funcionarios estatales facultados por el Estado para llevar adelante eso. Eso es una situación que, digamos, la condición de delito es estable, permanente, hasta su finalización; ya sea bajo la forma de la entrega de restos que indican que hubo un homicidio, ya sea bajo la aparición con vida.PERIODISTA: O sea, que a su criterio quedan excluidos de la Ley de Caducidad.CORES: A nuestro criterio quedan excluidos de la Ley de Caducidad, sí. Bueno, si no tienen más preguntas, les agradecemos mucho.PERIODISTA: Gracias.




4.- 21.03.05. El gobierno toma el rumbo prometido.






El gobierno toma el rumbo prometido
“Acaba de pasar el que vendrá…”
Escribe Hugo Cores

El título es una cita de un libro de César Vallejo, "Poemas Humanos".

Los primeros pasos del gobierno han aumentado su popularidad. Hoy se ganaría por más. Para las municipales de mayo, nuestro candidato común, el Dr. Ricardo Ehrlich, con una trayectoria política límpida y una formación académica y científica de primera línea, tendrá como principal adversario a un candidato colorado ¡que no se atreve a decir su apellido! Eso sí, siendo ministro tuvo la osadía de presentarse solidariamente en la sede donde se juzgaba a su padre por golpista y dictador.
Como se demostró en el acto del jueves en el Cerro, hay efervescencia frenteamplista y los compañeros responden bien a los llamados a la movilización. Es apenas el comienzo.

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    Esta circunstancia y la alegría de los primeros logros del gobierno popular no debieran hacernos perder de vista que lo fundamental está todavía por hacerse. Y para hacer lo fundamental, el gobierno precisará del apoyo activo de la población.
    El ejemplo de los otros gobiernos progresistas de la región muestran los infinitos recursos de que se vale la derecha, aún siendo electoralmente minoritaria, para obstaculizar procesos de cambios. Derechas que, hagan lo que hagan, dentro o fuera de la ley, tienen el apoyo incondicional del gobierno más dado a la intromisión que existe en el planeta, el de Bush. No creo que nuestros fantasticous ex gobernantes colorados vayan a ser una excepción.
    El estado de emergencia
    La izquierda recibe el gobierno con un país "en estado de emergencia".
    Hay una emergencia social que ha sido bien descrita por el Presidente de la República en su alocución del 1º de marzo.
    Hay una emergencia informativa pues buena parte de los problemas más serios que padece la nación han sido ocultados o deformados por la intermediación política y los pequeños grupos que manejan la información más extendida. La consecuencia es que una parte considerable de la población no tiene una idea cabal de cuáles son los puntos de partida para el nuevo gobierno.
    Hay una emergencia moral por el descaro con que se montaron cadenas de privilegios, se llevaron adelante fraudes gigantescos con los dineros públicos, se desmantelaron servicios esenciales en el Estado y, pese a las denuncias, esos delitos permanecieron en la impunidad y, con frecuencia, casi sin difusión pública.
    Sin pretender ser exhaustivos, hay, como consecuencia de lo anterior, una emergencia cívica, una crisis de ciudadanía en su dimensión esencialmente política. Una gran parte de la población no creía en los gobernantes. Sabían que mentían y ocultaban.
    La política era el territorio del escamoteo y los políticos eran percibidos como esmerados embaucadores.
    La recuperación de ese ejercicio de la ciudadanía, la recobrada credibilidad en los gobernantes es uno de los aires que empezaron a cambiar en el país después del 1º de marzo.
    En este contexto, creo que la movilización social tenderá a crecer. Para empezar, por la existencia de un gobierno que hará respetar los derechos y las libertades sindicales a las que el país está obligado por sus pactos y compromisos internacionales.
    Un gobierno, además, que instalará, desde la máxima magistratura del país, una verdadera agenda social, sin tapujos y sin hipocresía. Es un aspecto sustancial sobre el que no voy a agregar nada más por ahora.
    La clave es la movilización política
    La movilización social se sustenta en las necesidades perentorias de la gente. Y la nuestra es una sociedad con una gran tradición de "organización, solidaridad y lucha" para decirlo con palabras obreras. La desocupación hace difícil la acción reivindicativa, pero no la elimina. Con un gobierno legalista y comprometido con la justicia social, la gente irá encontrando por sí misma el camino.
    La movilización política es de otra naturaleza. Constituye una opción voluntaria y consciente, requiere una acción militante, una cultura de unidad, para ir amalgamando intereses heterogéneos, de edad, de género, de profesión; y también unir en la acción concepciones políticas diversas, convivir con ellas de un modo fecundo, a través del reconocimiento de que existen legítimamente opiniones contrapuestas sobre tal o cual punto. Contraposición de opiniones que están en la base de la democracia interna de organizaciones políticas policlasistas como el FA.
    La militancia política no es un hecho de la naturaleza. Es una realización de los partidos, de sus integrantes, sus intelectuales y sus trabajadores.
    Requiere, entre otras cosas, la inversión de tiempo en tareas que no rinden fruto de inmediato, como todo lo que tiene que ver con el estudio y la realización de cursos de formación política.
    El horizonte socialista
    El elenco de gobierno ha demostrado estar bien parado para atender lo esencial que le debe al país: cumplir con su programa de cambios. Esos equipos están construyendo y aprendiendo.
    La atención de las acciones del presente inmediato no está reñida con las visiones de más largo aliento, el llamado horizonte socialista al que a menudo aluden los compañeros del PS.
    Ese socialismo que, como bien dijo Hugo Chávez, habrá que reinventar.
    Ese horizonte ayuda al paso menudo, al quehacer de todos los días, a la ampliación de la mirada.
    El horizonte ayuda a reinsertar nuestro quehacer de hoy con lo que fuimos y discutimos en el pasado, del que somos herederos y continuadores. Imaginar el futuro, mejora el paso.
    Ese orden de tareas, de formación militante, no es siempre palpable en forma inmediata. El pragmatismo es un mal consejero para la izquierda. Conduce a un error que se ha repetido en más de un país y que consiste en "dejar todo en las manos de los dirigentes", que además ahora están en el gobierno.
    La investigación, desde ese horizonte socialista, de la realidad que nos rodea, como uruguayos, como latinoamericanos, es esencial.
    No podemos dejar de tener una mirada crítica al "conocimiento" que producen las agencias ideológicas de los grandes centros del capitalismo.
    Mirar el hoy críticamente es esencial para situarse ante el capitalismo tal cual es. Que no es solo un proyecto económico, aunque esta es su base fundamental. Lo primero que produce el capitalismo es... más capitalismo. Y esto quiere decir por lo menos tres cosas: reproducir relaciones económicas de explotación, relaciones políticas de dominación y relaciones culturales de alienación. Si existiera un capitalismo sin esos tres atributos, me avisan dónde queda.
    Trincheras de ideas, predicaba Martí
    Todo parece indicar que seguiremos creciendo electoralmente. Y eso tiene un alto grado de positiva significación.
    A la vez puede conducirnos a una suerte de cuello de botella en la labor de reproducir conciencia y militancia, en la necesidad de contribuir a formar a las nuevas generaciones que se interesan por la participación política.
    Seamos conscientes de que en la actualidad estamos trabajando con los ahorros de las décadas anteriores. Con las obras históricas marxistas y críticas, con los trabajos de Barrán y Nahum, Lucía Sala y Julio Rodríguez, con los libros polémicos, estimulantes de Vivián Trías, Rodney Arismendi, los artículos de Héctor Rodríguez, Carlos Quijano, Real de Azúa y Arturo Ardao.
    Hoy esa tarea de investigación y formulación teórico-política está bastante estancada. No hay el desarrollo ni la reposición de las labores de esa generación ligada al auge de la izquierda en los 60 y a la fundación del FA, que fue su culminación política.
    Por otro lado, en la sede más adecuada para la elaboración y el intercambio activo de opiniones políticas que es el propio FA - los comités de base-, la cultura de la discusión parece haber perdido si no la guerra, por lo menos algunas batallas. Se dice que "se pierde demasiado tiempo en discusiones estériles". Sucede que las discusiones estériles lo son, justamente, porque no estamos sabiendo organizar los intercambios de manera que sean fecundos. Y a eso hay que dedicar un esfuerzo de conducción.
    Tomado de La República, 21 de marzo de 2005






5.- 14.03.05. El gobierno popular y sus escollos

El país empieza a salir de su atonía cívica
El gobierno popular y sus escollos
Escribe: Hugo Cores

Han bastado apenas cuatro o cinco acciones del nuevo gobierno para que el país empezara a salir de su atonía cívica.


"Echa a andar otra vez este
barco varado,
marinero."
León Felipe.
Decisiones y gestos lo suficientemente claros como para que muchos hombres y mujeres empiecen a sentir que no son plantas sino ciudadanos de una patria que los requiere. Y los convoca para que estén informados, con opinión, críticos, activos y solidarios y capaces de controlar democráticamente la acción de gobierno.
Un rumbo a favor del pueblo
La reafirmación del poder civil frente a rumores de malestar militar por la autorización del ingreso de los forenses a las unidades militares, denunciadas como posibles cementerios clandestinos.

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    Se trata de un acto, casi obvio, de reajuste institucional, consistente en la reposición de la órbita militar a su condición de aparato subordinado a las instituciones civiles.
    Institución militar que, desde la dictadura, ha gozado, para mal de sus cuerpos y de la sociedad uruguaya, de un peso y de una autonomía que está reñida con la Constitución, con la tradición del país y la concepción artiguista de la función de las Fuerzas Armadas.
    La rescisión del contrato con la empresa que ha venido lucrando e incumpliendo con los contratos para la construcción del puente sobre el Santa Lucía y la puesta en conocimiento público de algunas maniobras graves cometidas contra el patrimonio nacional, el envío al Parlamento de un proyecto de ley que otorga a los uruguayos del exterior la posibilidad de votar y el anuncio de la convocatoria de los Consejos de Salarios, también van en el mismo sentido.
    Por ahora son actos que expresan la voluntad del gobierno. Apenas unos papeles escritos. Los efectos sobre la sociedad no serán de un día para otro. Pero llegarán con la fuerza de leyes legítimas y allí estarán los funcionarios para hacerlas cumplir en serio, en beneficio de los que demandan justicia. Y allí estará también un pueblo con la conciencia de sus derechos recobrada para exigir, desde sus organizaciones, que se cumplan las leyes sociales y funcionen adecuadamente las instituciones encargadas de velar por el bienestar, la dignidad y la cultura del pueblo.
    Lo que solíamos llamar estrategia
    Creo, y así lo intento, que debemos adelantar reflexiones que se propongan avanzar en materia de previsiones. Lo que en otro tiempo se llamaban "reflexiones estratégicas"
    Hacia dónde vamos, cómo, desde ahora, damos los pasos que nos permitan superar escollos que se insinúan y que desde ya sabemos que pueden constituirse, a mediano plazo, en obstáculos para el cumplimiento de nuestro programa. El pasaje del Partido Nacional a la oposición, por ejemplo.
    Hacia otra integración latinoamericana y solidaria
    Veamos esta perspectiva estratégica en dos campos. Como se ha dicho, no creo en la existencia de una armonía universal que permita la existencia de auténtica cooperación entre los gobiernos de los países imperialistas, como los EEUU y países como los nuestros.
    Los pasos dados por el nuevo gobierno en sus primeras decisiones en materia diplomática han sido contundentes: acuerdos con Chávez y Kircher, estrechamiento de las relaciones económicas con el gobierno de Lula, la ansiada reanudación de las relaciones con Cuba.
    Los acuerdos consignados tienen una especial significación favorable para los países signatarios y se alejan de las concepciones imperantes, teñidas por la imposición de las naciones más fuertes o por el absurdo "egoísmo nacional o corporativista" que neutraliza a menudo avances verdaderos en la integración regional, como ha sucedido con el Mercosur.
    Tabaré con Kirchner contra la Shell
    Una concepción latinoamericanista de la integración fue reafirmada en la decisión, difundida ayer domingo, del presidente Vázquez de ordenar a Sol Petróleo, empresa subsidiaria de Ancap, que no aumente los precios de la nafta en Argentina y no se sume a las actitudes de la poderosa y arrogante trasnacional Shell, que actúan contra los intereses del pueblo y el gobierno argentino.
    La fraternidad con el presidente Chávez y los acuerdos suscritos, la hospitalidad brindada a los diplomáticos cubanos en la reinstalación de los vínculos históricos que unen a los dos pueblos, todas esas actitudes dignas y soberanas ¿serán del agrado de la gran potencia?
    ¿Serán vistas con deleite por la turba de delincuentes encumbrados en el poder en los Estados Unidos?
    O más bien ¿estas actitudes honorables y latinoamericanistas de nuestro gobierno nos pondrán en la honrosa pero árida lista de los estados poco amigos de la actual administración?
    ¿Seremos, a partir de ahí, objeto de mayores presiones por parte de la gran potencia?
    Siendo esto altamente probable ¿cómo preparamos a la opinión y a la conciencia de nuestro pueblo para enfrentar con dignidad esas presiones?
    Las resistencias internas a los cambios de signo popular
    A un razonamiento similar acudo para analizar aspectos de las tareas que el gobierno se propone en el plano interno.
    La idea, más que justa, "que pague más el que tiene más", no es la primera vez que la izquierda la levanta como camino para revertir la muy injusta distribución de las cargas impositivas en el país.
    ¿Qué destino tuvo esa inflexión durante el gobierno de Vázquez en la Intendencia de Montevideo?
    Como se recordará, la actualización del Catastro, emprendida desde la IMM, se proponía ajustar el valor de la propiedad inmobiliaria, valor que se encontraba congelado desde hacía decenios.
    Se trataba, apenas, de estimar el valor real de construcciones, edificadas en terrenos que hace 30 o 40 años tenían una tasación muy baja y que ahora se habían valorizado en forma significativa.
    La campaña contra el nuevo catastro por parte de los propietarios de las construcciones más costosas fue intensa y, con el apoyo de los partidos tradicionales, el proyecto fue impugnado ante el Poder Legislativo (¡con mil firmas!) y la decisión naufragó.
    ¿El aumento del valor imponible era desmesurado? ¿Significaba una exacción injusta, que lanzaría a los pobladores de los barrios residenciales a la miseria o la estrechez? No. La actualización catastral, que en dinero, representaba chirolas, fue resistida porque fue vivida como un mal ejemplo y una humillación.
    Los ricos y la cuestión de los impuestos
    Las clases adineradas en esta región de exageradas desigualdades tercermundistas suelen llamarse unos a otros de "pudientes". Ellos pueden.
    En los años 30, al viajar a Europa, podían cargarse una vaca en un trasatlántico para poder tomar leche fresca durante el viaje. Hoy pueden vivir como en Mónaco, comprar autos hechos a su medida, modelos únicos de cientos de miles de dólares. Y exhibir todos los demás signos de su opulencia.
    Son, entendámonos, pudientes. Su riqueza es poder. Y ese poder conlleva un valor simbólico que ellos pretenden que sea intocable.
    Una parte del odio que Tabaré concita en los trogloditas de las clases poseedoras nativas nace, más que de los pocos pesos que significan aquellos aumentos impositivos, de la "insolencia igualitarista", de la "imprudencia plebeya" del gobierno de Montevideo de "mancillar" el poder simbólico de la clase pudiente.
    Por definición, el tributo se "impone".
    ¿Cómo a alguien se le ocurre imponerle algo, por justo que sea, a un "pudiente"?
    Gran parte del poder del pudiente nace del no-tener del no-pudiente. Ecuación tan sencilla como intolerable en una democracia que se precia de ser "el poder del pueblo".
    En su primitivismo, las clases poseedoras del capitalismo buitre no han terminado de entender que en los gastos de la comunidad todos tienen que participar y los que tienen más deben aportar más, concepto que desde Brasil a Suecia y desde Francia a los Estados Unidos ya ha aceptado la mayor parte de las burguesías del mundo.
    ¿Qué actitud asumiremos los frenteamplistas cuando, como en los 90, las clases pudientes no quieran aportar no ya la viga sino ni siquiera un pellizco de sus cuantiosas fortunas?
    ¿No habrá llegado la hora de que los plumíferos que nos ocupamos de estas cosas comprometamos unas opiniones pensadas sobre el futuro de nuestro proceso de cambios populares?
    La República, 14/03/2005.






6. 07.03.05. Una semana llena de emociones y de anticipos.


No resulta fácil sintetizar todo lo que el pueblo uruguayo y especialmente los frenteamplistas hemos vivido en estos días
Escribe: Hugo Cores
La emoción del reencuentro con viejos compañeros de exilios y prisiones, con los amigos extranjeros que nos dieron cobijo, con los compañeros a los que no se ve todos los días.


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    En la emoción estaban los ausentes, los que merecían haber visto este triunfo y su vida fue cegada malamente por la dictadura o por la enfermedad.
    1- En la emoción estaba el reconocimiento, de todos hacia todos, de que el Frente Amplio había logrado sobreponerse a treinta años de exclusiones y discriminación.
    Que éramos y somos una organización política animada de tanto fervor y pasión de cambio que somos capaces de reponernos a los reveses, de curarnos las heridas, de mirar hacia delante sin perder de vista que atrás de todo esto hay una historia de dolor y de heroísmo. Y de desapariciones e impunidades sin resolver.
    Esa capacidad de reponerse a la adversidad que tuvieron cientos de miles de hombres y mujeres de izquierda que fueron sometidos a las humillaciones del despotismo civil y militar, tendrán ahora que demostrarla los blancos y los colorados.
    2- Con la impecable conducción de los actos públicos, el contenido de los discursos del presidente electo, la impetuosa presencia de líderes latinoamericanos de la talla de Hugo Chávez, Néstor Kirchner y Lula da Silva, y la ansiada reanudación de las relaciones con Cuba, culminó en excelente forma el período de transición conducido por las autoridades del Frente. Son pasos fundamentales para echar las bases de un proceso de integración regional sin el cual el proyecto de país productivo se enfrentaría a escollos casi insalvables.
    El regocijo en estos primeros días va más allá, mucho más allá de los que el 31 de octubre votaron por Tabaré.
    Buena parte de la población siente que hay algo de fundación de una nueva institucionalidad, de una comunidad nacional organizada sobre la base del respeto de la dignidad del pueblo.
    La fundación de una nueva república donde sus funcionarios serán servidores del pueblo y actuarán con transparencia, humildad y sentido de patria.
    La reconciliación de una parte muy grande de nuestro pueblo con la política es uno de los logros más fecundos de la acción de la izquierda.
    En forma inaudita los medios de comunicación de masas siguen favoreciendo a los sectores minoritarios, a los que no alcanzaron siquiera el 10% del apoyo del electorado, quienes, ante la sonrisa, o la risa incrédula de los ciudadanos buscan el pelo en la leche para iniciar ya sus políticas de agravios y bloqueamientos.
    3- Como se había anunciado, en este momento se está inaugurando una fase especial del curso político, simultánea al inicio de las obras: la hora de la verdad sobre los delitos cometidos contra el patrimonio y los derechos del pueblo.
    Ya con mucha contundencia el subsecretario de vivienda Jaime Igorra declaró que no se sabe dónde fueron a parar 90 millones de dólares destinados a vivienda. Una denuncia realizada desde hace muchos meses por Fucvam y que con su arrogancia característica el gobierno de Batlle hizo oídos sordos.
    En estas primeras muestras de la auditoría administrativa anunciada por Tabaré, Jaime Igorra también se pregunta por qué el Banco Hipotecario construyó cinco mil casas que siguen vacías. Parece ser que estamos ante esas formas habituales del delito, propias del decadente Estado neoliberal.
    Pero de esos delitos debe haber responsables. Y esos responsables no pueden permanecer ni en el anonimato ni en la impunidad.
    La aparición pública del nombre de los apropiadores y despilfarradores que hasta ahora estuvieron encaramados en el Estado le hará un gran bien a la República y fortalecerá el compromiso de la ciudadanía toda con la marcha hacia un destino mejor para el país.
    El pueblo no soporta más la hipocresía oficial, el ocultamiento, la impunidad de las elites. El concepto de República es idéntico al de la igualdad de los ciudadanos ante la ley. Sin eso las instituciones carecen de alma.
    4- El proceso de transición incluyó también la provisión de cargos ministeriales, en los directorios de los entes autónomos y en varios cargos de confianza política.
    La designación de gobernantes es siempre una cuestión delicada, un terreno donde es fácil equivocarse.
    De todos modos tratándose como se trata de cargos de confianza política su designación está siempre sujeta a la calidad de su desempeño y, por lo tanto, si en alguna designación ha habido error será fácil de repararlo agradeciendo al elegido por los servicios prestados y, con todo respeto, pidiendo su renuncia.
    Creo que uno de los grandes aciertos en materia de designaciones es la incorporación de sindicalistas en los directorios de algunas de las grandes empresas públicas y en la conducción de la ANEP. Muy pronto se demostrará el efecto estimulante que sobre la gestión de esas poderosas palancas económicas, sociales y culturales tendrá la presencia en la conducción de hombres y mujeres que las conocen por dentro, que las han estudiado con detenimiento y las han defendido con alma y vida.
    Con relación a otros nombramientos, "al freír será el reír". O el llorar. Aunque siempre queda el recurso de reparar el error sustituyendo.
    Soy consciente de la enorme diversidad de los problemas que aquejan al país postrado que recibimos. Hay un Plan de Emergencia en curso. A la vez son fundamentales los procesos de reorganización popular, como el que alienta el PIT-CNT convocando a la organización sindical de las trabajadoras del servicio doméstico. Reorganización para participar, ahora con el amparo de la Ley y de un Ministerio celoso del cumplimiento de la misma.
    El establecimiento de fueros sindicales y los Consejos de Salarios favorecerá la sindicalización de un gran sector de trabajadores jóvenes del sector privado, hasta hoy reprimido, fortaleciendo la movilización social por un nuevo modelo de distribución de la renta. Con mejoras salariales y tributarias de acuerdo al principio de que pague más el que tiene más.
    5- En esta enumeración quiero poner énfasis en un tema espinoso: el de la enseñanza pública.
    Una parte considerable de la realidad actual y del destino del país se está viviendo en la peripecia de cientos de miles de jóvenes que están o debieran estar encuadrados en el sistema de nuestra educación pública.
    Hay allí un extraordinario potencial de energía espiritual y moral, una extraordinaria reserva para el desarrollo y la dignidad nacional. Y la hay también en ese cuerpo docente, mal pago, a menudo subestimado y al que no se la ha prestado atención en la hora de formular planes y reformas.
    Creo que la educación pública es uno de los dos o tres campos de batalla más importantes que tenemos que afrontar.
    Es un territorio lastimado, donde todos sus protagonistas, empezando por los jóvenes, se han visto alejados de toda participación.
    De entre toda la educación pública, los liceos y las escuelas de la ex UTU constituyen el campo primordial. La zona de desencuentro más explosiva, el área de la sociedad más vulnerable al desaliento, donde sobrevuelan los buitres de la droga, la apatía o la desesperación.
    La conducción de la ANEP requerirá un esfuerzo titánico donde tendrán que poner lo mejor de sí hombres y mujeres que conozcan a fondo, por experiencia propia, sus problemas, su compleja trabazón de carencias técnicas y materiales, la falta de diálogo, la frustración de los auténticos docentes, el desamparo de los institutos de formación docente.
    La educación pública no puede ser un islote en el que se deposite el mejor potencial humano del país sino un campo privilegiado de la acción pública.
    Los conductores de la ANEP tienen la responsabilidad de hacer aflorar todo ese potencial creativo de nuestra juventud y de nuestros docentes.
    La República, 7/3/2005.







7. 28.02.05. Ahora, ¿qué hacemos con el Frente Amplio?

En el pensamiento de la derecha, el partido es apenas una instancia electoral
Ahora, ¿qué hacemos con el Frente Amplio?
Escribe: Hugo Cores

La transición toca a su fin. El plantel que se hará cargo del gobierno está casi terminado, los lineamientos programáticos han sido elaborados con bastante anticipación.

En las últimas semanas, tanto en Montevideo como en el Interior, integrantes del nuevo gobierno han realizado reuniones con vecinos para anunciar los lineamientos del Plan de Emergencia Social y escuchar opiniones y sugerencias.
Las reuniones que conocemos han dado muestra de un hecho insólito: la cantidad de público que asiste a las reuniones, el entusiasmo reinante y la cantidad de voluntarios desinteresados que ofrecen su participación militante, honoraria, para la realización de tareas del Plan.

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    Estado de gracia
    El nuevo gobierno popular vive lo que se ha denominado un período de "estado de gracia". Desde la sociedad hay predisposición para apoyar a lo nuevo, para el aporte destinado a lograr en los resultados que obtenga la nueva administración.
    ¿Cómo canalizar esta energía potencial? ¿Hacia dónde dirigir los efectos estimulantes del "estado de gracia"? ¿Cómo transformar en acción real esta propensión anímica y colectiva de trabajar junto al gobierno para mejorar la situación del país?
    Todos sabemos que esta situación es inédita y que, si no se canaliza en forma adecuada, se corre el riesgo de que sea efímera. Es más, si las decisiones políticas fueran erróneas o se advirtieran abusos o aprovechamientos, la disposición favorable podrá en corto plazo convertirse en decepción.
    Instrumentos ya existentes
    La izquierda uruguaya ya tiene construidos en el movimiento social real una serie de organismos que actúan, con menor o mayor grado de vitalidad, como fruto de su propia iniciativa, de un proceso de auto organización independiente del Estado: las cooperativas, los sindicatos, las asociaciones barriales, culturales, deportivas, de mujeres, medioambientalistas, etc.
    El FA dispone de una concepción de la política que no se agota en el accionar del Estado. Una concepción de la democracia que busca sembrar y construir ciudadanía.
    Y así como el gobierno está obligado a la buena administración, el FA tiene su desafío específico, convergente con el del gobierno, pero que corre por canales separados a él, que no puede confundirse ni subordinarse al quehacer de la administración.
    El FA, y en esta expresión incluimos a todo su sistema de alianzas, en tanto "partido", se regula por otras reglas que se dio él mismo, distintas de la administración; de otra naturaleza que la Constitución y la Ley, que conforman la estructura normativa por donde transcurrirá la acción de gobierno.
    Esto puede parecer trivial, sin embargo, en algunos procesos de cambio la confusión entre el partido y el gobierno se instaló, como una realidad que terminó por debilitar a ambos y llevar los procesos a la frustración y a la derrota.
    En muchas instancias nos hemos referido a la originalidad del FA, de su diferencia con otras formaciones de izquierda de las tantas que luchan en A. Latina.
    Contra lo que impulsan las corrientes pragmáticas, es un error teórico y político olvidar que la problemática de la "fuerza política" o del "partido", es de larga data en el pensamiento transformador y no podemos olvidar la diversidad de experiencias, que han mostrado los enormes riesgos que entraña equivocarse sobre cuál es el papel del partido en un proceso de cambios.
    Despartidización
    En el pensamiento de la derecha, el partido es apenas una instancia electoral. El partido como herramienta de cambio ha sido demonizado.
    Para el neoliberalismo, en el libre juego del mercado que todo lo resuelve, estamos "todos contra todos". De ahí la negación de las clases, el ocultamiento de la existencia de grupos económicos y, en lo político, la descafeinización de la idea de partido.
    ¿Para qué agrupar una parte de la ciudadanía en torno a un partido si no hay un enemigo, si no hay un enemigo colectivo, si no hay grupos de intereses?
    El neoliberalismo conduce a la despartidización, a la disolución de los partidos en las aguas turbias de la llamada "opinión pública" que, en el caso de la inmensa mayoría de los países capitalistas, está manejada por grupos cuyos intereses aparecen fuertemente asociados a los del poder económico.
    Cien años del "Qué hacer"
    ¿Cómo se ha visto en otros tiempos y en otros países, la idea a la que con tanta frecuencia recurrimos del papel del partido o de la fuerza política?
    Hace cien años, se publicaba por primera vez un libro que habría de tener una profunda influencia en las corrientes marxistas revolucionarias, que estaban en pleno desarrollo en Europa: el "Qué Hacer" de V.I. Lenin.
    Del mismo se han hecho múltiples lecturas. Pero, a partir de octubre de 1917, cuando el partido liderado por Lenin tomó el poder en Rusia, la lectura del "Qué Hacer" se volvió poco menos que un catecismo.
    Con ella se ponía fin a todo análisis particular de la situación en los distintos países y, muchos partidos, llenos de vigor y fuerza, aplicaron políticas equivocadas a partir de promover una idea de partido que se adecuaba a las condiciones por las que atravesaba Rusia en los primeros años del siglo XX, cuando Lenin concibió su obra.
    Condiciones bien distintas por cierto a las de Inglaterra, Francia, Alemania, Italia, A. Latina donde, a fórceps, el catecismo se intentaba aplicar desconociendo realidades, ignorando tradiciones e idiosincrasias. Los errores se agravaron luego de la muerte de Lenin y la entronización de Stalin.
    Las ideas de derecha
    Cuando en 1990 se produce la caída de la Unión Soviética, tanto Lenin como su obra pasaron a tener "mala prensa", en buena parte de los movimientos de izquierda del mundo.
    En pleno auge de la "revolución conservadora", liderada por M. Thatcher y R. Reagan, la derecha actuó con mucha más iniciativa teórica que la izquierda, donde prevaleció, salvo excepciones, el "irse al mazo" en el plano ideológico y desconocer los aportes del marxismo como guía para la acción, y del socialismo como doctrina y como horizonte de lucha. Llegó la hora de la miopía disfrazada de preocupación por las "cosas concretas".
    Para los detractores del socialismo, el análisis de la larga experiencia soviética se reducía a demostrar el carácter perverso e intrínsecamente autoritario de la concepción leninista del partido, contenida en el "Qué Hacer". Releída la obra, ahora que han pasado quince años del derrumbe, creo que hay elementos de aquella propuesta teórica contenida en el "Qué Hacer" que convendría examinar desde una visión crítica, no dogmática.
    Frente y no partido
    Nuestra fuerza política, el FA, no es ni nunca ha pretendido ser, un partido en el sentido leninista, ni en el sentido social democrático propugnado por otros dirigentes, sobre todo europeos, acerca de los que ahora no me voy a referir.
    Es un frente que agrupa a distintos partidos que, sustentando un programa común, representan intereses de distintos sectores sociales. Como hay una tradición común y una visión de futuro con muchos puntos de coincidencia, los límites entre los partidos y los sectores sociales distintos que representan son, a menudo, difusos y cambiantes.
    En tanto frente, nuestra fuerza política no se propone actuar de manera monolítica sino que acepta y convive en forma estable con la existencia de matices y el libre juego de las opiniones.
    No obstante, al proponernos llevar adelante una tarea de transformación de las estructuras socio-económicas en un sentido popular, nuestra concepción de partido, y en este caso se aplica al FA, está ligada a la idea de lucha por un programa y por lo tanto a la idea de vencer las resistencias de quienes se oponen al cambio.
    Creo que es válida la idea de lucha y de vencer las resistencias (que en 1971 se sintetizaba diciendo "de un lado el pueblo, del otro la oligarquía"), y que está en la razón de ser misma del FA, aunque últimamente tienden a propalarse visiones que presentan nuestra inserción en el país en términos de armonía universal. Hoy aparece oscurecido un concepto clave, que proviene de la tradición socialista: la idea de que en la sociedad capitalista hay intereses contrapuestos, antagónicos.
    La República, 28/2/2005.






8. 21.02.05. Un gran momento latinoamericano y un excelente candidato para Montevideo.

Un gran momento latinoamericano y un excelente candidato para Montevideo
Escribe: Hugo Cores
El ciclo de movilizaciones políticas no cesa. Las ceremonias de asunción de la Presidencia por parte de Tabaré, están llamadas a tener una importancia excepcional.
Además de lo que el hecho significa para el pueblo uruguayo, el advenimiento de la izquierda al gobierno se produce en el momento que aparecen como agotadas las posibilidad de estabilidad económica y desarrollo social, en los países cuyos gobiernos se mueven dentro de los marcos de la ortodoxia fondomonetarista y simultáneamente se fortalecen los puntos de acuerdos entre quienes ­como Néstor Kirchner en Argentina y Hugo Chávez en Venezuela-, buscan un camino propio, en rebeldía a las imposiciones que vienen de afuera.

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    Debemos estar atentos a la pulseada de Kirchner con el FMI, sobre la deuda externa
    En ese sentido para los frenteamplistas adquiere importancia el desenlace del largo forcejeo entre el FMI y el gobierno argentino.
    De acuerdo a una crónica de Marcelo Zlotogwiazda, publicada por Página 12 de ayer domingo: "una de las observaciones más originales sobre la manera de enfrentar el asunto de la deuda externa por parte de la dupla Kirchner-Lavagna, la acaba de realizar Daniel Marx McCarthy, un analista político del Center for Economic and Policy Research de Washington, un centro de estudios de orientación heterodoxa.
    Marx publicó días atrás un artículo en el International Relations Center, otra organización progresista de los Estados Unidos que acaba de cumplir veinticinco años y que cuenta entre sus miembros a Noam Chomsky. El artículo se titula "¿Pueden los deudores elegir?", y trata sobre las implicancias del caso argentino para el futuro de los países más pobres del mundo que están altamente endeudados. Señala que el fracaso de la reciente reunión del Grupo de los Siete en Londres, sobre cómo alivianar el peso de la deuda sobre esas naciones, puede llevarlos a probar "remedios alternativos como el que aplicó la Argentina", cuya receta incluye como ingredientes clave jugar la "carta del default" y la "resistencia a aplicar las políticas del FMI". Dice que el caso piloto argentino "provee un rayo de luz a los países pobres, para lograr acuerdos más favorables con los que aparecen como omnipotentes organismos internacionales de crédito".
    En otras palabras, Marx McCarthy insiste en que, "jugando la carta del default", el gobierno de Kirchner acopió un nivel excepcional de poder dentro de la histórica negociación del tipo David vs. Goliat. El autor, sostiene que el resultado de las negociaciones, que se conocerá el próximo 25, "va a afectar no sólo a la Argentina".
    Entre otros, principalmente al FMI, que "de acuerdo a su estatuto no puede seguir prestándole a un país que acumula atrasos con acreedores privados o que está negociado de mala fe, definida ésta como una oferta de reestructuración que concite una baja aceptación".
    Marx McCarthy afirma, que el FMI va a estar ante un dilema si la aceptación es menor al 80 por ciento, que fue el nivel donde sus funcionarios colocaron el piso: se verá forzado a desdecirse, a dar por exitosa la operación de canje y volver a renegociar la deuda por más de 13 mil millones, que la Argentina tiene con la institución, o a "calificar la operación de inaceptable, cerrando la posibilidad de renegociar. Pero en esta segunda opción ­advierte el analista­, el Fondo podría enfurecer al testarudo del presidente Kirchner y provocar el default sobre la deuda con el organismo".
    Chávez y Fidel: otra concepción de la integración económica
    Por su parte, la experiencia que se viene desarrollando en Venezuela y entre este país y Cuba, muestra una concepción de la integración latinoamericana con un sentido absolutamente original y colocado en la antípoda del mercantilismo neoliberal. Es una línea de acción teñida por un fuerte sentido de la solidaridad social y latinoamericana, y el rechazo a las, cada vez más, abusivas imposiciones de los Estados Unidos.
    La conjunción de estos liderazgos, junto a "Lula", hace del 1° de marzo en Montevideo una instancia política y diplomática de gran importancia.
    Especialmente para nuestro país y para el gobierno que asume, que debe soportar la carga agobiante de una deuda externa que ha adquirido tal volumen que resulta sumamente difícil de manejar, sin seguir postergando los anhelos de cambio que la población votó el 31 de octubre.
    8 de mayo: la movilización política continúa
    En el horizonte están las elecciones del 8 de mayo, en las que se elegirán los futuros 19 intendentes municipales. De mantenerse su creciente respaldo electoral, el FA-EP está en condiciones de ampliar su acción de gobierno a varios departamentos más. Entre ellos, algunos de los más grandes y poblados.
    El pasado sábado, la Convención departamental de Montevideo del progresismo aprobó, en forma unánime, la candidatura del Dr. Ricardo Erlich y la nómina de sus suplentes a la IM de Montevideo.
    La unidad política evidenciada en la votación y las palabras del candidato propuesto por el MPP, mostraron la potencia con que el FA-EP se enfrenta a esta elección.
    Creo que merecen un comentario la presentación y las expresiones formuladas por el Dr. Ricardo Erlich, tanto en su tono como en su contenido.
    Está allí contenido lo mejor del estilo de conducción de la izquierda uruguaya de este período: serenidad, claridad en la exposición, modestia en el tono y coherencia en los contenidos.
    Erlich sostuvo que: "Montevideo tiene un desafío inexorable. Ahora y en el futuro. Integrarse, revertir la fractura social y urbana". (...) "El Montevideo del cinturón de asentamientos es una tragedia para los que viven allí, pero es una derrota para toda la ciudad, para toda nuestra sociedad. Ese será un eje de nuestra acción y en ello pondremos todas nuestras energías y capacidades". (...) Sentimos como nuestros el sufrimiento de los más débiles (...) Una ciudad fracturada es una ciudad enrejada, blindada y profundamente injusta".
    Un gran candidato para triunfar y profundizar la democracia
    Ricardo Erlich hizo hincapié en un tema especialmente doloroso y que la derecha ha ignorado sistemáticamente: la cuestión del retorno de los exiliados económicos y la necesidad de adecuar la ciudad para recibirlos responsablemente.
    Finalmente, después de valorar los pasos ya dados en el esfuerzo de descentralización y la necesidad de seguir avanzando, Erlich se pronunció sobre un aspecto clave de la democracia vista desde el ángulo de la izquierda: "El progresismo nunca debe sentirse dueño del poder porque el poder es de los ciudadanos, ellos nos lo delegan y nos controlan, nos premian con su confianza y nos sacarán si nos equivocamos, si somos soberbios y nos sentimos dueños del poder. (...) Los ciudadanos nos seguirán y participarán si avanzamos, nos empujarán si titubeamos y nos abandonarán si defraudamos."
    Con el calendario de movilización que se nos presenta, los frenteamplistas tenemos que resolver, lo antes posible, el fortalecimiento de todos los instrumentos políticos que la izquierda y el movimiento popular han ido creando. Para que no se convierta en una movilización intermitente sino estable. Para que no sea sólo expresión de estados de ánimo cambiantes sino participación y compromiso permanente.
    No es una tarea fácil. La cultura imperante empuja a la fragmentación y no a la unidad, ni a la organización popular ni a la rebeldía y la lucha contra las injusticias. Todo lo contrario. Pero no será la primera vez que nos toca remar contra la corriente.
    Tomado de La República, 21/2/05






9. 16.02.05. Jornada parlamentaria con sabor a pueblo.


Editorial miércoles 16 de febrero de 2005


En el momento de escribir estas líneas, en ambas Cámaras del Poder Legislativo se desarrollan instancias decisivas en la instalación de la institución parlamentaria.
En un clima de emoción contenida, con olor y sabor a pueblo, el advenimiento de la izquierda a la mayoría absoluta en ambas cámaras es un hecho de enorme significación.
Como se ha dicho, no es la primera vez que un partido obtiene la mayoría absoluta de los escaños parlamentarios. El Partido Nacional lo consiguió hace ya más de medio siglo. Y, en su momento, el asunto fue vivido como un hecho político impactante y un corte de aguas en la historia política del país.

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    Por entonces, pasados algunos chisporroteos iniciales durante las primeras instancias ceremoniales, las aguas volvieron a su curso y el proceso de coparticipación en el gobierno y los Entes Autónomos de los dos partidos tradicionales tendió a limar asperezas.
    Fallecido al inicio de la gestión el gran caudillo blanco Luis Alberto de Herrera, el curso de la vida política uruguaya retomó su rutina y los grandes problemas que se esperaba solucionar con la rotación de los partidos en el gobierno, fueron empujados hacia el futuro, incubando las tempestades que estallaron unos años después.
    Por lo demás, los dos grandes partidos, ya en esa época tenían concepciones político ideológicas con fuertes analogías y – por lo menos hasta el surgimiento del ferreirismo- estuvieron de acuerdo en los lineamientos medulares de gobierno que contribuyeron a acentuar el estancamiento del país.
    Desde entonces los aspectos críticos se acentuaron y se volvieron incontrolables por parte de los representantes políticos de los sectores privilegiados.
    La izquierda, procurando representar a los sectores populares golpeados por la crisis, se unificó políticamente en el FA e inició un incontenible crecimiento en materia de presencia política y programática que se fue luego transformando en un aumento ininterrumpido de su caudal electoral.
    Este desarrollo de la izquierda no fue un proceso idílico, como lo demuestran las persecuciones y los interminables años de dictadura cívico militar.
    La intransigencia de los sectores privilegiados, atrincherados en el poder, nacía de la existencia, como se dijo siempre, de dos modelos de país, de dos visiones encontradas de cómo resolver sus problemas y de cómo repartir con justicia los bienes materiales y culturales de la sociedad.
    Pese al amurallamiento y las exclusiones, pese al intento de desconocer la significación real de la primera fuerza electoral del país, la izquierda nacional, el movimiento progresista, siguió ampliando sus bases de apoyo social en el país tras la propuesta de un modelo de economía, de cultura y de sociedad distinto, alternativo al vigente.
    Es tras esa larga marcha y tras ese perfil histórico que la izquierda obtiene su mayoría absoluta en ambas Cámaras y que –en jubilosas ceremonias- permite consagrar presidente del Senado al Senador Mujica y de la Cámara de Representantes a la diputada Nora Castro, ambos
    auténtica expresión de los sectores populares, protagonistas de vidas plenas y claras, de sacrificio y de voluntad en la lucha por la emancipación nacional y social.
    Tras las mayorías que asumieron ayer hay un programa popular, de cambios profundos y hay una fuerza política que está lejos de haber llegado al techo de su crecimiento posible.
    La mayoría parlamentaria, la unidad política y programática y, sobre todo, la decisión de desarrollar con fuerza un conjunto de medidas de signo popular, ponen en manos del gobierno del Dr. Tabaré Vázquez instrumentos institucionales y políticos de enorme importancia.
    La sociedad, mayoritariamente, da muestras de su propensión al cambio. O, mejor dicho, de su reclamo enérgico de cambio.
    Las jubilosas ceremonias de ayer reflejan la expectativa popular que rodea al nuevo gobierno. La culminación de la transición es inminente y a partir del 1 de marzo la realidad de país se verá conmovida por los influjos benefactores de un nuevo clima democrático.






10.- 15.02.05. El criminal Cordero


Hugo Cores - rodelu.net 15 de febrero de 2005

Editorial *
El criminal Cordero
y sus cómplices en el Estado

Hugo Cores, PVP-Frente Amplio - Uruguay
Las revelaciones realizadas en su edición de ayer de la revista “Caras y Caretas” referidas al domicilio del ex militar uruguayo Manuel Cordero, requerido por la justicia de por lo menos dos países, Argentina y Uruguay, podría fácilmente inscribirse en una reflexión más amplia acerca del conjunto de problemas que deberá enfrentar el nuevo gobierno.

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    Efectivamente, a partir de declaraciones claras y terminantes de la futura Ministra de Defensa Nacional Dra. Azucena Berrutti, han tomado estado público algunas declaraciones de ex militares o militares en actividad, que revelan la existencia de una amplia problemática que debiera examinarse en forma serena y profunda, a la luz de la experiencia que el país tiene en lo referido a las relaciones entre la institución militar y el sistema constitucional basado en el ejercicio de los Derechos Civiles y Políticos de toda la ciudadanía.

    La circunstancia de que Cordero, prófugo de los dos sistemas de justicia de ambos lados del Río de la Plata, se encuentre viviendo desenfadadamente en una ciudad lindante con la frontera uruguaya es una befa y tiene implicancias que se podrían calificar de ridículas si no tuvieran connotaciones trágicas.

    ¿Cuántas omisiones se tuvieron que perpetrar contra el orden legal para asegurar la pasmosamente calma impunidad de Cordero?

    En realidad, frente a este verdadero “sistema de garantías” que ampara a un militar del Plan Cóndor, a un operador del Terrorismo de Estado junto con Gavazzo y los demás oficiales denunciados repetidamente por La República, lo que cobra importancia, más que la peripecia individual de Manuel Cordero, es justamente la existencia de soportes en el Estado y en el sistema político que aseguran el “sereno reposo” del torturador perseguido.

    Cuando hablamos de soportes en el Estado nos estamos refiriendo a cuestiones específicas y que no son ninguna novedad para el Frente Amplio y para su bien desarrollado pensamiento militar: aludimos a la existencia de jerarcas militares o policiales que, por una razón u otra, hacen la “vista gorda” ante los movimientos de ex oficiales perseguidos por la justicia. En realidad actúan como sus cómplices y su inacción, más que ineptitud burocrática, sólo puede ser entendida a la luz de una voluntad y un compromiso de respaldo con el colega perseguido.

    Soporte en el Estado es también la subsistencia de un cuerpo de Doctrina que, originado en la concepción de la Seguridad Nacional, se ha maquillado para transitar sin contratiempos por las descuidadas avenidas de la democracia.

    La permanencia en puestos de gravitación en el aparato policial y militar de antiguos protagonistas del Terrorismo de Estado es el resultado de una política seguida por los sectores dominantes y que el Frente ha denominado con toda justeza la ausencia de una “depuración de las Fuerzas Armadas”, concepto que aparece reiterado y especialmente aclarado en cada una de las instancias que el progresismo uruguayo ha reunido sus congresos para examinar todos los problemas atinentes a la democratización de la Sociedad y del Estado.

    La denuncia publicada a la que hacíamos referencia más arriba pone, como corresponde, en tela de juicio la actuación de Interpol, en tanto brazo auxiliar del sistema judiciario que se omite en la detención de un sujeto prófugo de la Justicia.

    Pero sería una visión parcial atribuir exclusivamente a esa dependencia policial toda la responsabilidad de la impunidad de que goza Cordero, en el fondo no demasiado distinta de la que disfrutan sus antiguos socios de la OCOA y del SID, responsables de delitos que, como lo han explicado muchas veces los juristas que se ocupan del tema, constituyen delitos contra la humanidad, vale decir que no se extinguen sino que se reiteran de manera permanente.

    Sin ir más lejos el ex canciller del gobierno blanco presidido por el Dr. Lacalle, el Profesor Héctor Gros Espiell, ha explicado, con un lenguaje técnico absolutamente preciso, la necesidad de considerar estos delitos a la luz de las obligaciones que para Uruguay emergen de los compromisos suscriptos en los Tratados Internacionales en Defensa de los Derechos Humanos.






11. 14.02.05. El hilo conductor.


Escribe: HUGO CORES

Procuramos que estos apuntes semanales no constituyan simples comentarios de tales o cuales acontecimientos políticos. Sentimos que frente al reto que supone para la izquierda hacerse cargo del gobierno, muchos de nosotros (los que tenemos más años de experiencia), no estamos generando ideas y propuestas, a la altura de las necesidades del movimiento popular en su conjunto.

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    El neoliberalismo como ideología
    La herencia del neoliberalismo es catastrófica en lo moral y en lo social. Pero también ha tenido efectos en desorganizar nuestras ideas, o al menos una parte de ellas. De ahí, la necesidad de recomponer algunas reflexiones y debates que nos permitan pensar nuestra circunstancia actual, a la luz de otras experiencias latinoamericanas y sin haber echado en saco roto nuestra propia experiencia, nuestra larga lucha por la liberación nacional y social en el Uruguay.
    En los últimos años, pese a su rotundo fracaso en la conducción del país, la derecha, publicando cuatro pavadas en la mayor parte de las cuales no se hace sino repetir en lenguaje difícil las toscas versiones de las Fuerzas Conjuntas, ha conseguido ciertos éxitos editoriales, la popularización de una jerga que es funcional a su pensamiento, en la que conceptos clave del pensamiento social como explotación, imperialismo, miseria popular y derechos de los trabajadores han sido sustituidos por palabrejas acuñadas en las usinas ideológicas de las agencias internacionales de financiamiento.
    Repetido hasta el cansancio en los medios académicos o seudo académicos, a través de los medios de comunicación, termina contaminando también el lenguaje político y muchas veces nos asombramos nosotros mismos, el haber cedido a ese avasallamiento semántico, a esa sustitución de las palabras claras y sanas por expresiones turbias y engañosas.
    "No nos dejen solos", dijo Tabaré
    La herencia neoliberal que ha despojado a buena parte de nuestro pueblo de un enorme patrimonio material y cultural, ha suscitado en todas partes un sentimiento de rebeldía y unas enormes ganas de hacer cosas para cambiar la situación de injusticia que se vive.
    Hay energía dispersa en todas las ramas de la actividad, en todas las franjas de edades, en todos los rincones del país. Está faltando un hilo conductor, lo suficientemente claro y extendido, para dar cauce a esa energía en el escenario nuevo que se abrirá el 1º de marzo.
    La situación actual tiene analogías con el estado de ánimo con que decenas de miles de estudiantes y trabajadores lograron y celebraron la caída de la dictadura, hace veinte años. Pero, todos sabemos que la energía y la creatividad militantes que logramos los primeros años post dictadura, perdió después buena parte de su vigor. No todo. Pero sí una parte.
    Este primer hilo conductor, que encauce toda la capacidad creativa y militante del frente, está relacionado con otras cuestiones.
    Una de ellas es la importancia de la organización política, de su mantenimiento como estructura orgánicamente separada del gobierno. Trabajando paralelamente, pero manteniendo distancia. Compuesta por militantes que realizarán su labor no desde el Estado sino en la implantación del Frente Amplio en la realidad social.
    El hilo conductor acá, es el que une a la fuerza política con el pueblo y sus problemas, es el que relaciona al Frente Amplio como partido político en el gobierno con las organizaciones sociales que el propio pueblo uruguayo se ha dado; muchas de ellas fundadas cuando nadie imaginaba que la izquierda podría un día estar en el poder, como ocurre con muchas cooperativas y con muchos sindicatos.
    Informar, oír y cotejar ideas
    ¿Cuál debiera ser la naturaleza de este hilo conductor?
    Empecemos por lo que no debería ser. No podría ser la mera trasmisión administrativa de información, proveniente de los organismos de dirección o de gobierno.
    Junto con la trasmisión de los datos, es imprescindible también trasmitir elementos que permitan cotejar opiniones. Si hay diferencia de encare entre las distintas corrientes hay que hacerlo conocer, porque eso enriquece la vida de los partidos, de los comités de base y de las organizaciones sociales. Al mismo tiempo, asumir y hacer que se asuma, qué opiniones generan los actos del gobierno en el pueblo.
    La sociedad no es una suma de "feudos" o "corporaciones"
    La tercera "fibra" del hilo conductor, consistirá en unir las aspiraciones inmediatas de los trabajadores con los planes de emergencia, o de mediano plazo, para dar solución a los grandes problemas de salud, vivienda y educación que padece el pueblo.
    Días pasados, en una reunión de carácter público, un dirigente sindical sostuvo que a él lo único que le importaba era que le pagaran el sueldo en fecha y le devolvieran el poder adquisitivo que le habían quitado. Que del Plan de Emergencia Social se ocupara el gobierno, que para eso había sido elegido. También se han visto actitudes que, pretendiendo colocarse más a la izquierda que el Frente, caricaturizan la situación poniendo el acento exclusivamente en las demandas sectoriales de los gremios a los que pertenecen.
    Es bien cierto, que la labor de los que así piensan no constituye ni un complot ni un delito. Pero, no basta con decir que tienen libertad de expresión y derecho a la crítica. Pero, así como reconocemos ese derecho, somos conscientes que tenemos la obligación de luchar contra ideas que son equivocadas y contra las resistencias que pondrá la derecha, que resultan dañosas no ya para los intereses del FA sino los del conjunto del pueblo trabajador.
    Y para eso, también aquí, precisamos un hilo conductor, el que da coherencia a los distintos campos por los que se va a desarrollar nuestro Plan de Emergencia.
    ¿Acaso, alguien puede desconocer los vínculos que unen el desarrollo de la educación pública con la política que, en materia de salud, impulsa el Frente Amplio?
    ¿Acaso, alguien puede dudar del enorme potencial que tiene la experiencia de Fucvam y el rol que está llamado a jugar en el desarrollo de los planes de atención primaria de salud, de prevención y la relación que todo esto tiene con la labor educativa?
    ¿Acaso, existe algún gremio en el país al que pueda resultarle indiferente que se otorguen o no recursos para el desarrollo del cooperativismo de vivienda?
    Lo que une entonces salud, vivienda y educación por un lado, cooperativas, sindicatos y organizaciones sociales por otro, forma parte, también, del mismo hilo conductor.
    "Mudanzas en las cabezas"
    Como se ve, este hilo que unifica y da coherencia al quehacer político, está compuesto fundamentalmente por palabras, discursos, informes, debates.
    Ese es el alimento primordial para decenas de miles de militantes frenteamplistas, deseosos de apoyar desde su lugar de estudio o de trabajo la labor del nuevo gobierno popular.
    Y ese discurso, y esa labor organizativa, habrá que encararla situando las responsabilidades en la conducción de la izquierda, que es donde se concentran la información y los debates, donde se adoptan las decisiones y se jerarquizan los argumentos.
    Pero, la responsabilidad también nos alcanza a todos, militantes o dirigentes de los partidos y de los sindicatos y cooperativas. Ni estar informado ni la discusión son un fin en sí mismos. Son un medio para contribuir a despertar la conciencia de sectores aún más amplios de nuestro pueblo, para apoyar al gobierno popular y facilitar el cumplimiento de su programa liberador.
    ¿Estamos preparados para eso? Tengo la sospecha de que no.
    Más bien tiendo a inclinarme a una advertencia, con la que de tanto en tanto nos despierta La Mojigata: ¡Cómo demoran las mudanzas en la cabeza!
    No creo que el problema de las rutinas mentales y de la falta de espíritu crítico, sea privativo de una franja generacional ni de algunos partidos. El reto de impulsar el cambio social nos convoca a todos. Y que, para alcanzar nuestras metas -creo-, muchos "tics", muchas mañas, muchas plumas, incluso las más vistosas, tendrán que quedar por el camino.
    Tomado de La República, 14/2/05