lunes, 31 de julio de 2006

10 de agosto al 31 de julio de 2006.


31/07/06. Del pasado y del presente.

La República.

(Foto:1989: Hugo Cores hablando en acto del MPP)


Escribe Hugo Cores PVP567-Frente Amplio

Algunos temas presentes en el debate de hoy requieren no perder de vista sus orígenes. La justa demanda de reparación, por ejemplo, a la que convocan los compañeros de CRYSOL, tiene que ver con un aspecto de fondo del pasado de nuestra sociedad sobre el que existen opiniones encontradas y está relacionada con lo que durante la dictadura y el largo período de impunidad fue la actitud del Estado en relación a las víctimas de la represión.

En este como en otros terrenos, la memoria es un campo de batalla. Se enfrentan hombres, partidos y siempre, por encima y por debajo, todopoderosas, las clases sociales.


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    Las que poseen el poder económico (la tierra, los bancos, las fábricas y los medios de comunicación) y que controlan el aparato estatal a través de los partidos tradicionales, trazan y reproducen una visión del curso histórico. Contrapuestas, otras crónicas registran la memoria de las luchas populares. De sus conquistas políticas, de los logros de su unidad.

    1-En los 60 y 70, miles de hombres y mujeres se rebelaron contra las injusticias y los despojos que los gobiernos colorados de la época imponían a los trabajadores.
    Creo que sería importante, al menos entre nosotros, ponerse de acuerdo que, en el principio fue la congelación salarial. Y la represión para quienes rechazaban el despojo. Los cuarteles y las cárceles se abrieron para alojar a los que protestaban contra eso. Así ingresaron la policía y el ejército, con un rol bien preciso, en la dinámica de las luchas sociales. Y lo hicieron, durante decenios, para volcar la balanza a favor de los empresarios, de los banqueros y de los estancieros. En defensa del orden. Del orden conservador, claro.

    Para conocer en última instancia cuál ha sido el resultado social de esa intervención, basta salir a la calle a la hora que se mueven los carritos recolectores de residuos. Antes fueron textiles o metalúrgicos. Tenían sindicatos. Fueron despojados y expulsados de la ciudad. Saber cómo y cuándo se perpetró ese salto atrás social y a quiénes ha favorecido, es un dato clave.

    Recién ahora, con este gobierno, se está intentando salir de esa criminalizacion histórica de la protesta. Por eso, la línea impulsada por el Dr. José Díaz en el campo específicamente laboral es uno de los puntos altos de toda la gestión de este gobierno, lo que explica entre otras cosas la animosidad con que lo atacan los reaccionarios.

    2- Volvamos al campo de la memoria. ¿Cómo fueron presentados por el Estado los luchadores sociales y políticos de la década del 60 y 70? ¿Cómo se formuló por parte del Estado el ingreso de las Fuerzas Armadas a posiciones de gobierno antes y después del golpe de Estado?

    Entre 1972 y marzo de 1985 desde el Estado se sostuvo que en Uruguay no existían lo presos políticos. Había sí delincuentes subversivos. Se prohibió a texto expreso llamarlos de otra manera que no fuera esa. Cerraban una emisora o clausuraban un diario si se los nombraba usando otras palabras.

    Los obreros y los sindicalistas, los luchadores de las organizaciones guerrilleras, esos subversivos eran, para el Estado, agentes de una conspiración mundial con centro en Moscú y La Habana; se proponían construir un Imperio Rojo. “El Planisferio Rojo” publicado por El País fue la expresión gráfica más espectacular de estos postulados. Lo rojo avanzaba. No han faltado, en tiempos recientes, voluminosos aportes bibliográficos que apuntan en el mismo sentido.

    Las fuerzas defensoras del orden conservador, eran, como expresamente lo dicen los textos de la Junta de Comandantes, “el último bastión de defensa de la patria ante la agresión externa”. Habían salido de los cuarteles para salvar al país. Todavía hoy, en los dichos y en los escritos de algunos oficiales esos postulados sobreviven.

    Para ese pensamiento, los hombres y mujeres que estuvieron presos, lejos de ser víctimas de la represión del terrorismo de Estado, son “enemigos” a los que se derrotó, sobrevivientes de una agresión a la patria oportunamente conjurada por la acción sacrificada de las Fuerzas Armadas. ¿Fue preso? ¿Gavazzo secuestró su hijo? ¡Por algo habrá sido! Y hasta no falta un magistrado, que ha mandado a archivar causas en las que la ausencia de justicia es un verdadero escándalo.


    3- Con el advenimiento del gobierno popular retoma vigencia la cuestión de la reparación a las víctimas de la dictadura, dando por descontado que nunca, nada ni nadie conseguirá reparar las desapariciones, los asesinatos, los años de inhumano cautiverio.

    La reparación, se ha dicho bien, debe ser completa y empieza por el restablecimiento de la verdad. Y, en este terreno la acción de la justicia es fundamental. No todas las causas están en la misma situación. Sobre algunas se han reunido muchos testimonios.

    En estos días, a partir de la demanda de extradición de la justicia argentina se ha producido una nueva detención. Se trata de Araujo Umpierrez, un oficial importante en el conjunto de represores del SID que actuaron en Argentina. Debo señalar mi sorpresa: Araujo es primer nombre nuevo que aparece después de las denuncias formuladas por el PVP en 1976.

    4- Obsérvese la singular situación que se está creando en el país. Varios oficiales se encuentran detenidos: todos por la misma causa, la desaparición de María Claudia García de Gelman.

    Todas las demás causas, por una ‘razón’ u otra, se encuentran detenidas. Por lo demás, salvo alguna excepción, no hay ninguna información nueva para avanzar en el conocimiento de la verdad salvo las que han aportado las víctimas. En su enorme mayoría se trata de desapariciones de uruguayos que deberían ser juzgadas en tribunales uruguayos.


    Esta realidad con la que se encuentra el gobierno progresista es el resultado de una hermética política a favor de la impunidad llevada adelante durante más de veinte años por blancos y colorados.

    Esa situación, como lo hemos dicho muchas veces, ha colocado a Uruguay en esta situación absurda e indeseable en que nos encontramos hoy. Por lo demás, tal como se ha consignado en los documentos aprobados en las instancias democráticas del Frente Amplio, Uruguay ya no puede seguir postergando su actualización en relación a la vigencia en el país de los Tratados Internacionales.

    Dentro de pocas semanas habrá que dar respuesta a la Corte Interamericana. No se trata de una novedad, no es un hecho inesperado. Hace años que se sabe. El hecho es que el pensamiento de los jueces de ese tribunal, tanto los actuales como los que integraron antes ese organismo, como Hector Gros Espiell, no acepta el argumento de la existencia de Ley de Caducidad. La desaparición de personas, - sostienen el tratado, la doctrina, los jueces - es un delito continuado. Un delito contra la humanidad y por tanto debe saberse la verdad y debe actuar la justicia. Agosto nos espera. La Corte Internacional también. La impunidad no es compatible con los Tratados. Estamos en una hora clave para una fase específica de la inserción internacional del país.





02/08/06. Los protegidos y los linchados.

La República Editorial

En la jornada del lunes, con una sorpresiva y sin duda destinterada atención, algunos medios de televisión dieron gran destaque a declaraciones públicas del redactor del crítica, profesor Rodolfo Fattoruso.

Fattoruso se invistió de una misión poco frecuente. Habla de su inmensa temeridad su decisión de realizar un alegato a favor del Círculo Militar, organización que agrupa a numerosos militares que ocuparon cargos jerárquicos durante la dictadura y que tienen, varios de ellos, denuncias ante la justicia por violaciones graves a los derechos humanos.

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    Ver y oír al este intelectual de extrema derecha ensayar algunos argumentos, desde el ángulo que lo hace y en defensa de quiénes lo, no puede ser visto sino con un enorme placer y un vivo entusiasmo. ¡Por fin alguien se anima! Hace treinta años de algunos crímenes y más de veinte de democracia y nunca alguien así, de gratis, se atrevía a personificar un tan osado alegato a favor de una causa como ésta.

    Pero veamos. Tal como da cuenta La República en su edición de ayer “En su primera aparición pública como vocero del Círculo Militar, Rodolfo Fattoruso señaló en el programa Código País, que se emite por canal 12, que si los militares uruguayos requeridos por la Justicia argentina son entregados "serán víctimas de un linchamiento judicial porque el presidente Néstor Kirchner es el propietario de los jueces argentinos". Fatorusso sostuvo que "la Justicia argentina no da garantías" para que los acusados de haber participado en el secuestro y posterior desaparición de la nuera del poeta Juan Gelman tengan un juicio transparente. El vocero del Circulo Militar sentenció que "seguramente el presidente Kirchner ya tenga el veredicto que emitirán los jueces argentinos" cuando juzguen a los militares uruguayos. Fattoruso dijo durante la entrevista que "Argentina es un país que se dice amigo, pero que en la práctica está manteniendo una actitud hostil en forma sostenida, y no es solamente por el tema de las papeleras", acotó.

    El vocero del Círculo Militar dijo que "no es nuevo que desde hace tiempo la Justicia argentina sufre un fuerte desprestigio, pero lo que es nuevo es la voluntad política del gobierno argentino de establecer políticas hacia el Uruguay y por eso decidió juzgar a ciudadanos uruguayos", señaló.

    Fattorusso pretende subirse al carro de la situación creada en torno a las fábricas de celulosa. Un vulgar contrabando. Pero hay una tradición de reflejos de esa índole. Todos apuntan a discutir cualquier problema a la luz de “la situación creada en la patria agredida”, “el patriotismo nos unirá a todos”. A nosotros, todos. Contra ellos, los otros, todos. Y así caerán en la rodada los magistrados que desde hace años vienen investigando los crímenes contra los derechos humanos en Argentina. Pidiendo las extradiciones que Sanguinetti bloqueó y archivó y ahora se reiteran. Jueces honorables, conocidos a los que ahora, según Fattoruzo, Kircher volvió malos. Cruzados contra Uruguay. Enemigos de nuestra patria orientala, ¡canejo!

    El redactor de Búsqueda, semanario que apoyó a la dictadura en Uruguay y nunca dijo ni pío acerca del régimen terrorista de Videla en la Argentina, se alarma ahora sobre las condiciones en las que el actual gobierno argentino somete al Poder Judicial.
    Pero el redactor de Búsqueda razona chiquito. Con vuelo corto. Como para sus amigos del Círculo o como para desatentos espectadores de TV.

    Por que si el proceso que él denuncia, de envilecimiento de la magistratura argentina fuera así, sería absolutamente incomprensible que su alarma estallara cuando de lo que se trata de la extradición de militares de la dictadura.

    En realidad, para que su retorcido argumento tenga algún asidero, Fattoruso tendría que pedir la anulación del Tratado con Argentina que habilita las extradiciones. De lo contrario sería dable concluir que a Fattoruso le es indiferente el espíritu vengativo y la docilidad de los jueces argentinos ante el poder ejecutivo de su país sólo cuando los extraditados son militares torturadores y asesinos. A los civiles, a esos, ¡que los linchen con toda tranquilidad!





07/08/06. Contra un tratado inconveniente para Uruguay.

Publicado en La República
Escribe: Hugo Cores PVP-567 Frente Amplio

El gobierno frenteamplista vivirá en estos días un clima de especial significación.
El gobierno de un partido de fuerte tradición antiimperialista deberá afrontar el sistema de presiones de las derechas nativas, de la diplomacia norteamericana y de sus propias vacilaciones.
Un tema, entonces, para medir pasos y palabras.
Es cierto que siempre se puede apelar a la brocha gorda. El muestrario exhibe pluralidad de ofertas.

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    Las derechas quieren un TLC ya

    Las más toscas de estos días aparecen en El País, la derecha desvergonzada. En la edición de ayer domingo no faltan los argumentos más desagradables, textos infamantes que uno lee conteniendo las nauseas.

    Con el Tratado de Libre comercio, se dice, se podría importar ropa usada desde los EE.UU. Sí, también ideas y objetos usados así como palabras grasosas y sobadas por su uso norteamericano, no descartándose la posibilidad que, justamente, a causa de ese manoseo, hasta se coticen mejor en los mercados del snobismo y la tilinguería.

    Otro suelto de El País sostiene que, en este tema, al Presidente de la República le falta autoridad, le tiembla el pulso, se está dejando llevar por algunos de sus ministros. ¿Pero no era que Vázquez representaba un peligro para la democracia por su autoritarismo?

    El editorial principal colma la medida. Propone, descaradamente, la conveniencia de una alianza con Bush en vista de nuestro diferendo con Argentina. O sea con Bush contra Kirchner. Un mensaje descarnado que, bien mirado, habla de la desesperación y la chifladura de las elites tradicionales.

    Aliados con Bush. ¿Será por lo respetuoso que es con los acuerdos y el derecho internacional? ¿O por su defensa de los derechos humanos en Guantánamo? ¿O por su actitud respetuosa en Irak? ¿O por su párate al Estado de Israel en su ataque criminal al Líbano?

    ¿Será por el respeto que Bush exhibe hacia gobiernos amigos de Uruguay como Cuba o Venezuela?

    Finalmente, la información que El País trasmite en los titulares también falsea los hechos. Titulan que, ante la llegada del negociador norteamericano, Everett Eissenstat ‘llaman a un concentración los radicales’. La letra chica explica después que al TLC se oponen el Partido Socialista, el Movimiento de Participación Popular, el Partido Comunista.

    Se podría agregar que también se opuso, casi por unanimidad, el Plenario Nacional del Frente Amplio, la máxima instancia de decisión de nuestra fuerza política. Con una moción explícita y con una sucesión de discursos de representantes de prácticamente todas las corrientes internas del FA, que apuntaron en el mismo sentido enfatizando la inconveniencia para Uruguay de un TLC con EE.UU.

    ¿Será que casi todos los frenteamplistas se han vuelto radicales? ¿O El País está intentando caricaturizar una posición política legítima y representativa del pensar y del sentir histórico de la izquierda?

    Gobierno y protesta

    Decía más arriba que el momento político es delicado. Lo es, no por los esfuerzos de las derechas por confundir sino por lo que pueden ser nuestras limitaciones, nuestra ausencia de reflejos o falta de elaboración y discusión política.

    El acto convocado para el miércoles en la Plaza Libertad es expresión de ideas y valoraciones que existen en el Frente Amplio. Ideas y valoraciones que no siempre aparecen reflejadas con claridad en las expresiones públicas de algunos integrantes del Poder Ejecutivo, donde no todos parecen sintonizar con las resoluciones de los organismos.

    El estilo, de algunos compañeros del gobierno, de discurso público inalterable, tipo piloto automático, que no escucha, que no da validez a las opiniones distintas, está lejos de ser la forma adecuada de conducir un frente con las características del FA.

    El autismo monocorde, el repetir el mismo argumento como si no se hubiera oído la objeción, está llamado a desmovilizar cívicamente a la población. Desmoraliza el diálogo, el cotejo de opiniones que es inherente a la democracia política.

    Hay opiniones que son diferentes, tienen una existencia legítima y, por tanto, deben ser cotejadas.

    Algunos compañeros sostienen: “tengamos confianza en el gobierno, ellos son nuestros compañeros, ¿por qué poner en duda sus valoraciones?”

    Con todo respeto, sostener que el necesario cotejo de opiniones inherente a la democracia política debe ser sustituido por “la-confianza-en-los-compañeros” es un error. Pareciera que nos hemos olvidado de cuál es nuestra forma de entender la democracia.

    La izquierda no es una religión. Es un compromiso político basado en una ética. La ética de servir al país y al pueblo. Tengo una confianza irrestricta en los atributos morales de los compañeros que están en el gobierno, con muchos de los cuales nos unen muchos años de lucha. Pero la izquierda no es una organización confesional. No se basa en la fe sino en la continua elaboración de un pensamiento propio, una línea racionalmente fundada para trasformar la realidad y superar los escollos al programa, que nacen a cada paso. Y una acción apuntada a la ampliación constante de la participación de los ciudadanos y, por esta vía, de su compromiso efectivo para resolver los problemas del país.

    Nadie puede pensar que tiene en sus manos una guía infalible. Todos los compañeros precisar cotejar sus opiniones. Entre ellos y con los ciudadanos todos. Pero ¿si no se coteja dentro del FA, se estará en condiciones de hacerlo con el resto de la ciudadanía? Y la desmovilización cívica tampoco ayuda al necesario relanzamiento nacional que Uruguay requiere.

    Un tratado inconveniente

    Un tratado de Libre Comercio con los EE.UU. es mucho más que un acuerdo bilateral para incrementar el comercio. El ejemplo propuesto -el tratado suscrito por EE.UU. con Perú- muestra las enormes dificultades que acarrearía para sectores importantes de la industria, para áreas claves de nuestras empresas públicas y para la economía en su conjunto.

    Las exigencias de Washington acerca de la propiedad intelectual, su política de subsidios y aranceles y su actitud frente a las empresas públicas de los otros Estados, generan perjuicios irreparables a los países más débiles. Muchos expertos del FA han venido trabajando sobre esta materia y sus severas advertencias no han sido respondidas.

    Asociarse comercial y económicamente con el ‘Estado-Prototipo’ del capitalismo salvaje es un paso sumamente riesgoso. Asociarse con el Estado-Insignia de la presión militar va contra nuestra manera de pensar las relaciones internaciones, la búsqueda de la paz y el trato respetuoso y digno entre las naciones.

    Uruguay acaba de dar pasos decisivos en otra línea de integración. En Córdoba el proyecto MERCOSUR, con todas sus insuficiencias y sus pequeñas trapacerías, mostró que es una propuesta firme que está lejos de estar clausurada. Se ha incorporado efectivamente Venezuela. Bolivia, con un presidente combativo y de izquierda, está muy cerca. Y un TLC con EE.UU. es incompatible con el MERCOSUR.

    Finalmente, en estos días, el Estado-agresor-prototipo ha reiterado sus amenazas, entre otros, a Venezuela. Es un país hermano. Un gobierno amigo. Me atrevo a decir nunca un gobierno uruguayo, en toda nuestra historia como país independiente, ha recibido las muestras de solidaridad que el gobierno bolivariano de Hugo Chávez ha dado a este gobierno.

    Desde el proyecto Sucro-alcoholero de Bella Unión a las refinería de La Teja. Desde Canelones hasta Maroñas. Desde la Ciudad Vieja hasta el Polo Industrial del Cerro, incluyendo al glorioso hospital universitario, el de los pobres, nuestro Hospital de Clínicas. Ahí están, en estado visible y tangible, los resultados de un concepto de la integración. Bien distinto por cierto al que se endiosa en Washington.





09/08/06. No más ‘Operaciones Unitas’
Editorial La República

El anuncio realizado por el gobierno referido a la no participación de la Marina de Guerra uruguaya en maniobras conjuntas con otras formaciones militares resulta un hecho auspicioso y coherente con anuncios formulados con anterioridad y con una línea de pensamiento de la izquierda uruguaya de larga data.

El episodio ha adquirido significación por sus antecedentes y por todo lo que significa en la Latinoamérica de hoy la presencia de efectivos militares estadounidenses. Nuestro subcontinente, desde el Sur de río Bravo que separa a los EE.UU. de México, tiene una largo y a menudo dolorosa experiencia acerca del significado de la presencia militar norteamericana en la región.

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    En el anuncio formulado por el gobierno se alude correctamente a las ‘Operaciones Unitas’ caracterizándolas como un resabio de los antagonismos que caracterizaron al período de la Guerra Fría.

    Para Uruguay el ‘mundo actual’ no aparece – ni mucho menos- como desprovisto de antagonismos y tensiones. Más bien son lo que sobra. Justamente por eso resulta conveniente no incorporar más desafíos y contenciosos que los que hoy golpean a la puerta.

    Por lo demás, la actual administración estadounidense se viene caracterizando no precisamente por su espíritu legalista o conciliador. Más todo lo contrario. La doctrina de la guerra preventiva, que sirvió como soporte ideológico a la agresión –aún curso- a Irak coloca al sistema de naciones es ascuas.

    El ordenamiento legal internacional, trabajosamente construido por la Organización de las Naciones Unidas después de la Segunda Guerra Mundial, aparece hoy en estado precario, vulnerado, justamente por una política de reacciones militares belicosas por parte de la administración Bush.

    El personaje ha sido definitivamente descrito en un texto exhaustivo publicado el año pasado por La República de la pluma de su director.

    A partir de aquella caracterización se podría concluir que, para nuestro país, del ‘Hitler de nuestro tiempo’ cuanto más lejos, mejor.

    Por lo demás, tal como informa la prensa del día de ayer, en la reunión del pasado lunes de la Mesa Política del FA, figuraba en el orden del día la cuestión de una donación de la Marina de guerra de los Estados Unidos para la edificación de viviendas en Santa Catalina.

    El General Victor Licandro, presidente de la Comisión de Defensa Nacional del Frente Amplio, había expresado con anterioridad su desacuerdo con la donación. Por su parte el subsecretario de la cartera, José Bayardi ha sostenido que esta donación no tiene nada que ver con la presunta intención de Estados Unidos de instalar una base militar en Uruguay.

    La decisión del gobierno poniendo fin, al menos por el momento, a la participación uruguaya en las ‘UNITAS’ ha suscitado algunas críticas de parte de legisladores blancos y colorados.


    De parte de estos últimos tales expresiones eran de entera previsibilidad. En cuanto a las críticas formuladas por los nacionalistas no aparecen avaladas por su concordancia con lo que fue la actitud del último gobierno blanco en la materia.

    El Ministro de Defensa de entonces, el Dr. Mariano Brito nunca tuvo la menor vacilación para actuar en total sintonía con los requerimientos norteamericanos, poniendo en acción una doctrina bien alejada por cierto de los postulados del nacionalismo histórico encarnado en el Dr. Luis Alberto de Herrera.

    La decisión del Frente Amplio es concordante con lo esperable de una fuerza de izquierda. Incluso con los temas en estado de discusión .





10/08/06. México: cuando las masas populares dicen presente
Editorial La República


En los últimos tiempos en América Latina los estremecimientos sociales parecen recorrer de un extremo a otro, países y continentes. Apenas terminada la movilización electoral en Perú, donde un candidato de la oposición más intensa obtuvo prácticamente la mitad de los votos, el estado de movilización popular parece haberse trasladado con una intensidad sin precedentes, desde los tiempos de la vieja Revolución de 1910 en tierras Mexicanas.

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    El fenómeno tiene como suele ocurrir varias aristas, de las cuales en esta aproximación, retendremos apenas dos:

    Primero: Andrés Manuel López Obrador, ha dado un nuevo paso en el proceso de construcción de su liderazgo democrático, del apoyo que ha sabido conquistar en el pueblo trabajador y en amplísimas áreas de la sociedad mexicana, incluyendo una parte de los intelectuales más destacados, a un sector del campesinado y de la clase obrera y un contingente que no ha cesado de crecer entre los jóvenes.

    El conductor de la izquierda mexicana, se ha transformado en el punto de referencia también para la derecha más fosilizada de México. Nos referimos a los círculos de poder económico instalados en el aparato del Estado nacional y en buena parte de los estados federales. Estos sectores sociales aparecen como siendo herederos del viejo Estado construido por el Partido Revolucionario Institucional, PRI, a lo largo de medio siglo en el poder, con incrustaciones de los conservadores agrupados en el Partido Autonomista Nacional del Presidente Vicente Fox. Las prácticas de la corrupción política y administrativa han alcanzado una intensidad extrema en el México contemporáneo y no han faltado los líderes y ex presidentes sobre los que pesan acusaciones graves sobre delitos económicos y también de lesa humanidad.

    Segundo: En segundo lugar el otro proceso sobre el que han venido llamando la atención los analistas, es el del crecimiento de la madurez política de las clases populares mexicanas.

    Contra toda previsión, el fallo del Tribunal Federal Electoral que constituía una grosera maniobra contra el candidato de la oposición y consagraba un fraude electoral de gigantescas proporciones, ha sido el punto de partida para una movilización de masas sin precedentes. En los últimos días primero con una gran concentración en la Plaza del Zócalo y luego con el desarrollo de un multitudinario y gigantesco piquete, que bloqueó las principales avenidas de Ciudad de México interfiriendo de manera grave sobre el funcionamiento total de la ciudad, hombres y mujeres venidos de todo el país han “acampado” en las calles, veredas, plazas y jardines del centro de la ciudad, gestando una acción política enérgica y a la vez pacífica, que ha permitido denunciar ante México y el mundo, el fraude que las camarillas pretendían ejecutar.

    La movilización popular mexicana es impensable fuera del contexto de las victorias recientes en Venezuela y Bolivia y de los sacudimientos sociales y políticos que vive nuestra América Latina toda en esta hora de luchas contra el neoliberalismo y las pesadas consecuencias sociales que ha dejado a su paso.

    La importancia latinoamericana de México es insoslayable. Hay allí una cultura vieja y potente de la rebeldía que, esto otro también es cierto, convive con áreas de resignación y fatalismo. En ese México de grandes conquistas sociales y de temprana defensa de la soberanía nacional ha irrumpido una nueva generación de luchadores que reúnen aspiraciones y demandas del México más profundo, como las de Chiapas, hasta el más culto y refinado de sus sectores laborales e intelectuales de sus modernas ciudades.

    En ese México a la vez feudal e hipermodernizado, amplios sectores de masas populares irrumpen en la vida política del País, tras un líder que parece ir semana a semana, ganando en profundidad de pensamiento y en temple para la lucha frontal.

    La movilización popular contra el fraude electoral en México sólo puede ser vista como un nuevo movimiento de expresión democrática y de la dignidad de nuestros pueblos latinoamericanos.

lunes, 24 de julio de 2006

3 de julio al 24 de julio de 2006.


03/07/06. ¿Hacia donde van las Fuerzas Armadas uruguayas?
(1989: Hugo Cores junto a los candidatos por el MPP)


Escribe Hugo Cores PVP-567 Frente Amplio

En los últimos días se ha intensificado la afluencia de información acerca de iniciativas y actividades del Comando Sur norteamericano en nuestro país. Dado los sorprendentes contenidos de esas informaciones surgen dos hipótesis.

De acuerdo a la primera, estamos ante la existencia de un centro de fabricación de falsedades sobre las cuestiones militares. Según la otra hipótesis estamos ante pasos sorprendentes dados por el Ministerio de Defensa Nacional en materia de compromisos militares con las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos.

Esta segunda posibilidad tropieza con el hecho de que el tema ha sido objeto de estudio, discusión y pronunciamientos por parte del Frente Amplio y en ninguna de estas instancias se resolvió una política con los perfiles que surgirían de la ‘información’ que estamos examinando.

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    Veamos lo que se viene diciendo. Una nota publicada en El País del 11 de junio de este año dice: “la buena disposición de los gobiernos de Uruguay y Estados Unidos para estrechar vínculos, no alcanza sólo a la protección recíproca de las inversiones o a la eventual firma de una acuerdo de libre comercio entre ambos países, sino que abarca también aspectos referidos a la preparación militar.

    (…) desde que el Frente Amplio accedió al gobierno el 1° de marzo del año pasado hasta ahora, la administración del presidente George W. Bush ha dispuesto destinar U$S 1,2 millones en programas de asistencia del Comando Sur del Ejército de Estados Unidos (…).

    Esos programas son parte de un entrenamiento que llevan adelante efectivos estadounidenses, que llegan a Uruguay para instruir a militares y monitorear la construcción de distintos emprendimientos, financiados por Estados Unidos, a través del Comando Sur.

    El Comando Sur de Estados Unidos tiene sede en Miami, y es el responsable de las actividades militares de ese país en América Latina. Sus cometidos apuntan a conducir operaciones militares y promover la cooperación en seguridad para alcanzar los objetivos estratégicos de Estados Unidos, según consta en su página Web (www.southcom.mil).

    De acuerdo a la información, a través del Programa de asistencia humanitaria del Comando Sur para Uruguay, entre el 2005 y 2006 se proyectaron inversiones por valor de U$S 1,2 millones.

    Esa colaboración forma parte de la asistencia que proporciona el Comando Sur a las naciones amigas ante eventuales desastres y como forma de desarrollar las capacidades.

    (…) Los proyectos de la administración Bush en Uruguay son varios y de distinto alcance, ya que van desde la construcción de una policlínica hasta la creación de centros para emergencias.
    Los planes del Comando Sur, sin embargo, no se limitan sólo a la construcción de unidades militares, sino que también está prevista una clínica de sanidad y dental en Santa Catalina por valor de U$S 330 mil.

    De acuerdo a las fuentes (…), esa policlínica será construida con la colaboración de un batallón de ingenieros de Estados Unidos, en la zona de las viviendas para personal subalterno de la Armada uruguaya. El centro, no obstante, estaría abierto al resto de la población.

    Por su parte, en su edición del jueves 29, el semanario Búsqueda agrega: El gobierno de Estados Unidos planifica la realización de operaciones de estabilidad en los países en los que intervenga militarmente y para eso solicitará colaboración a las naciones amigas, entre las que se encuentra Uruguay, según comentaron representantes del gobierno norteamericano a una delegación de autoridades uruguayas que concurrió a ese país en junio.

    Las "operaciones de estabilidad" que prepara el gobierno de EE.UU. se pondrán en práctica en regiones en los que las Fuerzas Armadas de ese país ya terminaron las "operaciones de combate", como por ejemplo Irak y Afganistán, y serán similares a las Misiones de Paz que lleva a cabo la Organización de Naciones Unidas (ONU) en lugares como Haití o el Congo.

    Lo que todavía no resolvió el gobierno norteamericano es si también recurrirá a la ONU para llevar a cabo esas "operaciones" que si las realizará por fuera de esa organización, dijeron a Búsqueda participantes de la delegación uruguaya que viajó a Estados unidos.

    Agregaron que el Jefe del Comando Sur, Gral. John Craddok, recomendó instalar en Uruguay una especie de "escuela de misiones de paz" para militares de toda la región, administrada por las Fuerzas Armadas, y comparó lo realizado por esas misiones con lo que pretende hacer Estados Unidos en las operaciones de estabilidad.

    En sus proyectos de colaboración con Uruguay para el 2006, las fuerzas estadounidenses tienen previsto también el envío de materiales que les resulten excedentes en las áreas de sanidad, escuelas, muebles y apoyo para desastres.

    Vale la pena recordar que, hace alrededor de un año, el jefe del Comando Sur visitó nuestro país. Entonces no perdió la oportunidad para atacar al gobierno de Venezuela y a Cuba. Luego Craddock destacó como increíble la tarea que cumple Uruguay en materia de participación en misiones de paz de ONU y dijo que es la mayor contribución per cápita del mundo en número de efectivos, que son muy profesionales y muy bien entrenados”.

    Algunas reflexiones para ir intercambiando:

    1- Las acciones estratégicas promovidas desde el Comando Sur tienen como objetivo, lisa y llanamente, la defensa de los intereses de los Estados Unidos. Todos los programas, incluyendo el de ayuda ante los desastres o los llamados ‘de ayuda humanitaria’ están al servicio de esos intereses.


    2- Las autoridades de EE.UU. se proponen convocar a Uruguay para misiones a realizar después que las operaciones de combate estén ya terminadas. Como ejemplo remiten a la situación actual de Irak, donde como es evidente, las operaciones de combate están lejos de estar terminadas.

    3- La operaciones a las que Uruguay será invitado a participar serán o no con el aval de las Naciones Unidas. (Esto es inaudito) Como en el caso del ataque a Irak, podrán ser decididas unilateralmente por el gobierno de los EE.UU.

    4- Desde la jefatura del Comando Sur no se oculta la intención de colocar a Uruguay en una línea de enfrentamiento con los gobiernos de Venezuela y de Cuba.

    Acerca de los cuatro puntos anteriores no ha habido, hasta el momento, otras versiones que las provenientes de las cuestionadas fuentes citadas. Falta la palabra oficial del gobierno, la información adecuada al Poder Legislativo y, en otro orden, a la fuerza política Frente Amplio.

    5- El antiimperialismo es uno de los rasgos distintivos principales de la identidad política e ideológica del Frente Amplio.

    Como lo explicó Carlos Real de Azúa en un trabajo publicado por la Cámara de Diputados, la construcción de la conciencia antiimperialista no fue una respuesta empírica frente a los hechos ni una iluminación súbita.

    No respondió ni responde a las coordenadas de lo que se cree como fruto del sentido común, no. (En ese terreno, todo simplismo, del tipo ‘gano una policlínica’ es torpe y reaccionario.)

    El antiimperialismo fue el resultado de la evolución del pensamiento nacional y de nuestra experiencia de lucha.

    Se hizo a partir del examen crítico de nuestra historia y de la de América Latina. Una mirada desde el ángulo de los intereses de los pueblos.

    El antiimperialismo histórico está confirmado por los hechos de la actualidad internacional.

    Desde el punto de vista de nuestro programa no es un adminículo que se pueda poner y sacar de acuerdo a las conveniencias del momento.

    El antiimperialismo es racionalmente coherente con el conjunto de transformaciones de signo popular y nacional que la izquierda se propone realizar.





05/07/06. El compromiso frenteamplista y la política actual.
1410 AM LIBRE.

Entrevista a Guillermo Chifflet y Hugo Cores.
Los frenteamplistas Hugo Cores, del PVP y Guillermo Chifflet, del Partido Socialista, visitaron los estudios de 1410 AM LIBRE y entrevistados en PRIMERA VOZ analizaron la fuga del represor Gilberto Vázquez y sus alcances, además de abordar la necesidad de participación popular de la fuerza política. En otro orden Chifflet anunció que ''van a seguir apareciendo pistas para encontrar cadáveres de detenidos desaparecidos.

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    Chifflet recordó las características de la fuga del militar Gilberto Vázquez que ''había prometido por su honor'' que no lo haría que le ''permitió una situación de detenido con ciertas libertades''. En segundo lugar señaló que ''durante la dictadura las guardias eran absolutamente estrictas, no entraba ni salía nadie, bajo lluvia de balas'' y sin embargo ''hubo fugas y algunas resonantes''.
    ''Habrá que hacer la investigación y es obvio que alguien no se fuga porque sí, solo, si alguien que lo espera en la puerta con un auto'' confirma que esto ''se había concertado previamente''.
    La fuga implica para Vázquez que ''se haga de más culpa, porque no está dispuesto a enfrentar a los tribunales''. Sobre el código de honor, Chifflet entendió que es ''una cosa que rige entre militares'' pero es ilógico catalogar como ''persona de honor a alguien que ha cometido contra la institución torturas y otras cosas''.
    El socialista explicó que ''no puede haber una unidad militar que el coronel que esté a su frente no sepa si se tortura, porque hasta los vecinos de varias cuadras sentían los gritos y sabían lo que sucedía ahí adentro'' por lo que ''llegará un momento que van a comprender que si no se dice la verdad, si no se aporta los datos y si no aparecen los detenidos desaparecidos, eso se vuelve contra la institución, mancha los uniformes''.
    Chifflet llamó a ''aclarar'' los hechos del pasado por el bien de las futuras generaciones, que de lo contrario ''será una página de vergüenza que va a pesar sobre el Ejército, sobre los uniformes y las instituciones''.
    Por su parte Cores ''suscribió los dichos'' de su contertulio. En tanto se preguntó ''qué grado de confiabilidad tienen los jerarcas'' y ''qué grado de consustanciación con las ideas predominantes con el pueblo uruguayo, como la democracia, la libertad, la integridad física de los detenidos''.
    El integrante del PVP calificó como ''grupo emblemático'' la gavilla detenida compuesta por José Gavazzo, Jorge Silveira, Ernesto Rama, Ricardo Arab y Ricardo Medina y Gilberto Vázquez, que cometieron todo tipo de ''crímenes'' y de los más ''aberrantes''. El grupo tiene una especie de ''intangibilidad'' porque ''gozan del privilegio que los jueces no los alcanzan y tampoco los pedidos de extradición desde Argentina'' es ''un factor de desmoralización de los ciudadanos en un Estado de Derecho''.
    Desde el punto de vista del ''prestigio internacional del país'' la fuga del represor ''redunda en el desprestigio'' de nuestro país.
    En ese sentido denunció que existen ''ciertas percepciones que son equivocadas'' que a su juicio son ''la confiabilidad que tienen los mandos militares, empezando por el comandante en jefe del Ejército y los que tienen relación con este tema''.
    ''En este país está faltando algo que hubo en casi todos los países en transición democrática que es un proceso por el cual la gente que está más vinculada a la defensa de las pautas de represión del terrorismo de Estado es apartada, pasa a retiro'', entendió Cores.
    La campaña de anulación y la aplicación de la Ley de Caducidad
    El tema de los derechos humanos en esta administración ''es positivo sin ninguna duda, existe la voluntad de llegar a la verdad''. Además integrantes del ''gobierno sostienen que van a aplicar la Ley de Caducidad'' y que a partir de ahí ''van a investigar'', señaló Chifflet.
    ''El PIT CNT plantea la anulación de la Ley de Caducidad y yo lo comparto, me parece muy bien'' ya que es ''inconstitucional'' porque contradice acuerdos internacionales suscriptos anteriormente por Uruguay, por lo que es necesario ''rectificarse''.
    En tanto, Cores explicó que ahora ''el problema tiene una movilidad y una fluidez que no tuvo en los veinte años anteriores'', destacándose que ya ''una buena cantidad de casos fueron colocados fuera del alcance de la Ley de Caducidad'' por lo que empieza a ''generar dinamismo''.
    ''El hecho que se realicen careos, el tratamiento meticuloso oficina por oficina, funcionarios judiciales que ceden al contacto con el acusado y lo someten a las preguntas de rutina'' está generando ''cambios positivos. La propia fuga de Gilberto Vázquez indica que ese grupo ya no las tiene todas consigo, se está rompiendo el monolitismo de aquella columna de tanques que parecía inamovible''.
    Sobre la Ley de Caducidad manifestó que ''está muy vinculada a una circunstancia simbólica que es la aceptación in totum de lo realizado por la dictadura a cambio de la paz'' y recordó que al momento de ser plebiscitada ''las presiones de los militares sobre la ciudadanía fueron muy enérgicas y descaradas'', por lo que presentar esta normativa como ''un acto de discusión imperturbable'' es imposible.
    Chifflet acotó que ''se trataba de un segundo golpe de Estado técnico en que el comandante supremo Medina pone las citaciones en un cajón y dice aquí no se presenta nadie''.
    En referencia al escrito presentado por el ex vicepresidente de la República Gonzalo Aguirre, a través del cual se busca que quince militares sean amparados en la Ley de Caducidad, Cores expuso que de esta forma pretenden ''meterse en el bolsillo la actitud de la gente de reclamar justicia, es una idea peregrina y desopilante'', pero denuncia que existe que ''hay una intención de seguirle sacando a los miedos otros provechos''.
    ''Nuestra fuerza política se debe distinguir por la participación''
    Chifflet recordó la carta presentada semanas atrás junto a unas cien firmas de otros frenteamplistas en donde se le marcaban al gobierno algunas discrepancias.
    La misma fue a raíz de ''determinados hechos políticos uno se encontraba con gente de distintas fuerzas políticas'' y fue ''surgiendo la inquietud de que era imprescindible subrayar desde dentro del Frente Amplio, no tirando piedras desde afuera, determinados compromisos que todos sabemos que existieron y existen y llamar la atención sobre la necesidad de la participación''.
    ''Nuestra fuerza política se debe distinguir por la participación y nosotros notábamos que falta algo para concretar eso. La instrumentación de la participación de los comité de base es un objetivo común de mucha gente que hemos conversado con otra gente'', sostuvo el socialista y aclaró que ''esto no es la formación de un grupo ni otro sector''.
    En tanto Cores ''compartió plenamente lo expresado'' por su compañero frenteamplista.
    ''El gobierno tiene una mayoría parlamentaria'' y ''un potencial ciudadano muy grande que es importante convocar para que aporte en la creación de un clima mejor para el desenvolvimiento de un gobierno que tiene que cumplir un programa de transformaciones''.
    Cores denunció que no ha habido desde el gobierno ''una política de promoción del comité de base como una instancia prestigiosa a la que se atiende, se jerarquiza y se oye''.
    ''Yo no le puedo pedir al compañero Tabaré Vázquez que tiene todos los temas que tiene que desde la presidencia esté interviniendo en el partido político para decidir cómo van a participar los comité de base, no le corresponde'', sostuvo Chifflet, que añadió que es una tarea que involucra ''a los organismos directivos del Frente Amplio''.
    El socialista pidió no ''tener temor'' en las instancias en que haya ''debate'' a ''consultar a los organismos de la soberanía'' del Frente Amplio. ''Hay cosas que se pueden y se deben hacer, como la instrumentación de la participación de los comités y de la información a la ciudadanía'' desde la fuerza política y ''cosas que le corresponden a los gobernantes''.
    El integrante del PVP entendió que ''una de las cosas que ha perjudicado el funcionamiento del Frente Amplio y de la Mesa Política es una batalla que perdimos'' y es ''el valor profundo que tiene el intercambio de opiniones y la discusión política''.
    Chifflet abogó porque el general Víctor Licandro ''sea una de las figuras que integre la Mesa Política'' del Frente Amplio, ''asistiendo para dar sugerencias'', al igual que Wladimir Turiansky.
    Cores señaló que ''esta sociedad y este Frente Amplio tienen que rediscutir qué es lo que se entendió por imperialismo norteamericano y cuál es la forma que ese imperialismo proyecta su influencia sobre nuestro país'', haciendo clara referencia a las donaciones previstas por el Comando Sur en la zona de Santa Catalina.
    En referencia al pedido de renuncia solicitado por el Partido Nacional a la ministra de Defensa, Azucena Berrutti, en referencia a la fuga del represor Gilberto Vázquez, Chifflet sentenció que ''a los blancos no se les ocurre otra cosa que pedir renuncias, pueden hacerlo, pero las cosas tienen que ser más serias, primero ver las responsabilidades, investigar, citar y después ver las responsabilidades políticas que pueden existir''.
    El socialista advirtió que ha que tener ''cuidado con desprestigiar al Parlamento, en la sesión de ayer que una diputada diga'' que tiene ''un carro de denuncias para hacer y no las lleve es poco serio''.
    En otro orden Cores destacó ''el paso importante'' que ha dado nuestro país ''contra lo que opina el señor Lacalle y Sanguinetti con la incorporación de Venezuela al Mercosur'', en donde se empieza a salir ''del lodal de una situación mundial que a nosotros nos confina a la miseria perpetua''.
    Chifflet denunció que se ''enteró por internet'' que Estados Unidos y Costa Rica ''han acordado establecer una sucursal de la Escuela de las Américas'', lugar en donde ''fueron preparados los golpes de Estado'' de la región.
    Finalmente anunció que ''van a seguir apareciendo pistas para encontrar cadáveres de detenidos desaparecidos o para que aparezca la verdad'', porque ''alguien informó que hay una persona que vio en algún frigorífico cadáveres al abrir una dependencia tiempo atrás, y esas personas están dispuestas a declarar''.
    Tomado de 1410 AM Libre, 5/07/06.





10/07/06. Fuerzas armadas, campo minado.

Escribe Hugo Cores PVP-567 Frente Amplio
La realidad de las fuerzas armadas uruguayas ha sido, en los últimos decenios, muy poco transparente. Hasta ahora poco se ha avanzado en aclararla. El tipo de mensaje que se usa habitualmente invita a creer que todo sigue dentro de los cauces de la normalidad, sin explicar qué se entiende por ‘normal’. En el seno de nuestra fuerza política, pese a los invalorables aportes del Compañero General Victor Licandro, la discusión sobre estos temas ha sido pertinazmente desalentada.

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    1- La fuga del ex coronel Gilberto Vázquez, al romper durante cuatro días las reglas de las relaciones entre el gobierno y las fuerzas armadas, al protagonizar un episodio de desenlace imprevisible, alteró los límites de ‘lo normal’ y amplió fugazmente el área de problemas acerca de los que se habla en forma pública. Las 96 horas de incertidumbre achicaron el campo al discurso de rutina, hecho de silencios, anestésico y fosilizado.
    Esta vez, los medios de comunicación amplificaron el contacto del público con los hechos. Es lógico que así fuera. No se termina de entender el reproche que se les ha formulado por haber dado importancia al episodio.
    La fuga de G. Vázquez y los avatares posteriores fortalecieron la posición del gobierno, mostraron una policía adecuada a las circunstancias y debilitaron y dividieron al núcleo más duro de la represión en el período del terrorismo de Estado.
    Entre los hechos que afloraron quedan para ser examinados varios puntos.
    2- Para empezar, las referencias reiteradas por parte de las autoridades civiles y militares a la significación de los compromisos emanados del ‘código de honor’ que caracterizaría a los militares.
    Cabe preguntarse, como lo hacía Raúl Olivera en un intercambio de opiniones reciente, cuál es el alcance de este concepto ‘código de honor’ que posee tanta y tan espectacular eficacia.
    Un código que proporciona el derecho a estar en libertad cuando los magistrados han ordenado la prisión preventiva. Un código de tan espléndidos efectos que paraliza la acción de los jueces. Que coloca al estamento militar por encima de las obligaciones que circunstancian la vida del resto de sus conciudadanos.
    ¿Dónde latía ese sentido del honor hace 33 años, cuando integrantes de una institución del Estado, se transformaron en instrumento de la devastación de ese Estado y de su transformación en una aparato destinado a paralizar la acción ciudadana mediante el terror?
    Desde hace 33 años, Gavazzo, Vázquez, etc. se han comportado como delincuentes: en dictadura cometiendo los peores crímenes. En democracia ocultando la verdad, mintiendo.
    3- Hace unos pocos días, Búsqueda (1.360) informaba en su página 1 “Jefe del Ejército cree que la única forma que existe para evitar extradición de militares a Argentina es que sean enjuiciados en Uruguay”.
    Para llegar a ese fin, la opción razonable, la única legal y pertinente es la anulación de la ley de Caducidad. Pero no es ese el camino que ha preferido transitar la cúpula del Ejército.
    Las propuestas manejadas que, en nota de análisis publicada ayer en El País son confirmadas por fuentes militares a Alfonso Lessa, son de otro carácter. Y no se caracterizan, precisamente, por su apego a la Constitución y la Ley
    ¿Como es posible que la máxima jerarquía del Ejército nacional mantenga reuniones con los acusados por la Justicia argentina en las que se aborda la problemática de cómo evitar la extradición?
    ¿Qué asidero legal tiene la posibilidad que se manejó en el sentido que los oficiales acusados por la justicia argentina se hicieran responsables de alguno de los delitos (se llega a hablar del ‘caso Adalberto Soba’ y hasta del número de años en prisión que costaría hacerse cargo) para de este modo evitar ser trasladados a Argentina.
    ¿Tiene el mando del Ejército potestades para negociar carátulas, delitos, penas?
    ¿Por qué habría que negociar en materia tan delicada? ¿Cuál es la fuerza del grupo de Gavazzo, que frente a ellos se suspende el orden legal y hay que negociar?
    ¿Cuál es la fuente de legitimidad de esa fuerza?
    4- Si esa fuerza existe no puede ser sino como un factor residual de la dictadura. Un poder nacido del accionar clandestino, de las manos sucias, de los crímenes repugnantes, al decir de Tabaré.
    Un poder ilegítimo, basado, más que en la fuerza en el recuerdo, en el reflejo, de la fuerza. La amenaza desde el pasado con respaldo en las autoridades militares de hoy. Ese es el asunto.
    Y un gobierno popular, democrático y defensor de los valores de la legalidad republicana no puede tener una actitud distante, neutral o ‘pragmática’ ante la supervivencia de esa gravitación cuya sola existencia desmoraliza al estado de Derecho.
    La democracia republicana se asienta en valores y esos valores son incompatibles con los que personifican Silveira, Gavazzo, Vázquez y Medina, herederos y beneficiarios de los miedos paralizantes del terrorismo de Estado.
    5- Finalmente, un día sí y otro también, la prensa se hace eco de la existencia de logias dentro del Ejército. Logias, vale decir, organizaciones clandestinas de oficiales con mando de tropa.
    También se reitera la existencia de vínculos de alguna de estas logias con sectores políticos entre los que se incluyen a grupos del Frente Amplio.
    La existencia de estos vínculos constituye un grave error.
    Cabe preguntarse ¿qué fundamento tiene en el ordenamiento legal vigente la existencia de estas relaciones? Esto es lo decisivo.
    Hemos elegido acumular fuerzas a partir del desarrollo y la profundización democrática, acrecentando la transparencia de los asuntos políticos y la más amplia participación de los ciudadanos.
    Ese ha sido, desde sus orígenes, la impronta estratégica fundamental del FA.
    Si en algún territorio de la realidad estatal las normas no ayudan a resolver los problemas, como ocurre ahora con la ley de impunidad, habrá que movilizarse y convencer para cambiar las normas con arreglo al Estado de derecho y con la más amplia participación democrática del pueblo.
    Las relaciones con logias clandestinas es una opción que no va en esa dirección.
    Habría que preguntarse cuáles son los fundamentos políticos de esta línea de trabajo hacia las fuerzas armadas y explicar cómo empata ese accionar con los puntos de vista y el programa de la izquierda acerca de la necesidad de ganar para el pensamiento democrático a los integrantes de los cuerpos armados del Estado.
    El FA no triunfó solamente para cambiar los titulares de las viejas palancas del poder estatal.
    Se propuso cambiar, en un sentido democrático y popular, una estructura del Estado heredada que había sido montada durante decenios por los conservadores para respaldar al orden capitalista dependiente.
    Este Estado es, para la izquierda, un campo de lucha.
    Lucha frente a los residuos de la doctrina de la seguridad nacional, frente al servilismo ante los grandes corporaciones y organismos internacionales, frente al burocratismo, el clientelismo y demás formaciones parasitarias que traban la acción social del Estado, que impiden su rol en el desarrollo de nuestra identidad cultural y de nuestra soberanía.
    Tomado de La República, 10/07/06.





17/07/06. Nuevos desafíos para el Frente Amplio.

Escribe Hugo Cores PVP-567 Frente Amplio
Para quien haya asistido a la reunión del Plenario Nacional del Frente Amplio realizada el sábado 15, las informaciones brindadas por los diarios del domingo resultan desconcertantes: en muchas crónicas falta lo principal y en otras, lo esencial no solo está ausente sino que, además, se desvirtúa el sentido de lo decidido en el evento.
¿Cómo se entienden estás conductas?

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    Una y otra vez, los principales medios de comunicación declaran su seriedad profesional y su actitud ‘pluralista’ en la difusión de las noticias.
    Los hechos muestran que no es así. Ahora bien, estoy persuadido que quejarse por estas conductas es totalmente inconducente. Las decisiones de los medios de comunicación que actúan de ese modo no son arbitrarias, no son fruto de la inquina o el capricho de sus jerarcas sino que responden a una actitud de defensa sistemática de determinados intereses. Intereses políticos, ideológicos, económicos.
    1- Si la información que los grandes medios mutilan y falsifican encuentra un público relativamente bien informado, sus efectos serán nulos o casi. Las consecuencias negativas de la desinformación serán fáciles de ir disipando.
    Por eso creo que además de denunciar estos hechos, habría que trabajar por crear (o fortalecer las ya creadas) otras vías de comunicación y avanzar a otro grado de movilización política. Y ambos hechos están al alcance de una fuerza política de masas, bien organizada y con larga experiencia de trabajo en este terreno, como lo es el Frente Amplio.
    A mismo tiempo se hace necesario llamar a capítulo, con todo respeto, a los compañeros que emiten señales ambiguas, bien diferentes por cierto a las que expresaron antes en el seno del organismo al que pertenecen y que por esta vía facilitan la labor de quienes desinforman en función de concepciones contrarias al movimiento de la izquierda.
    No es la primera vez ni será la última que la izquierda se enfrente a la hostilidad y los ‘ingenios’ de los medios de comunicación. Y si se consiguió sobreponerse a los efectos desmovilizadores en otros períodos, no hay razones para pensar que no se logrará superar los escollos actuales.
    2- La experiencia del año 2003 es aleccionadora. Cuando a comienzos de año el gremio de los trabajadores de ANCAP inició su movilización contra la “ley de asociación” impulsada por el gobierno de Jorge Batlle, la prensa trazó un infranqueable muro de silencio. Ni los fundamentos del rechazo ni las medidas que fueron adoptando los sindicalistas para impugnar la ley eran noticia.
    En un primer esfuerzo se recogieron más de 100 mil firmas, en silencio. Después, durante varias interminables semanas, la recolección de firmas se estancó. A lo largo de los primeros meses parecía que no se alcanzarían las cifras requeridas por la ley para poner en marcha el referéndum que pondría en manos de toda la ciudadanía la decisión acerca de los destinos de ANCAP. La gran prensa en silencio.
    3- Mientras tanto, lentamente, la estructura orgánica del Frente Amplio iba adoptando sus decisiones, trazando los planes de trabajo. Contra la ley, movilizarse junto a las organizaciones sociales.
    Comenzaron las recorridas por los barrios y las asambleas callejeras. Animadores sindicales y políticos estudiaron (estudiamos) la ley y sus inconvenientes para la política energética e industrial del país.
    Recorrer los barrios, asistir a las asambleas, incentivó el diálogo con los legisladores del Frente Amplio y con los técnicos que conocían el tema. Ese ir y venir de preguntas, respuestas, argumentos y contra argumentos, fortaleció el discurso. Las organizaciones populares salieron de su atonía. Siempre hubo voluntarios para la propaganda, para los debates, para difundir argumentos entre los ciudadanos en manos de quienes estaría finalmente la decisión.
    Los medios en silencio. De tanto en tanto, una empresa de sondeos de opinión daba cuenta del resultado ‘objetivo’ de sus objetivas investigaciones: no se alcanzaría el 25% de las firmas de los ciudadanos habilitados para votar. Era cuestión de frotarse las manos, guardar silencio y esperar.
    Alimentados con esa papilla, los dirigentes de los partidos conservadores, que se presentaban ante el pueblo como impulsando una ‘reforma estructural modernizadora’, dormían la serena siesta de los vencedores.
    Los grandes medios saboteaban la movilización y ellos, los dirigentes conservadoras, creían que esta no existía. Se sentían invencibles. Habían logrado una fisura política importante en la izquierda. Un sector minoritario del FA, al que los medios brindaban una atención lisonjera, apoyaba la ley de asociación impugnada por las organizaciones sociales y la gran mayoría del FA.
    4-Los escollos no terminaron con la presentación de la firmas en la Corte Electoral. Hubo nuevas trabas. Finalmente se reconoció que se había sobrepasado el 25% exigido. Se fijó la fecha de la consulta a la ciudadanía, 7 de diciembre. Ya todo empezaba a estar muy cerca del tiempo político de las elecciones nacionales del 31 de octubre de 2004.
    La neta victoria de la oposición a la ley, obteniendo un apoyo electoral por encina del 66% está en el preámbulo de lo que será la victoria que llevó a Tabaré Vázquez a la presidencia en la primera ronda.
    Unos meses después, Julio Sanguinetti se auto criticaba amargamente: no actuamos en tiempo, nos demoramos en salir a disputarle el espacio público a la izquierda.
    Claro que sí. Ellos habían elegido ignorar el movimiento democrático impulsado por la izquierda y las organizaciones sociales. Sesteaban al arrullo del coro mediático: no llegarán, nada ocurrirá…
    5- Como hace dos años, para contrariar las desvirtuaciones que propalan los medios que detentan la hegemonía en materia de comunicación no hay otro camino que transitar que el de la movilización democrática del pueblo.
    Proveer de trabajos que muestren los fundamentos de las líneas de acción que impulsa el Frente Amplio. Mejorar las relaciones de todos los frenteamplista con los compañeros que, desde los lugares que ocupan en el gobierno o en el Poder Legislativo, están mejor informados sobre los temas en debate, como es el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos cuya concreción el Plenario Nacional del Frente Amplio rechazó en forma neta en su reunión del pasado sábado 15.
    Ampliar nuestras relaciones con los frenteamplistas que desarrollan actividades académicas en las cuales se estudian a fondo los problemas de la dependencia, de la deuda externa, de los efectos deformantes que se nos impone desde un mundo dominado por las grandes potencias imperialistas, a la cabeza de las cuales se encuentran los EE.UU.
    6- Finalmente hay un desafío específico, un reto especialmente intensificado ahora que el FA está en el ejercicio del gobierno: es necesario mostrar las relaciones que unen nuestra inserción internacional en un mundo dominado por la globalización imperialista y los problemas y las frustraciones a que nos conduce como nación.
    Los efectos de la dominación externa en el atraso educativo, en las necesidades de vivienda, en la demora de avanzar en el desarrollo del proyecto de Uruguay Productivo, uno de los ejes claves de nuestro programa.
    El imperialismo no es un slogan, ni un viejo santo y seña. Nada se entiende del presente ni del pasado sin tomar como referencia la acción del capitalismo imperialista contra los intereses de los pueblos de América latina.
    7- En el 2003 el instrumento político fue esencial. Y su fruto fue la victoria. Hoy, con otra situación, la preservación y el fortalecimiento del instrumento político sigue siendo esencial. Y como entonces lo es la capacidad de relacionarse con la sociedad. Con el movimiento obrero y cooperativo, con la academia y el movimiento estudiantil, con la calle y los muros.
    En el Frente Amplio viven y palpitan muchas opiniones y sensibilidades. Las nuevas realidades y desafíos invitan a pensar en conjunto. Para mejorar al FA y por esa vía al gobierno. Por eso el martes 18, a las dos de la tarde, junto a otros muchos compañeros de distintas procedencias nos estaremos reuniendo a reflexionar juntos en Ciudadela 1229, Piso 1, Mercado Central.
    Tomado de La República, 17/07/06.





24/07/06. Dentro del FA, el Movimiento vive y lucha.

Contratapa La República

Escribe Hugo Cores PVP567-Frente Amplio

Resulta difícil sustraerse a la tentación de escribir acerca de los formidables acontecimientos de Córdoba y de Alta-Gracia. América Latina y los movimientos populares de la región han dado un gran paso adelante en materia de integración. Uruguay forma parte de ese andar y lo resuelto en estos días tendrá repercusiones duraderas y favorables para nuestro desarrollo como nación.

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    Pero el que escribe es, además de un comentarista, un militante. De modo que sobre integración escribiré la semana próxima. Hoy siento el deber de hacer algunas reflexiones a partir de la reunión que este fin de semana celebraron en el Club Platense los Comités de Base del Frente Amplio de todo el país.

    1- En los últimos veinte años hemos visto y leído más de una vez consideraciones negativas acerca de los C. de B. del Frente. En los años ochenta, en el marco del paquete ideológico de la postmodernidad, esas críticas asumieron visos de campaña.
    No faltaban las argumentaciones que contraponían la acción de los C. de B. a la “democracia representativa”, en la que se exaltaba una forma de “participación” mucho más amplia de la ciudadanía. Eso sí, una vez, solo una, cada cinco años. Y para elegir un representante.

    Desde otras tiendas se ha dicho, en reiteración, que la acción política desde los C. de Base es una forma de acción política superada, rutinaria y poco atractiva. Sobre todo para los jóvenes, se agrega.

    Habría, concluyen, que inventar ‘formas nuevas’. No descarto que quienes preconizan la conveniencia de inventar formas nuevas tengan algo de razón. No obstante – y hasta tanto esas formas no surjan y se implanten en la realidad del FA y de la sociedad uruguaya - vale la pena seguir esforzándose por mejorar los instrumentos que hoy existen.

    Sobre todo porque el advenimiento del FA como fuerza política al gobierno, lejos de neutralizar el rol posible de los Comités de Base, los potencia, les da un rol específico en el desarrollo y el fortalecimiento de la izquierda.

    Sin la implantación social que el C. de B. puede aportar, sin los espacios de elaboración y formación políticas que pueden ser ¿cómo abordar las transformaciones que están en la orden del día del gobierno progresista, desde la reforma educativa hasta un nuevo modelo de atención de la salud, pasando por los problemas de la vivienda, la seguridad pública, la lucha contra la corrupción y el burocratismo y todo lo demás?

    2- Fueron justamente esos temas lo que se abordaron el sábado 22 y domingo 23 en el
    2 º Encuentro Nacional denominado “Haremos Futuro”. Varios centenares de compañeros designados por los Comités discutieron en comisión primero y en una sesión plenaria después todos los problemas actuales del Frente Amplio.

    Convocado para intercambiar opiniones, en el Encuentro se discutió y se discutió a fondo. Vale la pena recordar que en el FA y en su estructura de movimiento organizado conviven militantes de muy diversas filiaciones políticas e ideológicas.

    Un aspecto interesante del evento fue el ambiente de debate, las visiones críticas y autocríticas y, a la vez, el clima de unidad frenteamplista, de defensa sin vacilaciones del instrumento político.

    Las críticas, en un sentido u otro, se expresaron con claridad y abarcaron muchos temas, pero en ningún momento asumió formas agresivas o hirientes hacia otros frentistas. Es un hecho, un rasgo de la cultura frenteamplista que se ha ido conformando a lo largo de decenios.

    Este cuidado por la unidad conlleva una fuerte carga emotiva. El FA no es una alianza de ocasión con objetivos electorales. Hay atrás muchos años dolorosos, muchos sacrificios y muchas ausencias que siguen lastimando. Ese componente emocional y auténtico, está presente con mucha intensidad.

    Pero la preservación de la unidad entre compañeros que opinan distinto, es también el resultado de una operación de análisis absolutamente racional. La unidad del Frente Amplio es factor imprescindible para llevar a buen término el Programa comprometido con la ciudadanía. La división del FA sería la antesala de la derrota. Y de la fiesta revanchista de las derechas.

    3- El 2º Encuentro mostró lo avanzado del proceso de reflexión y maduración política de la mayoría de los militantes frenteamplistas. Gente que viajó desde muy lejos para opinar y oír, para acordar y discrepar sobre una materia política, cotejando orientaciones, maneras de pensar y estilos de actuar. No hay otro partido en el Uruguay capaz de convocar a una instancia democrática de base como ésta. Y hay pocos en A. Latina.

    Sin incurrir en ninguna exageración se podría sostener que en el evento que comentamos se abordaron todos los problemas de la agenda política actual. Y se lo hizo desde una óptica de compromiso con la gente y desde una concepción de democracia participativa. Para militar más y mejor.

    A la democracia uruguaya no le alcanza con que sus ciudadanos participen con el voto una vez cada cinco años. En el 2 º Encuentro se discutió pensando en hacer, analizando cómo intervenir para avanzar en las conquistas progresistas, para corregir los errores que se pueden estar deslizando en tal o cual campo de la acción de la fuerza FA.
    Sin fatalismo y sin resignación. Para ser más fuertes ante el saboteo de las derechas. Con propuestas destinadas a ampliar los cauces de la participación democrática de todo el pueblo.

    4- Propuestas destinadas a mejorar la calidad de la vida política de los frenteamplistas y de todos los ciudadanos.

    En esta instancia, el Movimiento mostró su vitalidad, su capacidad organizativa, su espíritu de unidad y la seriedad de su voluntad de intervención en la vida política.

    De un modo u otro, la palabra ahora la tienen las organizaciones políticas que conforman la otra cara de la realidad frentista, es decir la Coalición de partidos que se han aliado para conformar nuestra singular fuerza política. Ese Frente que es, en parte, conjunción de partidos y, en parte, movimiento de base con participación de militantes con o sin identificación con los partidos.

    El Movimiento ha dicho presente. Puede ser el comienzo de un necesario proceso de reactivación de una fuerza hasta ahora contenida, que está lejos de haber agotado sus posibilidades de acción. Un síntesis, una señal auspiciosa que no debiera ser desatendida.

    El encuentro, convocado y organizado por los propios Comités de Base, tuvo una convocatoria nacional participando cerca de 300 agrupamientos, de los cuales alrededor de 150 son de Montevideo, y unos 130 del Interior. A esto habría que agregar la presencia de representantes de agrupamientos de base de Buenos Aires y Rosario, en Argentina. También de Comités del FA de Paraguay, de Méjico, Canadá y Brasil (Porto Alegre).

    El Encuentro estuvo precedido de la circulación, con varias semanas de antelación, de una serie de aportes discutidos y elaborados en distintos Comités, tanto de las Coordinadoras de Montevideo como de las Departamentales del Interior. Los contenidos de estas ponencias remitían a distintos problemas y se adentraban con tono a menudo crítico y polémico en las circunstancias actuales que atraviesa el Frente Amplio como fuerza política y el papel de los comités y del conjunto del Movimiento ante la nueva realidad política.